Baños de bosque. 50 rutas para sentir la naturaleza. Alex Gesse

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Baños de bosque. 50 rutas para sentir la naturaleza - Alex Gesse Petit Futé. Country Guide

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como la depuración del agua, la calidad del aire, espacio para la recreación y la mitigación y adaptación del clima». Esta es la definición que hace la UE de una infraestructura verde o azul, que incluye los ecosistemas acuáticos y las zonas terrestres (incluidas costales) y marinas.

      Los servicios ecosistémicos que prestan las áreas naturales y los ecosistemas funcionales son lugares en los que los ciudadanos pueden restaurar su salud y bienestar libremente y de forma asequible. Senderos dentro de los espacios naturales en los que disfrutar y poner en práctica actividades como las sugeridas en esta guía.

      Un cuarto aspecto se basa en la certeza de que el 80 % de la salud de las personas está relacionada con las comunidades donde viven, trabajan, juegan y aman. Los parques y jardines de nuestras ciudades y pueblos deberían formar parte de una estrategia que facilite la creación de corredores verdes que trasladen al ciudadano desde el interior de las zonas urbanas a los bosques más alejados, ya que la ciencia avala que estos entornos aportan beneficios similares a los entornos naturales. Para ello se debería contar también con la colaboración de los propietarios privados, pues ayudan a disminuir la presión que ejercen los seres humanos sobre las áreas protegidas y parques naturales. De esta manera se podrán crear espacios alternativos y oportunidades de desarrollo económico en áreas rurales y fomentar trabajos verdes o ecológicos.

      En quinto lugar, «los baños de bosque son una práctica salutogénica de conexión con la naturaleza que promueve la salud y tiene como objetivo mejorar el bienestar, aliviar el estrés y fomentar el reposo. Se basa en los principios de atención plena: la apertura de los sentidos a la atmósfera del bosque, disminuyendo la velocidad al caminar, inhalando el aire del bosque y fomentando una conexión emocional con el paisaje. Se involucra en una atención fácil». (Forest Therapy Institute, 2019)

      Aplicación práctica

      Vamos paso a paso también con la aplicación práctica. Los beneficios que enumeramos en el epígrafe anterior no son cuestión de magia, sino que se sustentan en la evidencia y en estudios científicos. Es algo que observamos diariamente en nuestra profesión, donde incorporamos la evidencia científica en nuestra metodología; además de la propia experiencia de los profesionales, que nos hace evolucionar. Algo que también hemos aplicado en la selección de las cincuenta rutas de esta guía.

      La ciencia apunta que los entornos naturales nos ofrecen ambientes restaurativos. Los espacios verdes están asociados al relajamiento, los microbios del suelo con la reducción de la depresión, la luz solar con la producción de vitamina D y la salud ósea, el aire limpio y la existencia del agua, que genera espacios con una mayor presencia de iones negativos, ayudan con las dificultades respiratorias, y los compuestos orgánicos volátiles (VOC por sus siglas en inglés) impulsan nuestro sistema inmunológico.

      En esta guía encontrarás información sobre el volumen de compuestos orgánicos volátiles emitidos en cada tramo de la ruta, en concreto de monoterpenos, también conocidos por relacionarse con los aceites esenciales de las plantas (en los mapas, números de color rojo asociados a cada tramo del camino). Además, cada ruta incorpora un gráfico que informa del nivel de ionización negativa del aire en cada tramo del recorrido (cada 100 metros).

      Las plantas y árboles emiten estas sustancias para protegerse de depredadores y parásitos, atraer polinizadores, reaccionar a factores estresantes y para comunicarse entre ellos. Es como mínimo curioso que ante el estrés climático, generado posiblemente por factores humanos, los árboles reaccionen emitiendo sustancias que estimulan nuestro bienestar. Si lo hicieran los seres humanos, hablaríamos de altruismo. En un paseo por el bosque absorbemos los monoterpenos de forma física (inhalación) y los incorporamos a nuestro torrente sanguíneo o psicológico (a través del sentido del olfato). Los monoterpenos han sido asociados y se les supone un efecto beneficioso para la salud, pues potencian el sistema inmunológico, entre otros beneficios.

      El volumen y el tipo de monoterpenos emitidos varía dependiendo de la especie, la biomasa foliar y las condiciones del ambiente: factores como la radiación solar, el viento y la temperatura son determinantes. Los monoterpenos se producen durante el proceso de la fotosíntesis; por esta razón, el que un árbol sea de hoja caduca o perenne tiene un impacto en el volumen de monoterpenos presente en el ambiente. En consecuencia, su presencia varía dependiendo de la estación del año, de la hora del día y de la dispersión provocada por el viento.

      Con respecto a la ionización del aire, esta se asocia con beneficios para nuestro sistema respiratorio, mejoras del estado de ánimo y con la relajación. La ionización del aire depende de la presencia de masas de agua —incluyendo la humedad del bosque—, de las caídas de agua, de los cauces, de la anchura de los ríos... A estos factores, ya de por sí variables, se les suman las tormentas, que modifican los niveles de ionización.

      Como resumen, has de saber que las gráficas e informaciones sobre monoterpenos de esta guía deben tomarse como simples pistas debido a la variabilidad en la emisión de los monoterpenos y los niveles de ionización del aire. Basados en los datos que arroja la investigación científica, son una invitación a que conozcas de manera sencilla estos conceptos y a que vagabundees por el bosque y adivines por qué en una zona figuran unos valores y en otras otros, o a qué características del entorno y a qué especies están asociados. Aunque, recuerda, los baños de bosque son una experiencia sensorial, no un análisis cognitivo.

      Monoterpenos

      Los monoterpenos son los principales componentes de los aceites esenciales de los vegetales. Las plantas y árboles emiten estas sustancias para protegerse de depredadores y parásitos, atraer polinizadores, reaccionar a factores estresantes y para comunicarse entre ellos. Se les supone que tienen un efecto beneficioso para la salud, pues potencian, especialmente el sistema inmunológico.

      En cada uno de los mapas de ruta de esta guía se ha incluido información sobre el nivel de monoterpenos de cada tramo. Los números de color rojo indican el nivel de monoterpenos y la mancha de color verde más oscura señala cada uno de los tramos.

      La elección de las rutas

      Como he mencionado, los espacios naturales son restaurativos: los paisajes verdes invitan a la relajación o la luz nos ayuda a generar vitamina D, entre otros beneficios sustentados por teorías que se erigen sobre la evidencia científica. Es decir, los factores que asociamos al bosque son multivariables e incluso, en algunos casos, están asociados a espacios naturales sin presencia de bosques. En concreto, si en algo coincide la comunidad científica es que hemos de investigar más, porque el estado de la ciencia, a día de hoy, no nos aporta datos suficientes que definan que un bosque o un itinerario es mejor que otro para nuestra salud y bienestar. La ciencia apoya, incluso, el hecho de que para la salud mental cualquier espacio natural es válido. En consecuencia, en esta guía evitamos caer en términos que llevan ineludiblemente a la dicotomía de pensar que algunos espacios y bosques no son terapéuticos o saludables, y otros sí. Todos los espacios naturales lo son, unos para unas personas y otros para otras, como veremos más adelante. Es simple y sencillo: el ser humano no se relaciona con todo tipo de personas.

      En conclusión, debemos recordar que todos los espacios naturales, sin excepción, nos prestan servicios ecosistémicos que tienen un impacto sobre la salud, la educación, los estilos de vida y trabajo y el desarrollo de los seres humanos. Quizá unos más que otros. En este contexto, las prácticas de salud y bienestar basadas en la naturaleza y en la evidencia son parte de la solución a la crisis de los sistemas sanitarios, la degradación del medio natural, la rápida urbanización y los cambios sociales con impacto negativo en la salud y calidad de vida. Sin olvidar el impacto en la justicia social y ambiental, que puede ayudar a revertir desigualdades y contribuir al tratamiento de algunos de los problemas de salud crónicos que surgen como consecuencia de la desigualdad socioeconómica. Por estos

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