Sanación de los chakras y conciencia del karma. Swami Keith S.
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Sanación de los chakras y conciencia del karma - Swami Keith S. страница 3
Una vez que nos hemos desconectado de la experiencia consciente de la placidez, la supervivencia personal triunfará sobre la autoconciencia como nuestro paradigma dominante. La mente individual y el ego, los cuales están compuestos de energía calificada, invalidarán la influencia de la mente superior e inferior y el sistema de energía en nuestra vida diaria. “Vivir en un desierto espiritual” es una frase que se utiliza a menudo para describir esta condición.
“Identificar al Yo con el NoYo (la mente individual y el ego con la mente superior e inferior), es el cautiverio del hombre, producto de su ignorancia, que nos prepara para la desdicha del nacer y el morir. Es a través de esto que consideramos real a este efímero cuerpo y que, al identificarnos con él, lo nutrimos, lo aseamos y lo preservamos por medio de (agradables) objetos sensoriales a través de los cuales nos vemos delimitados como la oruga por los hilos de su capullo.” (Viveka Cudamani, Sri Sankaracarya, vs. 137, 51).
La acumulación del equipaje kármico en el plano espiritual puede provocar un sinfín de problemas colaterales. Puede desequilibrar las fronteras (particularmente las fronteras áuricas), puede obstaculizar el libre flujo de la energía descalificada (el prana, el kundalinishakti y el aprana), y desequilibrar las funciones paralelas del conjunto de cuerpos de energía en el mundo espiritual.
La conciencia espiritual es una de las funciones de la energía descalificada a nivel espiritual y, al igual que cualquier forma de energía, la conciencia espiritual necesita de un medio energético a través del cual moverse. Sin la suficiente energía descalificada que sirva como ese medio, la conciencia del ambiente interno en el plano espiritual, se verá restringida y los individuos se encontrarán atrapados fuera de sí mismos, con la correspondiente pérdida de la placidez, del conocimiento y de la autoconciencia.
En casos extremos, la excesiva acumulación de equipaje kármico puede crear personalidades falsas. Las personalidades falsas, a nivel espiritual, son personalidades independientes compuestas de energía calificada y de una materia sutil que puede invadir el propio espacio corporal y usurpar las funciones del espíritu, haciendo muy difícil mantenerse completamente consciente en el plano espiritual.
A la larga, conforme el equipaje kármico se acumula y usurpa las funciones del espíritu, una persona puede ser presa de una espiritualidad falsa, apoyada por personalidades falsas y experiencias espirituales igualmente falsas. Una espiritualidad falsa es aquella que niega la divinidad innata del ser humano y la unión con el Yo, así como su estado de iluminación a priori.
La acumulación del equipaje kármico puede incluso originar una espiritualidad fragmentada que deseche los aspectos esenciales de la naturaleza humana o causa un enfrentamiento entre una parte de la mente individual y el ego, en un vano esfuerzo por alcanzar falsos objetivos espirituales. Un conflicto de esta naturaleza no sólo es inútil sino que es, en esencia, un subterfugio utilizado por la mente individual y el ego para frustrar los intentos de una persona por liberarse del sofocante control del equipaje kármico.
El equipaje kármico a nivel mental
Cualquier obstáculo en el flujo de la energía descalificada a nivel mental (el mundo del intelecto) desestabilizará la conciencia, la creatividad, la paz mental, la memoria y el equilibrio normal del razonamiento inductivo y deductivo. De hecho, una vez que surgen obstáculos en la transmutación y la transmisión de la energía descalificada a nivel mental, será casi imposible ir hacia el interior. Por el contrario, veremos a nuestro Yo atrapado en el diálogo interno (la charla incesante entre la mente individual y el ego) y reaccionando a los subcampos y las proyecciones de la energía calificada en el plano mental.
La conciencia humana es una de las funciones de la energía descalificada a nivel mental y, al igual que cualquier forma de energía, la conciencia requiere de un medio energético que le permita moverse. Sin la suficiente energía descalificada que sirva como medio, la conciencia del microcosmos se verá severamente restringida y los individuos se verán atrapados fuera de sí mismos en el plano mental, con la correspondiente pérdida de la creatividad, la concentración, la intuición y la memoria.
Con suficiente tiempo, el intelecto —que se compone del conjunto de cuerpos de energía que funciona dentro del rango de una limitada conciencia humana— tendrá sus funciones obstaculizadas. Es el intelecto el que posee la innata capacidad de reconocer y organizar los fenómenos y los objetos del ambiente exterior en una estructura coherente y son las funciones y los aspectos de la mente asociada con el intelecto, lo que permite que una persona funcione de manera consciente y manifieste su conocimiento dentro de esta estructura.
En el plano mental, tanto la energía descalificada como la energía calificada que contienen la información proveniente del ambiente exterior influyen en la conciencia humana y la mente superior e inferior, particularmente el intelecto, procesa esta información. El equipaje kármico puede obstaculizar este proceso. Los desafortunados individuos que han visto desestabilizadas sus funciones mentales a causa del equipaje kármico, a menudo sentirán como si su mente se hubiese vuelto confusa o estuviese corriendo fuera de control.
En situaciones extremas, cuando las fronteras se han debilitado y una suficiente energía calificada invade el propio espacio corporal a nivel mental, surgen las personalidades falsas. Las personalidades falsas, en el plano mental, pueden ser tan convincentes (una persona fastidiosa y molesta) que el infortunado individuo comienza a pensar, y finalmente a sentir y actuar de una manera antisocial o en contra del Yo. Con suficiente tiempo, las personalidades falsas, apoyadas por la mente individual y por el ego, pueden usurpar el lugar y la función de los cuerpos del intelecto, principalmente si han sido expulsados del propio espacio corporal.A la larga, pueden crecer lo suficientemente fuertes para obligar a una persona a cubrir sus necesidades y deseos a expensas de su huésped o a expensas de otras personas con quienes se relacionan.
El equipaje kármico a nivel emocional
Cualquier alteración de la energía descalificada a nivel emocional (el mundo del alma) limitará nuestra capacidad para manifestar y/o expresar o incluso para sentir la energía emocional.
La emoción humana es una función de la energía descalificada en el mundo del alma. Como cualquier forma de energía, la emoción requiere de un medio energético a través del cual moverse. Sin la suficiente energía descalificada que funcione como medio, las emociones serán reprimidas y nuestra percepción del ambiente interior en el mundo del alma se verá profundamente limitada.
Existen solamente cuatro emociones auténticas: la ira, el miedo, el dolor y la alegría. Son auténticas porque emergen de los chakras que se localizan en lo más profundo de nuestro propio espacio corporal en el mundo del alma. La ira emerge a través del segundo chakra, el miedo a través del tercer chakra, el dolor a través del cuarto chakra y la alegría a través del quinto chakra (para conocer más acerca de los chakras y de las emociones, consulta el capítulo doce).
Cuando el prana fluye adecuadamente a través del sistema humano de energía y no se ve limitado por el equipaje kármico y/o por el apego a nivel emocional, las cuatro emociones auténticas son expresadas de manera espontánea sin miedo y se liberarán por la emoción resolviéndose por medio de los músculos faciales y de los órganos de expresión —la boca y los ojos.
Los seres humanos han desarrollado la capacidad para manifestar estas cuatro emociones a través del llanto, de los gritos, de los alaridos, etcétera, así como para expresarlas también a través de sus ojos y de los músculos faciales. Si una emoción ha sido resuelta y expresada de manera espontánea, surgirá una sensación de satisfacción que señala que la energía emocional reprimida ha sido liberada y que se ha restablecido el saludable flujo de la energía descalificada a través del sistema humano de energía. Los apegos kármicos,