Los hermanos Karamazov. Федор Достоевский
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Читать онлайн книгу Los hermanos Karamazov - Федор Достоевский страница 54
–Porque creo ciegamente lo que me dice en la carta.
–Me ofende usted.
–Apenas la leí, me dije que todos sus deseos se realizarían. Cuando el starets Zósimo muera, tendré que dejar el monasterio. Luego acabaré mis estudios, me examinaré y, cuando tengamos la edad que señala la ley, nos casaremos. La querré mucho. Aunque no he tenido tiempo de pensar en ello, he comprendido que nunca hallaré una esposa mejor que usted. Tengo que casarme porque el starets me lo ha ordenado.
–Soy una persona anormal, un monstruo —objetó Lise riendo y con las mejillas arreboladas—. Han de llevarme en un sillón de ruedas.
–Yo mismo empujaré el sillón. Pero estoy seguro de que entonces ya estará usted completamente bien.
–¿Está usted loco? —exclamó Lise nerviosamente—. ¡Forjar planes sobre una simple broma!… Aquí llega mamá. Oportunamente, por cierto… ¿Cómo has tardado tanto, mamá? Y aquí tenemos también a Julia con el agua.
–¡Por todos los santos, Lise, no grites! La cabeza me va a estallar… La culpa de que haya tardado tanto es tuya: has cambiado de sitio las hilas… He estado mucho tiempo buscándolas… Sin duda lo has hecho expresamente.
–¿Expresamente? ¿Es que yo sabía que Alexei vendría con un mordisco en un dedo? ¡Qué cosas tan chocantes dices, mamá!
–Admito que sean chocantes; pero te aseguro que hablo con el corazón, al ver ese dedo de Alexei Fiodorovitch y todo lo demás que aquí está sucediendo. Mi querido Alexei Fiodorovitch, no son los detalles por separado lo que me trastorna, no es ese Herzenstube por si solo el que me inquieta, sino el conjunto. Esto es lo que no puedo soportar.
–Deja en paz a Herzenstube, mamá —dijo Lise riendo alegremente—, y dame el agua y las hilas. Esto es agua blanca, Alexei Fiodorovitch: ahora me acuerdo del nombre. ¡Un excelente remedio! Mamá, ¿sabes lo que ha hecho?: pelearse con unos chiquillos en la calle. Uno de ellos le ha mordido. ¿No te parece que esto demuestra que también él es un chiquillo? ¿Y crees que un joven que hace estas cosas puede casarse? Pues se quiere casar, ¿sabes? ¡Alexei casado! ¡Es para morirse de risa!
Y Lise reía con su risita nerviosa, mientras miraba a Aliocha maliciosamente.
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