Fútbol infantil. Endré Benedek
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Por consiguiente, disminuyen las exigencias sobre el aparato cardiocirculatorio y el aparato locomotor. El sistema nervioso es sobrecargado unilateralmente.
Se puede escoger entre cada vez más posibilidades de utilizar sus ratos libres de una manera provechosa (teatro, libros, conciertos, estudio de idiomas, aprendizaje de un instrumento, viajes, seminarios, hacer arte, televisión, radio, clubes recreativos etc.). También los cambios en el reparto del trabajo en las familias influyó en la organización de las actividades recreativas. La responsabilidad social del mantenimiento de la salud y la prevención de enfermedades fueron reconocidas mundialmente, así como el valor que para la salud ofrece el ejercicio físico regular y razonable.
El deporte, además, no es solamente una manera de ocupar su tiempo libre de forma atractiva, sino también un medio importante para la formación de la personalidad. Las exigencias escolares que plantean a nuestros hijos los diseños curriculares en cuanto a cantidad y contenido aumentan. Los múltiples estímulos ambientales, junto con una mayor transmisión de conocimientos e información, sobrecargan el sistema nervioso; siendo especialmente este sobreflujo de estímulos el que fomenta el estrés. De ahí, que puede desarrollarse el sentimiento de no reunir siempre la suficiente cantidad de energía para un esfuerzo físico, y hay niños que prefieren una ocupación pasiva. Sin embargo, un niño que pasa la mayor parte del día en el colegio, la guardería, el internado o llevando a cabo otras exigencias escolares, necesita mucho más la actividad lúdica, una carga física que le da frescura corporal y mental disolviendo sus tensiones. Una excelente posibilidad la ofrece también el fútbol, muy popular y practicado en Hungría.
LA POPULARIDAD DEL FÚTBOL
Al hombre -tanto al niño como al mayor- le gusta jugar. Los juegos más interesantes y variados son al mismo tiempo muy exigentes respecto a las capacidades intelectuales y físicas. Este deseo lo satisfacen en buena medida los juegos colectivos con balones.
El balón como aparato lúdico se conoce ya desde hace mucho tiempo; los pueblos de la antigüedad, pero también los chinos, los egipcios y los romanos y más tarde nosotros, los húngaros. Se golpeó el balón de una manera u otra con las piernas. Primero se jugó con balones rellenados de pelos de animales y en la época moderna se utilizaron balones provistos de vejigas. Muchos gráficos, imágenes y dibujos de este tiempo se han mantenido intactos e informan sobre el juego con el balón. Antiguamente, la manera más corriente de jugar al balón era moverlo con manos y pies en plazas y calles, incluso de un pueblo a otro, para alcanzar una determinada meta (en la mayoría de los casos puertas de iglesias).
Se sabe que el juego deportivo fútbol empezó su conquista triunfal a mediados del último siglo desde Inglaterra. Condición previa era la determinación de sus reglas de juego que permitieron la utilización de la mano sólo al portero y en el saque de banda.
El fútbol se extendió muy rápidamente no sólo en Inglaterra sino también en la Europa occidental y más tarde en la Europa del Este. En Hungría empezó a imponerse poco a poco al comienzo de este siglo, haciéndose popular a través del deporte escolar y adquiriendo también su sitio en los clubes. La federación húngara de fútbol se fundó en 1901 y ya en el mismo año se celebró el primer campeonato nacional. El fútbol húngaro conoce malos tiempos, pero también grandiosos éxitos: En 1938 la selección húngara obtuvo en el mundial de Italia la medalla de plata. Resultados sensacionales logró el “equipo de oro” que alcanzó fama mundial en los años cincuenta. Ganó como primer equipo en la cuna del fútbol al equipo inglés que no había perdido en casa durante más de 90 años. Los húngaros vencieron en este “Partido del Siglo” al equipo inglés con superioridad: 6 a 3. Este éxito no era ninguna casualidad, ya que medio año más tarde los húngaros vencieron también en Hungría con un juego brillante al equipo inglés con 7 goles a 1. Un punto culminante en la serie de victorias conseguidas durante 4 años iba a ser la copa del mundo en Berna, pero Hungría, de nuevo, sólo ganó la medalla de plata. No obstante, en los círculos del fútbol se consideró al equipo húngaro como el mejor del mundo. “Los húngaros revolucionaron el fútbol, todo el mundo quería aprender de ellos, y había cosas que aprender.” Mucha gente en el mundo conocía la alineación del “equipo de oro”. Vale la pena recordar los nombres de aquellos que dieron tanta fama al fútbol húngaro: Grosics, Buzánsky, Lóránt, Lantos, Bozsik, Zakariás, Budai, Kocsis, Hideg- kúti, Puskás, Czibor y el fraguador de la victoria Gusztáv Sepes. Una causa -y quizá la más importante- de la popularidad del juego, que fascina a tantos millones, es la simplicidad de sus reglas. Además de eso, hay que mencionar las pocas condiciones materiales necesarias. Para jugar al fútbol se necesitan solamente un campo más o menos grande y un balón. Las porterías se pueden marcar con cualquier objeto; y si hay algunos jugadores, ya puede empezar el juego. El juego y sus formas de jugarlo pueden ser determinados según el tamaño del campo y el número de jugadores. Las reglas pueden ser variadas según las capacidades, la meta a la que se aspira y las respectivas condiciones de juego. Así, el juego del fútbol gusta incluso a niños en la edad preescolar y a principiantes. El interés ya se despierta jugándolo sólo como pasatiempo. El juego colectivo da alegría, pero también el sentimiento de estar participando en el éxito.
Habilidosos y menos habilidosos pueden jugar juntos eficazmente en un equipo. Algunos con su buen dominio del balón, otros con su resistencia, otros con sus capacidades tácticas, su creatividad, y otros con su buen tiro o su velocidad, obtienen el reconocimiento de sus compañeros de juego.
El duelo directo e indirecto, el juego contra un adversario incitan al niño a la lucha. Los compañeros de juego consideran muchas veces como el mejor al que subordina el lucimiento personal a la victoria del equipo.
Los juegos con balones, en general, son atractivos para los niños. El fútbol es tan popular entre los deportes colectivos, porque es interesante la tarea de manejar y transmitir el balón con los pies, con la cabeza y con el cuerpo; de ahí que se da un gran número de posibilidades de resolución con respecto a la tácticas individual y colectiva suponiendo creatividad y riqueza de ideas.
Para que el fútbol húngaro alcance otra vez fama mundial, correspondiente a su vieja reputación, es necesario que tantos niños como sea posible lleguen a conocer y amar ese bonito juego. Si lo juegan y ejercen con alegría, sano afán de moverse y con la pasión de los viejos tiempos, nacerán nuevos talentos que tanto se necesitan.
ÁMBITOS DEL FÚTBOL DE CANTERA
Para conseguir éxitos en el fútbol de masas y en el desarrollo de la cantera, tenemos que encontrar aquellos métodos, competencias, y posibilidades que favorezcan la promoción de jóvenes futbolistas. El fútbol de cantera tiene distintos ámbitos con metas y tareas diferentes hallándose, sin embargo, interrelacionados. Las influencias del entorno y las posibilidades con carácter condicional para una actividad futbolística desempeñan un papel importante en el acercamiento de las jóvenes generaciones al deporte fútbol y en el desarrollo de las capacidades de juego y rendimiento.
El juego del fútbol en calles y plazas
Quien quiera jugar al fútbol encuentra posibilidades independientemente de su edad. Los niños buscan muchas veces una pared, un vallado o un muro, y ya empiezan. Si hay un compañero, ya puede comenzar la competición. Jugar contra una pared, una portería o tirar a dos porterías pequeñas, incluso un uno contra uno con dos porterías pequeñas son posibles. Si los niños están familiarizados con el balón y si en el barrio se encuentra un grupo mayor, eso se convierte en la mayoría de los casos en un juego regular. Este grupo de amigos se plantea rápidamente nuevas apetencias: no sólo quieren jugar entre sí, sino también contra otro equipo.