Únicas. Néstor Braidot

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Únicas - Néstor Braidot

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el área comercial, el universo femenino y la emocionalidad son ampliamente estudiados dado que los clientes, particularmente las mujeres, eligen productos y servicios por la experiencia que significa su consumo. Cuanto mayor sea la impronta emocional, mayor será el nivel de recordación y fidelidad a una marca.

      Estas miradas en el interior del cerebro también permiten desarrollar técnicas de neuroaprendizaje y neurocapacitación que superan a las existentes dado que hombres y mujeres aprenden de manera diferente y resuelven problemas de manera diferente.

      Por ejemplo, si a una secretaria y a un secretario los conectan a un magnetoencefalógrafo mientras resuelven el mismo acertijo y llegan al mismo resultado, las neuroimágenes seguramente van a mostrar que siguieron caminos distintos.

      Estos avances en la investigación sobre el funcionamiento del cerebro se verán potenciados en el corto plazo, ya que existe un campo muy interesante de investigaciones focalizadas en desentrañar sus misterios.

      Entre las más importantes, se encuentran las estadounidenses (cuyo principal mentor ha sido el presidente Barak Obama) y el Proyecto Cerebro Humano (HBP) de la Comisión Europea.

• La magnetoencefalografía es una de las técnicas más prometedoras para conocer las diferencias morfológicas y funcionales de los cerebros femenino y masculino, entre otras razones, porque tiene capacidad para trabajar en tiempo real.Tal como puedes observar en la imagen, mientras la participante trabaja en un ordenador, el equipo (que en el futuro no será más grande que un secador de cabello) va estudiando su cerebro.

      Si bien están orientadas a descubrir tratamientos para enfermedades de tipo neurológico, estas investigaciones también contribuyen a que día a día sepamos más sobre las diferencias neurofisiológicas entre el cerebro masculino y femenino que predisponen tanto al hombre como a la mujer para procesar la información de una forma determinada y, posteriormente, decidir y actuar en consecuencia.

      En función de mi experiencia, no creo que falten muchos años para que la observación cerebral se convierta en una práctica de costumbre en uno de los ámbitos en los que trabajé toda mi vida: el de las organizaciones.

      Por ejemplo, una multinacional que necesite un líder para una subsidiaria en un país con serios problemas económico-sociales puede introducir a los postulantes en un equipo y analizar cómo reacciona su cerebro ante imágenes impactantes, como puede ser una revuelta originada por un conflicto gremial de corte violento.

      Sin duda alguna, el cerebro del hombre se iluminará de forma diferente al de la mujer, y lo mismo sucederá si, ante el mismo hecho, ambos géneros deben resolver un mismo problema y tomar una decisión.

      ¿De qué sexo será la persona elegida? No lo sabemos. Si bien los parámetros universales nos llevarían a inferir que en un contexto así puede funcionar mejor un hombre, el mundo está repleto de ejemplos de mujeres que han sido y son sumamente efectivas en ámbitos más difíciles que el descripto.

      Sentirse hombre o sentirse mujer: el punto de partida

      Hablar de diferencias de géneros y, más específicamente, de las cualidades diferenciales de la mujer –en las que también tienen una importante influencia los cuadros hormonales– exige que nos remontemos a la etapa de gestación, donde ambos sexos comienzan a configurarse como tales.

Las capacidades intelectuales y emocionales son independientes del género y de la identidad sexual.

      Para introducirnos en el tema, lo primero que necesitamos tener presente es que sentirse hombre o sentirse mujer no siempre coincide con el sexo biológico.

      En esta obra me referiré a personas heterosexuales, es decir (y valga la redundancia), a aquellas que siendo físicamente mujeres se sienten mujeres, y a aquellos que siendo físicamente hombres se sienten hombres.

      Ello no implica ningún tipo de discriminación dado que, lo destaco:

      El alto desempeño no tiene que ver con las preferencias sexuales, sino con las capacidades de las personas.

      Mis lectores y, sobre todo, los participantes de mis seminarios, saben que considero un verdadero anacronismo (por no hablar de prejuicios absurdos) la importancia que algunos reductos de la sociedad le siguen dando a la orientación sexual.

Ha habido momentos en que ser gay me ha resultado duro e incómodo, pero también me ha dado confianza en mí mismo, en seguir mi propio camino y levantarme frente a la adversidad y la intolerancia.Además, me ha dado piel de rinoceronte, lo que viene muy bien en el momento en que te conviertes en el consejero delegado de Apple.Timothy D. CookDirector ejecutivo de Apple Inc. en 2015.

      En la práctica, la efectividad profesional de personas que se han definido públicamente como gays no es superior ni inferior a la de cualquier otro colectivo.

      Por ejemplo, en 2015, cuando comencé a profundizar en este tema, circuló por todos los portales del mundo la siguiente frase: “Estoy orgulloso de ser gay”, que pertenecía nada menos que a Tim Cook, CEO de Apple, una de las empresas más exitosas del mundo. En el mismo año, alguien que había llegado nada menos que a ser presidente de un país (Colombia), César Gaviria Trujillo, comunicó a través de su sitio de internet su condición de homosexual.

• Los últimos descubrimientos científicos coinciden en que la orientación sexual comienza a definirse en la etapa fetal, por lo tanto, tiene un origen biológico.La mayoría de los especialistas sostienen que las diferencias genéticas hacen que los niveles hormonales durante la gestación sean diferentes, o bien, que el cerebro del niño o la niña que vendrán a este mundo reaccione en forma diferente ante la influencia hormonal.Por ejemplo, una investigación publicada en Science (1993;261:323), en la que participaron 114 familias, señala que existe un componente genético que predispone a la homosexualidad y que posiblemente sea este el que orienta la impregnación hormonal en el cerebro.

      El cerebro femenino en acción

      Jane Addams

      (1860-1935)

      Estadounidense.

      Premio Nobel de la Paz en 1931.

      Socióloga y con grandes habilidades para el liderazgo, luchó en contra de las guerras y por los derechos de las mujeres (incluyendo el sufragio) durante toda su vida.

      En 1889 fundó una de las primeras casas de acogida de inmigrantes en los Estados Unidos, y en 1915, la Liga Internacional de Mujeres por la Paz y la Libertad.

      Vivió públicamente y con naturalidad su relación de pareja con otra mujer, Mary Rozet Smith, con quien convivió durante más de treinta años.

      Queda

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