Argentina-Brasil. Marcelo Gullo

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Argentina-Brasil - Marcelo Gullo страница 8

Argentina-Brasil - Marcelo Gullo

Скачать книгу

como “una zona de industrialización conjunta”. El Mercosur necesita una política nuclear única con un centro de investigación nuclear completamente unificado. La investigación y el desarrollo de la tecnología de punta de la tercera ola debe ser realizada conjuntamente como si se tratara de un solo Estado.

      La responsabilidad de Brasil

      En la realización de ese cambio de concepción y en la ejecución de los proyectos concretos que de ello surjan la responsabilidad mayor le cabe a Brasil. Sería absurdo postular que éste debería cumplir, dentro del Mercosur el rol que cumplió Alemania en la Comunidad Europea. Sin embargo, también es cierto –como afirma el sociólogo uruguayo Alberto Methol Ferré– que la elite intelectual y política brasileña “debe dejar de pensar que lo fundamental es que Brasil se industrialice para comenzar a pensar cómo se industrializa el conjunto”.[32] Si el poder más importante, y por lo tanto con la mayor responsabilidad, no sabe conducir el conjunto, asumiendo los costos del liderazgo, y sigue aplicando una política de incentivos que en la práctica hace que las inversiones no vayan a la Argentina o a Uruguay sino a Brasil –por ser éste el mayor mercado–, el Mercosur está condenado al fracaso. “El liderazgo brasileño”, afirma Methol Ferré, “no se da cuenta, o no se da cuenta suficientemente hasta hoy, de que sólo pueden ejercer un liderazgo si saben fortalecer sistemáticamente a sus socios. Lo que menos necesita Brasil son socios débiles. Porque si sus socios son débiles, no tiene socios y se van... el rey del hemisferio se llama Estados Unidos de América y no Brasil. Entonces, fatalmente, si Brasil no fortalece a sus socios, sus socios van a darle señales al rey. Es tan irremediable como justo. Brasil generará así su soledad”.[33] Brasil “necesita fortalecerse y fortalecer a su socio principal, la Argentina, para que se vaya convirtiendo en fortaleza de sus socios menores hispanohablantes de América del Sur [sin esta actitud] Brasil no podrá generar una real alianza sudamericana”. El liderazgo brasileño debe comprender, cabalmente, que para tener una política en América del Sur, “tienen que ser el mejor socio de los nueve países hispanohablantes de América del Sur. Ése es el nudo de nuestra actualidad histórica”.[34]

      La base de la integración no es económica

      El desafío del Mercosur no es solamente un desafío económico, es también un desafío cultural. Los países que lo integran deben complementar el proceso de industrialización y subirse al tren de la globalización tecnologizante sin vender, en el intento, el alma. Deben preservar sus identidades culturales. Los países del Mercosur son una parte de América Latina y toda América Latina –a despecho de importantes diversidades nacionales– conforma una sola unidad cultural claramente definida. América Latina, en su conjunto, es heredera y depositaria del humanismo clásico. Como brillantemente destaca Jaguaribe, esto se observa más fácilmente desde afuera y, particularmente, en el contraste entre la América Latina y la América sajona. El contraste se evidencia en la distinta medida en que cada una de las dos Américas dispone de condiciones tecnológicas y de valores humanistas. La América anglosajona es el universo del know how y el sitio de más alta tecnología del mundo, el reino del hombre light, del hombre “descartable”, la cuna de la ideología del consumo que ha vaciado de contenido la existencia humana, la que ha hecho que se perdiera el sentido de la vida y la existencia y que no da respuesta alguna a los momentos trágicos que visitan a todos los hombres y que culminan con la muerte. “Es interesante observar”, apunta sagazmente Jaguaribe, “que el humanismo, en Estados Unidos, constituye una especialidad académica. En América Latina es una práctica cotidiana que la gente hace sin saber que lo hace, por impregnación cultural”.[35] Ésa es la impronta propia de América Latina que debe preservar el Mercosur al mismo tiempo que ejecuta una agresiva política tendiente a alcanzar el desarrollo industrial tecnológico propio de la tercera ola. Esto requiere una política cultural única y una industria cultural audiovisual perfectamente integrada y orientada a preservar la identidad cultural. En la tercera ola las batallas culturales se dan fundamentalmente desde los medios de comunicación que, en el Mercosur, deben ser portadores de un nuevo ideal humanista que le devuelva al hombre el sentido de la vida y la existencia. Como afirma Hans Morgenthau, el imperialismo cultural es la más sutil y exitosa de las políticas imperialistas porque no pretende la conquista de un territorio o el control de la vida económica, sino el control de las mentes de los hombres, a través del cual establece una dominación sobre una base más sólida que la que puede establecer la conquista militar o económica.

      La sociedad de mercado-consumo por excelencia es la sociedad estadounidense. En ella se ha producido una alianza entre la elite dirigente y las llamadas “fuerzas del mercado”. En esta alianza, el rol del Estado norteamericano consiste en sostener, precisamente como “ideología de Estado”, la economía “fundamentalista” de mercado. Es cierto que esta ideología presenta “matices” menos dogmáticos cuando gobiernan los demócratas que cuando lo hacen los republicanos.

      Esta alianza hace que a medida que la forma de vida estadounidense

       –en la cual el ser ha sido reemplazado por la tríada “tener-parecer-aparecer”– se expande por el mundo refuerce, a su vez, la hegemonía norteamericana. Una hegemonía que impone, persuasivamente, su modelo de sociedad. Esta evolución no hace más que robustecer el poder incontrastable de las fuerzas del mercado. A su vez, la aceptación por parte de los países periféricos de la cultura de consumo de la América anglosajona y de la economía “fundamentalista” de mercado como única forma posible de capitalismo refuerza más aún la hegemonía estadounidense. Resulta claro, entonces, que el mayor desafío para el Mercosur consiste en la preservación de su identidad cultural humanista. Una identidad que privilegia el “ser” por sobre el “tener”.

      Si la tercera ola es la de la dominación cultural, la autonomía cultural, por contraposición, es la condición necesaria para la autonomía política y el desarrollo económico.

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4RxjRXhpZgAATU0AKgAAAAgABwESAAMAAAABAAEAAAEaAAUAAAABAAAAYgEbAAUAAAABAAAA agEoAAMAAAABAAMAAAExAAIAAAAeAAAAcgEyAAIAAAAUAAAAkIdpAAQAAAABAAAApAAAANAABEXA AAAnEAAERcAAACcQQWRvYmUgUGhvdG9zaG9wIENTNiAoV2luZG93cykAMjAyMDowNzoxNiAxMjoy MTowMwAAA6ABAAMAAAAB//8AAKACAAQAAAABAAAH+qADAAQAAAABAAALuAAAAAAAAAAGAQMAAwAA AAEABgAAARoABQAAAAEAAAEeARsABQAAAAEAAAEmASgAAwAAAAEAAgAAAgEABAAAAAEAAAEuAgIA BAAAAAEAABstAAAAAAAAAEgAAAABAAAASAAAAAH/2P/iDFhJQ0NfUFJPRklMRQABAQAADEhMaW5v AhAAAG1udHJSR0IgWFlaIAfOAAIACQAGADEAAGFjc3BNU0ZUAAAAAElFQyBzUkdCAAAAAAAAAAAA AAAAAAD21gABAAAAANMtSFAgIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAEWNwcnQAAAFQAAAAM2Rlc2MAAAGEAAAAbHd0cHQAAAHwAAAAFGJrcHQAAAIEAAAA FHJYWVoAAAIYAAAAFGdYWVoAAAIsAAAAFGJYWVoAAAJAAAAAFGRtbmQAAAJUAAAAcGRtZGQAAALE AAAAiHZ1ZWQAAANMAAAAhnZpZXcAAAPUAAAAJGx1bWkAAAP4AAAAFG1lYXMAAAQMAAAAJHRlY2gA AAQwAAAADHJUUkMAAAQ8AAAIDGdUUkMAAAQ8AAAIDGJUUkMAAAQ8AAAIDHRleHQAAAAAQ29weXJp Z2h0IChjKSAxOTk4IEhld2xldHQtUGFja2FyZCBDb21wYW55AABkZXNjAAAAAAAAABJzUkdCIElF QzYxOTY2LTIuMQAAAAAAAAAAAAAAEnNSR0IgSUVDNjE5NjYtMi4xAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAABYWVogAAAAAAAA81EAAQAAAAEWzFhZWiAA AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAWFlaIAAAAAAAAG+iAAA49QAAA5BYWVogAAAAAAAAYpkAALeFAAAY2lhZ WiAAAAAAAAAkoAAAD4

Скачать книгу