Únicas. Néstor Braidot

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Únicas - Néstor Braidot

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      Bioquímica y farmacóloga estadounidense.

      Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1988.

      Su trabajo hizo posible el trasplante de órganos.

      Desarrolló medicamentos contra el cáncer, la leucemia infantil, la gota, las infecciones urinarias, la malaria, el herpes viral y diversas enfermedades autoinmunes.

El cerebro femenino en los parlamentos del mundoDatos de 2018
• Ruanda: 61,3%• Cuba: 53,2%• Bolivia: 53,1%• México: 48,2%• Islandia: 47,6%• Granada: 46,7%• Namibia: 46,2%• Suecia: 46,1%• Costa Rica: 45,6%• Nicaragua: 44,6%• Sudáfrica: 42,7%• Senegal: 41,8%• Finlandia: 41,5%• Noruega: 40,8%• España: 40,6%• Nueva Zelanda: 40%• Francia: 39,6%• Bélgica: 38,7%• Dinamarca: 37,4%• Austria: 36,5,3%
Fuente: Elaboración propiaDatos: Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU

      En el ámbito político, la participación femenina se ha incrementado a nivel mundial y esa tendencia continúa en ascenso en modo sorprendente si tenemos en cuenta que recién en 1948 se reconoció el sufragio femenino como derecho humano universal, y que en Europa las mujeres pudieron votar por primera vez en 1907 (Finlandia).

      Los datos de 2018 arrojan resultados notables, no solo porque en algunos países la cantidad de mujeres en el parlamento supera el 50%, sino también porque los que tienen un porcentaje mayor son del Tercer Mundo. El caso más llamativo, entre los más rezagados en este sentido, es el de Estados Unidos: 19,6%, un número inferior al de Arabia Saudita.

      En el mundo laboral las cifras son opuestas dado que, junto con Canadá, Estados Unidos es el país con mayor contratación de mujeres (aproximadamente el 48%) y se estima que en 2024 el 26% de los puestos ejecutivos estarán ocupados por ellas.

      En el ámbito científico la mujer se ha destacado en todas las ciencias y en todos los niveles, sin embargo, y tal como puede leerse en un especial del diario español El País, “no las vemos porque la historia se ha encargado de esconderlas”.

      De esto dan fe los informes actuales. Para la UNESCO, menos del 30% de investigadores científicos en el mundo son mujeres y, más aún, sus posibilidades de ascender y hacer carrera son menores a las de los hombres. En lo personal, y si bien existen brechas que complican el desarrollo de la mujer en este campo, no tengo dudas de que este número va a cambiar: pocas veces he visto luchas más firmes y sólidas como las que se visibilizan en la primera década de este siglo por la igualdad de género.

      Por ello, por mi admiración por la mujer y, particularmente, “por su cerebro”, en esta obra hallarás pequeñas biografías de mujeres de ciencia cuyos descubrimientos han generado avances que mejoraron la calidad de vida de muchas personas en el mundo entero.

      Mujeres en acción. Presente y proyecciones futuras

      El notable protagonismo que han adquirido algunas mujeres, que se visibiliza año tras año el 8 de marzo, cuando se celebra internacionalmente su día, explica (en parte) el interés creciente por descubrir el soporte neurobiológico que sustenta sus logros.

      En lo relacionado con el liderazgo y todos los puestos que requieran habilidades de comunicación, el cerebro femenino se lleva la mayor parte de los créditos dado que posee mayor cantidad de neuronas espejo que el masculino, por lo tanto, es más empático y más comunicativo.

Cuando las mujeres progresan, las empresas progresan; sin embargo, estas continúan desperdiciando su talento.Las tasas de ocupación femenina han aumentado mucho durante los últimos cien años, y el ascenso de la mujer hacia las posiciones de CEO ha sido y sigue siendo notable.Sin embargo, hay diferencias que es imprescindible zanjar.• En los cargos altos siguen siendo minoría (en comparación con los hombres).• Su nivel de ingresos (en promedio) sigue siendo menor que el de los varones.

      La empatía emocional, que es la capacidad de sentir lo que otra persona está sintiendo (aunque en un grado menor), hace que la mujer tenga cualidades superiores a las del hombre para implementar la denominada gerencia de la felicidad, cuyo foco consiste en asegurar el buen clima laboral.

      El interés en este tipo de gerencia tiene su correlato en el liderazgo del futuro, enfocado en la espiritualidad en el mundo de las organizaciones e inserción social de los sentimientos. Ello no implica pasar a un segundo plano las habilidades cognitivas y los conocimientos técnicos necesarios para un buen desempeño; lo que se busca es potenciarlos en ámbitos de trabajo que propicien la motivación, la creatividad, la armonía y el bienestar laboral.

      Hablando siempre “en promedio”, dado que hay muchos hombres que implementan eficazmente esta especie de “filosofía práctica” en el mundo del trabajo que es la gerencia de la felicidad, no caben dudas de que el cerebro femenino tiene condiciones extraordinarias para ello.

      El cerebro femenino en acción

      Josephine Esther Mentzer

      (1908-2004)

      Estadounidense.

      Nacida en el barrio obrero de Queens (Nueva York), creó la gigantesca industria de cosméticos Estée Lauder, que lleva el apellido de su marido, Joseph Lauder, quien se convirtió en su socio.

      Su pasión por el cuidado de la piel y la cosmética comenzó a revelarse durante la adolescencia, cuando fabricaba cremas faciales y ungüentos en un horno casero.

      En 1998 fue la única mujer en la lista de “Los 20 genios comerciales más influyentes del siglo XX”, publicada por la revista Time. Previamente, en 1978, se convirtió en la primera mujer en ser condecorada con la Legión de Honor.

      Por ejemplo, en un informe presentado por Deloitte para el diario El Financiero (en Centroamérica, donde trabajo durante parte del año) puede leerse lo siguiente:

      • “Las mujeres exitosas crean climas laborales más sólidos para sus equipos con relación a sus pares masculinos”.

      • “Por su empatía, las mujeres suelen estar muy preparadas para gestionar entornos diversos o cambios dentro de la organización”.

      Destaca el informe, con el que coinciden otros que he leído y con mi propia experiencia como consultor, que los puestos clave ocupados por mujeres se ubican en una amplia gama de industrias, entre ellas, servicios financieros, alimentos y bebidas, consumo masivo y salud.

      Ahora bien, ¿cuántas mujeres ocupan el lugar que merecen? ¿Cuántas ganan el dinero que deberían ganar? La investigación empírica confirma que debería haber más mujeres en puestos de liderazgo; sin embargo, y aun cuando han demostrado con creces sus habilidades para conducir equipos de trabajo, en las gerencias y los cargos superiores la mayoría de los puestos siguen ocupados por varones y, lo que resulta más incomprensible aún, la mujer continúa en desventaja en materia de ingresos.

      Para que el lector pueda verlo con mayor claridad, en los apartados que siguen proporcionaré algunas cifras. Teniendo en cuenta que los datos cuantitativos terminan siendo abrumadores y difíciles de retener, utilizaré solo los que considero necesarios para que se pueda visualizar que en el siglo XXI hay varias zonas, incluidos los países avanzados,

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