Vampiro Géminis. Amy Blankenship
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Читать онлайн книгу Vampiro Géminis - Amy Blankenship страница 11
Estaba teniendo problemas para aceptar que una simple mujer humana habÃa hecho esto a un vampiro. Estaba vestida indecentemente, aparentemente tenÃa unos cuantos tornillos sueltos en la cabeza y era un carterista maestro considerando todas las joyas sin valor que habÃa dejado atrás. Prueba de que ser el Rolex golpear que se habÃa quemado con el resto de la mitad de raza muerta.
Inhaló aun oliendo el olor persistente de la muchacha. Qué extraño para una vestida tan provocativa aún ser virgen. Volvió a mirar el lugar quemado en el suelo ya no le importaba cómo lo habÃa matado... si no lo hubiera hecho... lo habrÃa hecho.
Mientras caminaba hacia la acera, su mirada se volvió lentamente en la dirección que habÃa tomado. Por primera vez en mucho tiempo, Hyakuhei sintió un revuelo en su sangre. Esta noche cazarÃa y antes del amanecer... la saborearÃa.
*****
Kyoko gimió al ver a la multitud que todavÃa se estaba moliendo en la puerta del metro. Era el fin de semana y el lugar parecÃa ser un punto caliente. Se deslizó alrededor de la lÃnea y se dirigió hacia el gorila, dándole un mero asentimiento antes de agacharse bajo el brazo que le abrÃa la puerta. Todos los salteros la conocÃan a la vista porque vivÃa por encima del club.
Una vez dentro, se dirigió directamente a la puerta que decÃa "No entrar". Golpeando el código de la cerradura de la puerta, extendió la mano y la abrió, dejándola cerrar detrás de ella. Ella respiró un suspiro tan pronto como el ruido se convirtió en un rugido sordo. Sintiendo que el trozo de dinero se aferraba fuertemente a su mano, subió las escaleras. Los demonios no eran lo único peligroso en la ciudad y ella no estaba caminando toda la noche con su dinero de alquiler en su sujetador.
Deteniéndose por las pequeñas cajas de cierre al final del pasillo, ella perforó otro código y lo abrió para revisar su correo. Normalmente estaba vacÃo, pero Kyoko sonrió al ver el solitario sobre que descansaba dentro y lo sacó, reconociendo la escritura de su abuelo en la etiqueta de dirección.
Cerrando el armario del buzón, subió otro tramo de escaleras. El secreto para mantenerse en forma... viven en el tercer piso sin ascensor. Se detuvo antes de golpear el piso superior y contó el dinero viendo que sólo le quedaban veinte dólares después de dar a Yohji su dinero de alquiler.
Yohji... se encogió. Kyoko sabÃa que él querÃa que ella le pidiera más tiempo para pagar el alquiler, pero que serÃa doble si no llegaba a pasar. Yohji era escoria en lo que a ella se referÃa, pero tenÃa que ser amable con él ya que él era el que coleccionaba su renta cada mes. También le correspondÃa arreglar las cosas y él tenÃa la voz, asà que en quién alquiló y quién fue expulsado.
Caminó hasta su puerta y apenas consiguió su llave en la cerradura antes de que la puerta al otro lado del pasillo se abriera. Kyoko gimió interiormente antes de dar la vuelta y dar una sonrisa forzada a Yohji. ¿Qué era... psÃquico?
"¿Cómo te va cosa caliente?" Preguntó Yohji mientras se apoyaba contra el marco de su puerta como si estuviera actuando bien.
"Se va", respondió Kyoko, deseando de repente que llevara un enorme abrigo que ocultaba todo lo que él miraba tan ligeramente. -Ah, tengo el dinero del alquiler por cierto. -Le entregó el dinero que habÃa contado cuidadosamente hacia él sabiendo que era mejor que acercarse a su puerta-. La última vez que habÃa llegado a cerrarla, la habÃa invitado a entrar.
Los hombros de Yohji se desplomaron visiblemente mientras sus ojos se arrastraban de nuevo hacia ella, "Está bien, entra y te traeré un recibo." HabÃa esperado que ella estuviera corto este mes y le rogara que dejara escapar. La esquina de sus labios se alzó en una sonrisa.
Kyoko sacudió la cabeza mientras contaba a diez. -Puedo esperar aquà afuera. Ella cruzó los brazos delante de ella como si estuviera aburrida de su mente esperando en él.
Yohji se encogió de hombros sabiendo que ese pequeño juego... lo habÃan jugado antes. Iba a buscar el recibo y ella se irÃa antes de que volviera a salir. Te lo daré más tarde.
"Está bien", Kyoko giró la llave en su cerradura y abrió la puerta de su apartamento tratando de una rápida escapada.
"¿Alguien te ha dicho lo bien que te ves en esa falda?", Preguntó Yohji de pronto justo detrás de ella.
Kyoko miró por encima de su hombro hacia él y arqueó una ceja. "¿Estás coqueteando conmigo Yohji?" Siempre se habÃa preguntado qué aspecto tendrÃa su espalda... con la nariz ensangrentada.
-¿Es importante? -preguntó, pasando una mano por su pelo clavado y sonriendo, pensando que finalmente iba a tener suerte.
"En realidad lo hace," declaró Kyoko. "No creo que a mi novio le guste mucho".
Yohji sonrió burlonamente sabiendo que ella pasaba su tiempo dentro del apartamento solo, "Ahora ambos sabemos que no tienes novio, Kyoko. Si no lo sabÃa mejor, dirÃa que tratabas de evitar lo inevitable. Presionó su gran mano contra la puerta abierta de Kyoko para que no pudiera cerrarla. -¿Qué pasa? ¿Miedo de no ser hombre suficiente para usted, o lo está guardando para ese alguien especial imaginario? "
Kyoko lo fulminó con la mirada, sus ojos esmeraldas se volvieron tempestuosos. Si estaba cansado de ser amable... entonces también lo era. "Lo siento Yohji, pero estoy más en los tipos que no se sumergen en un sabor diferente de salsa cada noche."
Kyoko jadeó cuando Yohji de repente agarró la mano que tenÃa en el pomo de la puerta y cerró la puerta y luego presionó contra su trasero, empujando su cuerpo hacia la madera implacable.
"No puedes decirme que no eres un poco curioso Kyoko," Yohji susurró en su oÃdo mientras molÃa su excitación contra su fondo. "No le diré a tu novio imaginario si no quieres."
No es imaginario. De hecho, voy a reunirme con él abajo en un rato ", Kyoko argumentó sabiendo si perdió la paciencia con el culo mudo... definitivamente serÃa expulsado y se marcharÃa en una ambulancia.
"¿Oh enserio? Dime cómo es él, "preguntó Yohji mientras se sentÃa tenso dentro de sus vaqueros. Le gustaban los que hacÃan una pequeña pelea.
Kyoko respiró hondo. "Tiene cabello sedoso largo y negro, piel pálida, ojos muy oscuros y un cuerpo por el que morir." Ella describió y sonrió mentalmente. -¡Te tomas el culo! -Y es muy posesivo.
Yohji hizo un sonido que se suponÃa que era un gruñido. Kyoko casi se echó a reÃr... si Yohji sólo sabÃa lo que sonaba la cosa real. Finalmente decidió que ya habÃa tenido suficiente y estaba a punto de encenderlo cuando una puerta más allá del pasillo se abrió.
Amni salió con un par de pantalones vaqueros apretados y camiseta negra que acentuó su cuerpo atlético. Sus ojos azules se entrecerraron y los músculos de su mandÃbula saltaron mientras entraba en el llamado casero virtualmente atacando a Kyoko. Observó cómo Yohji se alejaba rápidamente de Kyoko y la mujer de pelo castaño se volvió con una mirada.