El carácter de la filosofía rosminiana. Jacob Buganza

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El carácter de la filosofía rosminiana - Jacob Buganza Biblioteca

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el método seguido por el filósofo de Friburgo parece limitar el conocimiento humano a la intuición sensible, por lo cual no logra alcanzar, precisamente, la fundamentación ontológica. En tercer lugar, con respecto a la antropología filosófica, al reducir el conocimiento al conocimiento sensible, el hombre queda asimismo reducido, de donde, en cuarto lugar, el intellectus humano no posee distinción de grado con respecto al conocimiento sensorial, lo cual vuelve ininteligible que el hombre sea capaz de captar en su máxima inteligibilidad al ente y sus constitutivos, a saber, el ser y la esencia, que no están necesariamente dotados de materialidad.

      En quinto lugar, la develación del ser es distinta en ambas filosofías, ya que Tomás de Aquino se enfoca a develar el esse del ente, el cual no es sino la actualización de la essentia, rechazada frecuentemente por Heidegger. El esse es, para el tomismo, el acto primero del ente, es decir, su primera perfección; el tomismo de forma insistente señala el doble constitutivo del ente, ya que la essentia no se da factualmente sin el esse, pero el esse no se da sin la essentia, a la cual actualiza. En sexto lugar se aprecia la diferencia que aporta el platonismo en la filosofía tomista, en relación con la participación, porque siendo el ente contingente, es decir, pudiendo no ser en vez de ser, es necesario que el esse sea participado por algo que lo posea esencialmente, a lo cual la tradición tomista llama Ipsum Esse Subsistentes, que no es sino Dios. Pero, en el fondo, las discrepancias se refieren a la manera de entender la metafísica. Para Tomás de Aquino la prima philosophia y la theologia se ordenan, en último análisis, al conocimiento de Dios, y por tanto se habla de scientia divina. Para decirlo con Gilson, la ciencia de los primeros principios del ser se ordena por completo al conocimiento divino, a saber, el ser que es pura y simplemente: “La ciencia de la esencia del ser en general no está en ella sino en vista de la ciencia del supremo Existente”. 78 . En el punto de partida hay divergencias, aunque en algunos otros sitios haya convergencias, pero si el punto de partida es distinto, esto es, la manera en que ha de entenderse la metafísica es conceptualizada de manera diferente, es seguro, por no decir necesario, que la ontología que se sustente sea asimismo diversa.

      Rosmini, ¿ontologista?

      1. Introducción

      En este trabajo se tiene como intención examinar si en verdad la filosofía de Antonio Rosmini cae en el ontologismo. Para ello, se recurre al novedoso texto de Alan Vincelette, Recent Catholic Philosophy. En este último, nos parece que el ontologismo al menos puede entenderse de tres maneras, por lo cual revisaremos dentro de cuál de esta tripleta de acepciones podría encuadrarse a Rosmini. En este contexto, discutiremos la postura de Vincelette recurriendo a algunos textos poco advertidos de Rosmini contenidos en la Storia comparativa e critica dei sistema intorno al principio della morale.

      2. Desarrollo

      Es frecuente encontrar clasificado a Antonio Rosmini entre los ontologistas, aunque no siempre queda claro por qué es así. El propósito de este trabajo consiste en visualizar si tal tesis es cierta. Para ello, nos serviremos del excelente texto de Alan Vincelette que lleva por título Recent Catholic Philosophy, en él su autor, como buen estudioso de la historia de la filosofía, comienza dando una noción de ontologismo que ha de servir de guía para su exposición, lo cual equivale a querer aclarar en qué sentido se afirma que un autor pertenece a una corriente específica. Ahora bien, nos parece que la definición de la que echa mano está reelaborada de tres maneras que vale la pena analizar con detalle, ya que a manera de hipótesis nos dará la pauta para apreciar si Rosmini es o no un ontologista, y si lo es, en qué sentido.

      Lo primero que escribe Vincelette acerca del ontologismo es lo siguiente: “Ontologismo es la concepción de que todos los hombres pueden adquirir una visión directa de Dios (o de un componente de Dios), en esta vida” 79 . Como se desprende de un simple análisis, esta primera descripción de hecho incluye dos aspectos: (i) la visión directa de Dios, y (ii) la visión de un componente de Dios. No son realmente la misma cosa. En especial si (ii) fuera verdad, entonces casi todos los sistemas filosóficos serían ontologistas, incluyendo ciertamente el rosminiano. Pero antes de pronunciarnos sobre el asunto, veamos una segunda reelaboración del concepto que nos dará más pistas para entender lo que Vincelette tiene en mente. Escribe que en cierto grado todos los hombres tienen un conocimiento de Dios, el cual es fundamental para el conocimiento en sí; sin el conocimiento de Dios el conocimiento en general se tornaría imposible:

      Lo es porque la primera idea presente a la mente humana, de la cual dependen todos los otros conocimientos, es una intuición del ser puro (considerado por los ontologistas frecuentemente como Dios mismo o un componente o una pertenencia de Dios presente en nuestras mentes). Y este conocimiento del ser puro no se deriva de la percepción sensible, sino que está directamente implantada en el alma humana por Dios al momento de su creación. 80

      Es importante destacar que ya no se trata necesariamente de una visión directa de Dios, sino de un componente suyo, que en este caso consiste en la idea del “pure being”. Ahora bien, entre paréntesis Vincelette afirma que los ontologistas consideran que tal idea es o Dios mismo o un componente de Dios presente en la mente humana. Nuevamente están inmiscuidos, en su definición, (i) y (ii). Por último, agrega la demostración a priori de la existencia de Dios que, según su definición, proveen los ontologistas. Dice: “De acuerdo con los ontologistas, se pueden desarrollar pruebas a priori de la existencia de Dios basadas en su aserción de que todos los hombres tienen un conocimiento innato de Dios (o una pertenencia de Dios) que sólo deben reconocer en orden a ver que Dios existe”. 81 Nos parece que se trata de tres aspectos que abarca una sola definición; en otros términos, (i), (ii) y (iii) constituyen la definición de ontologismo. Para sintetizar esta postura puede reelaborarse de esta manera. Ontologista es una teoría filosófica que sostiene:

       (i) que el hombre tiene una visión directa de Dios;

      (ii) que el hombre visualiza un componente de Dios;

      (iii) que el hombre es capaz de deducir a priori la existencia de Dios.

      Tal parece que así queda constituida la definición de Vincelette. Ahora veamos lo que dice específicamente sobre Rosmini. En primer término, el filósofo estadounidense pondera que el Nuovo saggio sull´origine delle idee es ontologista, y asegura que se trata de una obra influenciada por las filosofías de Platón, San Agustín, San Buenaventura, Ficino, Malebranche, Gerdil y Kant. Omite mencionar, por supuesto, a Santo Tomás de Aquino, a quien Rosmini estudia profundamente. Es más, podría objetarse a Vincelette que si hay un filósofo que constantemente trae Rosmini a la palestra, es precisamente el Aquinate. Pero veamos de manera específica los argumentos que Vincelette esgrime para justificar su interpretación.

      Es cierto que Rosmini pondera que nuestras ideas no pueden originarse por completo a partir de la sensibilidad ni tampoco sólo a partir de la inteligencia. Es necesario, para concebir el conocimiento humano, tener presente tanto el aspecto material como el formal. El aspecto material es proporcionado por los sentidos, mientras que el formal tiene su origen en la estructura de la propia inteligencia, la cual, para el roveretano, consiste en la idea dell´essere. Empero, Vincelette escribe: “Nuestras ideas de alguna manera deben ser innatas e implantadas en nosotros por Dios”. 82 Es importante notar que este autor habla de ideas y no de la idea del ser. En contra de esto, hay que afirmar que Rosmini no sostiene una pluralidad de ideas innatas, sino una sola, que es la idea dell´essere. Además, el autor se refiere a partes del Nuovo saggio donde Rosmini no expone fehacientemente su filosofía, sino que muestra las posturas de otros filósofos deslindándose de ellas y siguiéndolas sólo en algunos puntos. De ahí que sea difícil realizar la exégesis que pide Vincelette.

      En donde el filósofo estadounidense sintetiza magistralmente la postura rosminiana es cuando escribe: “La propuesta de Rosmini es que todo pensamiento depende de la presencia de la idea innata del ser en el alma humana” 83 . Ya no se trata de una pluralidad de ideas, como menciona unas líneas arriba, sino de una sola. La idea de

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