Clústeres Logísticos. Yossi Sheffi

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Clústeres Logísticos - Yossi Sheffi

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Capital de riesgo en Silicon Valley

      Silicon Valley también vivió una ola de innovaciones financieras: el surgimiento de compañías de capital de riesgo como un nuevo tipo de institución financiera que reúne los fondos de inversionistas privados y los invierte en nuevas empresas altamente especulativas, tales como las nuevas compañías creadoras de alta tecnología. Los capitalistas de riesgo del Silicon Valley son los mecenas de los tiempos modernos. Mientras los empresarios proveen las ideas inspiradoras, los capitalistas de riesgo proveen el dinero y las directrices necesarias para dar vida a estas ideas. De esta manera, se podría decir que las compañías más importantes de capital de riesgo son los Medici de Silicon Valley. Los empresarios buscan con agresividad inversionistas como estos, pues la atención e inversión de parte de estas importantes compañías garantizan una fuente constante de fondos y apoyo para una nueva creación.

      Las oleadas de invenciones tecnológicas que empezaron durante la segunda mitad del siglo XX ganaron utilidades prodigiosas para las compañías de tecnología y sus inversionistas de capital de riesgo. Sand Hill Road, que conecta El Camino Real con la autopista interestatal 280, se convirtió en un mini clúster de capitalistas de riesgo, incluyendo compañías líderes como Kleiner, Perkins, Caufield & Byers (KPCB), Sequoia Capital, Battery Ventures, Draper Fisher Jurvetson (DFJ), y muchas otras. Estas compañías suministraron el dinero, los consejos y el apoyo a los empresarios, lo cual condujo a impresionantes retornos para los inversionistas. Por ejemplo, KPCB pagó $4 millones en 1994 por aproximadamente el 25% de Netscape y probablemente ganó cerca de mil millones de dólares al sacar al mercado sus acciones y ser adquirida por la suma de $4 mil millones por America online. Una inversión de $8 millones en Cerent obtuvo unos $2 mil millones cuando el fabricante de los equipos ópticos fue vendido a Cisco Systems por el monto de $6,900 millones en agosto de 1999. El mismo año, KPCB se unió a Sequoia Capital para invertir $25 millones por el 20% de Google; para octubre de 2010, la capitalización bursátil de Google era de unos $200 mil millones.

      otras inversiones exitosas de KPCB incluyen Amazon.com, AOL, Compaq, Electronic Arts, Flextronics, Genentech, Intuit, Lotus Development, Sun Microsystems y muchas más. En el 2011, más de 150 de las 475 compañías apoyadas por KPCB han sacado sus acciones al mercado desde 1972.

      Nuevas compañías subsistieron gracias al capital de riesgo, y compañías ya existentes acumularon grandes cantidades de dinero en efectivo por sus ventas de productos de alta tecnología altamente rentables. Durante el auge punto-com, las compañías de riesgo de nueva creación sacaron sus acciones al mercado para acumular miles de millones de dólares de capital adicional compensando a los inversionistas iniciales. Como resultado del amplio y profundo uso de las opciones de acciones para atraer empleados talentosos y listos para tomar riesgos, Silicon Valley creó millonarios instantáneos entre los empleados que se sintieron atraídos por ellas y que luego ayudaron a construir las compañías que se convirtieron en empresas cotizadas en el mercado de valores. Esto creó las semillas de la nueva generación de empresarios e inversionistas de capital de riesgo y estimuló la imaginación de pujantes empresarios de todo el mundo, muchos de los cuales emigraron al valle para fundar nuevas compañías.

       El papel de los mecenas

      Los Medici fueron extraordinarios mecenas y fuertes líderes políticos durante gran parte del Renacimiento, pero en realidad eran solo la más famosa punta del iceberg de los mecenas de las artes en Florencia. El desarrollo del clúster de las artes en Florencia se produjo antes del surgimiento de los Medici y sobrevivió los volátiles destinos políticos de esta tan famosa familia amante de las artes. otras familias acaudaladas florentinas como los Strozzi, Ricci, Macchiavelli, Brancacci, Canigiani, Frescobaldi y Pucci, comisionaron obras artísticas como frescos y piezas de altar para las capillas familiares, esculturas para los jardines y las villas, relieves en terracota policromados para interiores y exteriores de los edificios, y retratos de familia.20 Los mecenas ricos y los gremios competían para sobresalir en las más recientes y más importantes obras de arte, incrementando las comisiones que atrajeron aún a más artistas, en un mecanismo similar al auge tecnológico de 1995 a 2001 y del siguiente que empezó en 2009 en Silicon Valley. La densidad de mecenas o patrocinadores pudientes atrajo una concentración de ideas artísticas, y esta concentración de nuevas ideas, a su vez, atrajo los intereses de más patrocinadores pudientes, creando de este modo una retroalimentación positiva que dio como resultado las eternas obras de arte que caracterizaron el lugar y la época.

      De la misma manera en que las compañías líderes de capital de riesgo asumieron un papel activo en el manejo de las nuevas compañías que fundaron con su dinero, los mecenas florentinos dirigieron activamente las obras de los artistas, en vez de financiar pasivamente la producción del arte. Los mecenas presentaron especificaciones claras, lo que sugiere un conocimiento de los materiales del artista, un interés en el diseño artístico y un deseo de promoción personal a través del arte. Por ejemplo, cuando el banquero florentino Giovanni Tornabuoni comisionó a Domenico Ghirlandaio (el profesor de Miguel Ángel) la pintura de unos frescos para el presbiterio de Santa Maria Novella en 1485, el banquero especificó en el contrato los santos, las escenas, la cantidad de oro que debía usarse y el nivel de calidad del pigmento azul.21

       Mano de obra, educación y la corriente de conocimiento

      Sin la existencia de varios métodos formales e informales de educación y transferencia de conocimientos, las innovaciones artísticas pudieron haber permanecido como idiosincrasias de los artistas florentinos. Del mismo modo, sin el libre flujo de ideas de Silicon Valley y la transferencia tácita de conocimientos entre los ingenieros de software y los diseñadores de chips, muchas de las compañías que fabrican productos tecnológicos para nuestros hogares no hubieran tenido éxito.

       Gremios florentinos y procesos de mejora

      Florencia nos ilustra la manera en que la organización de la mano de obra y el entrenamiento estimularon el desarrollo de los clústeres económicos compartiendo conocimientos y mejoras en la productividad. Tres facetas de la sociedad florentina: el sistema de talleres, los gremios comerciales y el acceso al arte, condujeron al crecimiento económico de la ciudad como un clúster de las artes y al aumento local de las iniciativas artísticas.

      Los artistas practican la imitación desde hace mucho tiempo como medio de desarrollar nuevos talentos y métodos. Más que una forma de adulación, el estudio, bosquejo y copia intencional de los trabajos de otros artistas permitieron aprender nuevos talentos. Los historiadores del arte pueden rastrear con facilidad en las obras de los artistas la manera en que se compartió el conocimiento artístico. Composiciones, técnicas de línea, sombras, colores y ejecución de detalles particulares (ej. los pliegues en las vestiduras) ofrecen un código sobre las influencias adoptadas por un artista través del tiempo. Las cartas y los registros que sobrevivieron atestiguan los momentos en que los artistas se conocieron personalmente, crearon amistad y estudiaron a otros artistas. Dada la cronología de las obras de un artista, los historiadores pueden incluso detectar cuándo obtuvieron ideas en particular de parte de un colega en particular.

      Los talleres de los artistas florentinos raramente fueron lugares tranquilos de inspiración para los artistas solitarios; más bien eran fábricas (y escuelas) de producción de arte. Los artistas florentinos utilizaron un sistema de taller en el que los niños o jóvenes empezaban como aprendices en los talleres de los artistas maestros establecidos.22

      El sistema de talleres para el entrenamiento estimuló el copiar como talento clave, lo cual ayudó a la subsiguiente corriente de conocimientos. Los artistas, durante su entrenamiento, copiaron el estilo de su maestro porque de esta manera se esperaba que aumentaran la productividad del maestro. Sólo después que el joven artista lograra su maestría, podría dejar el taller, buscar sus propios clientes

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