Superentrenamiento. Yury Verkhoshansky

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Superentrenamiento - Yury Verkhoshansky Entrenamiento Deportivo

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de aproximadamente 120 kN/m, en un ángulo de 0º a 30 kN/m, en un ángulo de 75º, de forma que la aportación del CES desciende espectacularmente a medida que aumenta la flexión de la rodilla. Este hecho tiene unas profundas implicaciones en la programación del entrenamiento pliométrico, en particular al limitar el ángulo articular para asegurar la idoneidad de la carga de choque en el complejo muscular.

      La ratio de frenado medida con la técnica de Greene y McMahon (0,34) fue aproximadamente tres veces mayor que el valor obtenido por Siff (0,12), ya que en su método obligaron a los sujetos a mantener un elevado nivel de tensión isométrica en el cuádriceps mientras oscilaban en la tabla flexible. Ello indica que la ratio de frenado varía con la intensidad de la tensión muscular.

      Es importante destacar que la vida de los puentes cruzados entre los filamentos de actina y miosina es limitada, variando de 15 a 120 milisegundos. Por lo tanto, para la utilización de la energía elástica almacenada, es vital que el período de estiramiento y el período de transición entre el estiramiento y el subsiguiente acortamiento (acción muscular concéntrica) sean cortos. Un estiramiento largo simplemente provoca un deslizamiento entre los componentes del complejo muscular, desperdiciándose el potencial elástico de los puentes cruzados. Sin embargo, un tiempo de emparejamiento corto provocado por un pre-estiramiento de poca amplitud evitará la rotura de los puentes cruzados y facilitará el mejor uso de la energía elástica almacenada durante la fase de acortamiento, que es de particular importancia en actividades como el salto, la halterofilia y la pliometría.

      Parece también que las fibras de contracción lenta (ST) y de contracción rápida (FT) tienen diferentes propiedades viscoelásticas, que les permiten hacer un uso diferente del círculo de estiramientoacortamiento. Por ejemplo, los tests de salto vertical muestran que una ejecución rápida, con una fase de estiramiento de poca amplitud, optimiza el rendimiento de los músculos vastos medios, que son ricos en fibras FT. Los músculos extensores de la rodilla en los sujetos con una mayor proporción de fibras ST (p. ej; corredores de larga distancia) obtuvieron mejores resultados en saltos más lentos, con una mayor amplitud y con un período de transición entre el estiramiento y el acortamiento más largo. Bosco y otros (1982) consideran que esta diferencia es una consecuencia de las distintas vidas de los puentes cruzados entre las fibras FT y las ST.

      Esta investigación sugiere que el modelo de Levin-Wyman debe modificarse como en la figura 1.18 para incluir elementos de frenado no-lineales (ya que los componentes musculares se mueven en un fluido) y un elemento deslizante (elemento éste que permite la no espiralización del tejido conectivo en reposo y el deslizamiento cuando la tensión alcanza valores críticos en el sistema).

      Además, la variación del nivel de rigidez en relación con el ángulo articular demuestra que las características mecánicas del CES y del CEP no son lineales. En otras palabras, estos componentes no obedecen simplemente a la Ley de Hooke (esto es, una fuerza F es directamente proporcional a una extensión x producida por una fuerza, o F = k.x, donde k es la rigidez mecánica). De este modo, el doble de amplitud de extensión no estará necesariamente asociado con el doble de tensión en los tejidos. El elemento de frenado no ha sido asociado al CEP, ya que existe un movimiento mínimo entre estructuras como el sarcolema y las vainas alrededor de las fibras musculares que se considera que comprenden al CEP.

      Los modelos musculares presentados en este texto destacan que el entrenamiento de la condición física no sólo debería centrarse en el desarrollo muscular, sino también en el acondicionamiento de todos los tejidos conectivos asociados con la estabilidad y la movilidad. Recientes descubrimientos confirman este hecho cuando establecen que un aumento de la fuerza puede no estar únicamente relacionado con un incremento de la densidad de los elementos proteicos contráctiles del músculo, sino también con una mejora de la transmisión de la fuerza desde las fibras musculares al sistema esquelético. A este respecto, un aumento de la fuerza del tejido conectivo y una mejor rigidez del complejo muscular pueden disminuir la disipación de fuerza generada por los sarcómeros individuales a los tejidos vecinos. La investigación en este aspecto fue instigada para explicar por qué la fuerza muscular puede aumentar sin aumento del la tamaño muscular o de la densidad de los filamentos musculares (ver la sección anterior titulada «Fuerza y tejido conectivo»).

      Figura 1.19 La interelación entre estabilidad y movilidad en la actividad humana.

      La hipertrofia producida por el acondicionamiento de la fuerza y por la mejora de la eficacia neuromuscular a través de un adecuado entrenamiento de velocidad-fuerza y por impulsión puede también afectar el almacenamiento y la utilización de energía elástica. Puesto que la hipertrofia se asocia con un aumento de la cantidad y la fuerza del tejido conectivo, así como con un incremento del número de puentes cruzados, el potencial para el almacenamiento de energía elástica también aumenta, especialmente si el entrenamiento incluye una adecuada estimulación neuromuscular. Este hecho puede ser de gran importancia para mejorar el rendimiento en deportes de potencia acíclicos como la halterofilia y los saltos y lanzamientos en atletismo, así como en especialidades de resistencia cíclicas como las carreras de fondo y el ciclismo.

      La movilidad y la estabilidad se fundamentan en gran parte en la flexibilidad y en la fuerza-flexibilidad, de forma que resulta importante comprender las implicaciones del modelo del complejo muscular integrado para acciones que involucran el estiramiento del tejido muscular del cuerpo. Este mode-lo revela que los distintos tipos de estiramiento tienen unos efectos específicos en los diferentes componentes del complejo muscular y que una completa preparación del deportista depende de la utilización de las diferentes clases de estiramientos durante los períodos adecuados. Este aspecto se analiza en detalle en el capítulo 3.

      El principio fundamental del movimiento animal se basa en que toda actividad es el resultado de un equilibrio entre estabilidad y movilidad en el cuerpo. Todo deporte, y su entrenamiento, conllevan el aprendizaje y la perfección de procesos que facilitan la adecuada y efectiva interacción de los mecanismos estabilizadores y de aquellos que movilizan las articulaciones en cada instante durante una determinada actividad. Tal y como se argumenta en la siguiente sección, algunos músculos tienen una función fásica como movilizadores primarios o movilizadores asistentes, mientras que otros tienen una función tónica o postural como estabilizadores. En algunas ocasiones se intercambiarán las funciones de los músculos para determinadas actividades, conviertiéndose los estabilizadores en movilizadores y viceversa. El equilibrio entre estabilidad y movilidad depende de la integración neuromuscular de factores como la fuerza, la resistencia y la amplitud del movimiento, así como de las propiedades mecánicas de los tejidos involucrados (en particular, la rigidez mecánica y la ratio de frenado). Este proceso se resume gráficamente en la figura 1.19.

      Los procesos neuromusculares, incluyendo los distintos reflejos del cuerpo, orquestan la interacción global entre estabilidad y movilidad para producir habilidad motriz. La amplitud del movimiento y la rigidez están íntimamente relacionados con la flexibilidad, donde la «rigidez» referida aquí es la rigidez mecánica de los tejidos que forman el complejo muscular (la constante de rigidez k en la ecuación de la Ley de Hooke relacionada con una fuerza F y una extensión x: F = k·x) y no la rigidez articular, que es un popular sinónimo de poca flexibilidad. La rigidez también determina la capacidad de los tejidos deformables para almacenar energía elástica (EE = fi k·x2). La eficacia del frenado, la capacidad de absorción y de disipar el choque o la vibración, desempeña un papel determinante en el almacenamiento y la utilización de energía elástica, así como en la prevención de lesiones en actividades que conllevan una rápida aceleración y deceleración. Aunque en la figura sólo se ilustra la fuerza, el término incluye todos los diferentes tipos de fuerza, mientras que la resistencia se refiere tanto a la resistencia

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