Educar para la paz. Ricardo Delgado Salazar

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Educar para la paz - Ricardo Delgado Salazar Libros de investigación

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esto obedece a un fracaso del derecho en su función social, como plantea García Villegas, sino también a las formas de socialización y educación en la sociedad.

      La cultura de la legalidad en la educación

      Una educación para la cultura de la legalidad, de acuerdo a lo planteado por Roy Godson (2005), necesita facilitar la comprensión de los bienes que persigue un derecho y una norma y las consecuencias de quebrantar la ley y obedecer la ley, evidenciando los beneficios para la sociedad. Este tipo de educación requiere involucrar a la familia y a la comunidad, para analizar, en conjunto, las costumbres y valores que se han naturalizado como aceptables en la sociedad, en un margen de cultura de la ilegalidad que es necesario deconstruir en los imaginarios y prácticas sociales.

      En la iniciativa “Un acercamiento a la educación legal y la justicia restaurativa”, promovida por la Corporación Excelencia en la Justicia, la Cámara de Comercio y la Corporación Autónoma de Madrid, España (2010), se analizó el caso Cali-Armenia-Quindío y se impulsó una experiencia piloto, para promover la educación ciudadana en justicia, derechos y deberes, cultura de la legalidad, la justicia restaurativa como una alternativa para el abordaje de los conflictos y el sistema de sanciones y disciplina escolar. Dicha experiencia, basada en el modelo de Aprendizaje Basado en Problemas (ABP) y la aplicación escolar de la cartografía social del conflicto, aportó una alternativa ilustrativa sobre la forma de emprender la formación ciudadana para impulsar las nociones de lo justo y lo injusto; “derrotar los dragones del irrespeto, la intolerancia y la violencia” (p. 117); promover el conocimiento de los derechos, la conciencia de los deberes, los mecanismos para hacerlos valer y exigir justicia y los mecanismos para resolver los conflictos; hacer denuncias, y acceder a formas alternativas de sanción, con mayor componente pedagógico.

      Aquí, se ha indicado que cada sociedad debe desarrollar su propio acercamiento a la cultura de la legalidad, lo cual es objeto de la educación ciudadana, para que se entienda qué es ser sujeto de derechos, pertenecer a un Estado de Derecho, disfrutar derechos y cumplir deberes.

      El papel de los manuales de convivencia escolar

      Autores como Álvarez, Arcila, Ercila y Pereira (2002), Dorado y Cuchumbé (2005), Pabón y Aguirre (2007) y Arias (2012) han indagado en las formas como se construyen los manuales de convivencia, los principios que orientan su formulación y la justicia que prima en su concepción y aplicación. En general, los autores coinciden en afirmar que pese a los avances normativos, la cultura escolar en materia de disciplina y normatividad no cambia sustancialmente y sigue apegada a una construcción de normas basadas en morales particulares de concepción del bien, sin abordar a profundidad la interdependencia de los manuales con las exigencias de la norma superior establecida por la Constitución Política y con una adecuada y flexible lectura de los nuevos tiempos, permeados por la secularización de la educación, la globalización de la cultura, la era digital y la dominación de las éticas del mercado y del consumo.

      En términos generarles, en estos estudios, se aprecia una yuxtaposición de los sistemas normativos positivistas de morales particulares, que se imponen a una debida interpretación de los derechos humanos, y el apego a las tradiciones disciplinares, que privilegian el desarrollo de normas de control y sanción con un énfasis punitivo, más que pedagógico y restaurativo. Aquí, el campo analítico se relaciona directamente con el papel garante de los derechos que debe tener la escuela, centrado en el reconocimiento de las y los estudiantes, como sujetos de derechos a los que se les debe garantizar el respeto a su dignidad, la identidad, la libertad, el desarrollo, la educación, la salud y un ambiente democrático, para que experimenten, desde la escuela, la ciudadanía como una vivencia próxima y formadora (Arias, 2012). Particular interés debe tener, en el actual contexto, la actualización de los enfoques de construcción y desarrollo de los manuales, dada la importancia de realizar la política educativa en materia de derechos y las nuevas disposiciones legislativas sobre la Ley de Convivencia Escolar y la Cátedra de la Paz, que conlleva un nuevo escenario para fortalecer la convivencia, el gobierno y la justicia escolar.

       Cuarta trayectoria: sobre la educación para la ciudadanía

      Las relaciones que se pueden identificar entre ciudadanía y paz son diversas y complejas, dadas las posibilidades de comprender la forma en que se pueden interrelacionar los respectivos atributos que la constituyen y las implicaciones que esto conlleva en el campo de la educación. Para ello, y con el objeto que nos congrega en este texto centrado en la educación para la paz, pasaremos a desarrollar los aspectos que relacionan la ciudadanía y la paz como objetos de la educación con algunos de los aportes construidos desde la investigación en este campo de conocimiento.

      Aspectos que relacionan la ciudadanía y la paz como objeto de la educación

      Para comenzar, habría que decir que el concepto moderno de ciudadanía está en crisis en el contexto mundial y, de manera particular, en Colombia. Esto, producto de la globalización, la economía, la creciente pobreza, el terrorismo internacional y la larga historia de violencia en nuestro territorio. Paralelo a ello, estos fenómenos vienen erosionando el modelo de organización política, bajo la forma de Estado Constitucional, heredado del liberalismo, el cual ha estado centrado en tres elementos: el territorio, el pueblo y el poder soberano. Este estado de cosas desafía la configuración de la cultura política, la construcción de lo público y el afianzamiento de las prácticas ciudadanas en lo local y lo global en su compromiso con la justicia y la paz.

      El concepto de ciudadanía es polisémico, su comprensión está en permanente debate en relación con la sociedad, los valores y las preferencias de las y los ciudadanos. Esta complejidad ha incrementado la indagación investigativa para identificar los fundamentos pluralistas ético-políticos de las relaciones entre ciudadanos y Estado, en los contextos local y global, para establecer las relaciones entre el ser y el hacer ciudadano y las formas en que se experimenta la ciudadanía civil, social, cultural y política.

      La educación ha estado siempre relacionada con un modelo de sociedad política, que se ha manejado con diversas oscilaciones en la humanidad: desde la asunción de la educación como salvación, conservación y dominación hasta su comprensión como proceso de liberación, emancipación y transformación. Al profundizar en la educación, el ámbito de la naturaleza política de la relación sociedad-Estado, la forma en que se configuran las identidades, el ejercicio de las libertades y la participación y el poder público, se encuentra constantemente el papel de la educación ciudadana, en el que se perfilan los valores, actitudes y prácticas, que posibilitan este tipo de asociación y su contribución a la paz. Así contextualizada la relación entre ciudadanía y paz, y el papel de la educación, pasaremos a tratar algunos elementos de la construcción de conocimiento que desde la investigación se ha construido al respecto.

      Aportes a la paz desde la investigación en torno a la educación ciudadana

      En el caso particular de Colombia, a partir de 1998, el Ministerio de Educación inició la definición de lineamientos curriculares en torno a la educación en ética, valores, democracia y ciudadanía. En el año 2004, fueron publicados los Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas del MEN, los cuales proponen un saber hacer en contexto en torno a: la convivencia y paz, la participación, la responsabilidad democrática, la pluralidad, la identidad y la valoración de las diferencias. A partir de ello, se han desplegado múltiples acciones formativas, programas educativos (en las secretarías de educación, las instituciones educativas y otras organizaciones) e investigaciones y evaluaciones (Pruebas Saber), que permiten dar cuenta de la dinámica y protagonismo de la ciudadanía y la paz en el contexto educativo nacional y latinoamericano.

      En el campo de la investigación, son múltiples los estudios desarrollados sobre la ciudadanía y sus ámbitos de realización en torno a las identidades, los derechos, la equidad de género, el reconocimiento de las minorías, la democracia, la educación cívica, la educación constitucional y, de manera

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