El último genio del siglo XX. Yuri Knórosov . Galina Ershova

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El último genio del siglo XX. Yuri Knórosov  - Galina Ershova Akadémica

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acabó el tiempo de paz,

      Es hora de despedirnos,

      Yo me voy, y te prometo

      Siempre ser fiel para ti.

      Y tú ten cuidado,

      No bromees con mi corazón,

      Sal, amiga, al tren de tu amigo,

      Despide al amigo en el frente.

      Temblará el tren militar,

      El tren volará como flecha,

      Yo desde el vagón,

      Tú desde el andén

      Triste me despides a mí:

      Pasarán los años,

      Y te buscaré otra vez

      Tú me sonreirás,

      y me abrazarás

      Entonces te besaré.

      Es increíble, pero esta muchacha aplica el mismo método que empleaba su coetánea mexicana Consuelo Velázquez. Parecía que la letra perteneciera a un hombre que dejaba a su amada al irse a la guerra. La letra se caracteriza por ser simple y clara: no hay nada patético, ni patriotismo llamativo, ni eslóganes estalinistas. El pueblo ruso siempre iba dignamente al combate contra el enemigo, con ojos abiertos y sabiendo que defendía a sus familiares, su tierra, su amor. No al caudillo, al zar o la ideología. Jamás lo hizo por el miedo ante el disparo de «mandos esenciales», como tratan de presentarlo en los países occidentales que durante siglos iniciaron e inevitablemente perdieron estas guerras contra los rusos...

      Pero, en 1941, Stalin reaccionará solo a principios de julio. En un mensaje transmitido por la radio llamará a la guerra «grande» y «del pueblo» –esto lo copia de la «guerra del pueblo» contra los franceses, encabezados por Napoleón en 1812. Aparece el nombre La Gran Guerra Patria. El pueblo aceptará sin mínima duda este nombre. Del mismo modo saldrá a luz la experiencia única de la resistencia en aquellos tiempos lejanos contra Napoleón: la de la guerra de guerrillas, de la cual Denís Davýdov fue el primer teórico y organizador.

      El pueblo ruso (a diferencia de todos los países europeos conquistados por los alemanes en unos meses de 1939 a 1940) no estaba acostumbrado a rendirse ante el enemigo. Por lo tanto, la guerra de guerrillas llegó a ser necesaria cuando el 9 de julio la dirección soviética se vio obligada a mover sus tropas aproximadamente a 300 kilómetros y ocupar la posición defensiva a lo largo de la vieja frontera estatal. La propaganda alemana y occidental había nombrado la zona como «línea de Stalin». Ésta consistía de áreas fortificadas desde el istmo de Carelia hasta el mar Negro.

      La aviación alemana dominaba en el espacio aéreo atacando a las partes que estaban en retirada y bombardeando a la población civil. Para el 8 de julio, la 11ª división alemana de tanques ocupó Berdichev. El 9 de julio, la 13ª división de tanques ocupó Zhitomir. Al terminar el día del 11 de julio, unidades de tanques de los alemanes llegaron hasta el borde exterior del área fortificada de Kiev, donde los enfrentaba principalmente la milicia popular sin armas. El enemigo rápidamente aplastó esta defensa sin siquiera fijarse en los milicianos inermes. De un día para otro, miles de personas quedaron en el territorio ocupado por el enemigo, y esto era una gran parte de Ucrania. Los bombarderos enemigos no dejaban en paz a las tropas soviéticas que se estaban retirando, bombardeaban los depósitos de municiones y combustible, destruían las ciudades y las vías ferroviarias. Los pilotos alemanes se entretenían persiguiendo incluso a algunas personas en particular (a los militares y a los civiles) que trataban de irse al oriente.

      Durante 18 días, el enemigo avanzó de 450 a 600 kilómetros hacia el oriente, ocupó un gran territorio, destruyó por completo 28 divisiones soviéticas y la mitad de otras 72 divisiones.

      Stalin tuvo la suficiente cobardía y desvergüenza para culpar de la retirada humillante a los generales de combate, quienes fueron los primeros en recibir el golpe y honradamente trataban de cumplir lo imposible, incluso a veces a pesar de órdenes estúpidas. No se culpaba a sí mismo ni a los comandantes militares cortesanos analfabetas.

      El 10 de julio se creó el grupo especial de ejércitos para tres direcciones estratégicas del Frente soviético-alemán: la noroccidental, con el jefe mariscal K. Voroshílov; la occidental, con el mariscal S. Timoshénko, y la suroccidental, con el mariscal S. Budénny.

      Estos jefes militares de la dirección superior del Ejército Rojo por lo general no tenían educación militar; ni siquiera educación universitaria. Durante la Guerra civil no tuvieron tiempo para estudiar; después, ya no le vieron ninguna necesidad. Había menos de 3% de militares que tenían educación superior en aquel entonces. Inclusive ambos narkomes (comisarios del pueblo) de la defensa en los tiempos de preguerra, Voroshílov y Timoshénko, tenían solamente la primaria y no sentían la necesidad de continuar sus estudios. Para Budénny, dirigir un ejército consistía en golpizas y lenguaje soez, igual que en los tiempos de su juventud semibandidesca.

      Los alemanes avanzaban precipitadamente, adentrándose en el territorio soviético. En la parte sureña del frente, las tropas soviéticas se retiraban lentamente hacia el oriente realizando encarnizados contraataques. Sin embargo, en los primeros días de agosto, el 6º y el 12º grupos de ejércitos de tierra soviéticos, con 7 sedes del cuerpo, 17 divisiones de infantería y 5 divisiones de tanques, fueron rodeados en la región de Pervomaisk-Uman. Una semana después fueron destruidos casi por completo. Más de cien mil militares se volvieron prisioneros. Para el 20 de agosto, los alemanes ocuparon toda la ondulación desde el Dniéper hasta Jersón. Alrededor de Kiev se estaba armando un anillo. Peor que los alemanes que habían avanzado desde Smolensk hacia el sur, el mismo día lograron ocupar la ciudad de Gómel, y sin detenerse siguieron su ataque a Chernigov. Las tropas soviéticas que cubrían Kiev desde el norte estaban obligadas a retirarse. El 22 de agosto, la dirección alemana dio la orden de exterminar por completo a las fuerzas soviéticas que defendían la capital de Ucrania.

      Sin embargo, el 26 de agosto Knórosov finalmente recibió una notificación. Durante todo el verano Yuri, como sus coetáneos, iba frecuentemente a la oficina de reclutamiento pidiendo que lo enviaran al frente, más aún porque este se aproximaba catastróficamente. Finalmente, el 10 de julio de 1941 le entregaron la cartilla militar, pero como militar no combatiente, debido a su enfermedad. No lo enviaron al frente. Ordenaron que esperara. ¿Esperar qué? Creo que en aquel tiempo muchos ciudadanos soviéticos se hacían esta pregunta.

      notificación

      Ciudadano Knórosov Yu.V.,

      Conforme a la orden del Comité Estatal de la Defensa núm. 320 de 26/viii-41, usted se moviliza a las labores militares de defensa en forma de reclutamiento.

      Se le ofrece presentarse con preparación completa el 1 de septiembre a las ocho de la mañana en el consejo municipal Yúzhnoye. Debe llevar una pala, ropa caliente, dos pares de ropa interior, una taza, una cuchara y un plato.

      Presidente del Comité Ejecutivo (firma ilegible)

      Así, el 1 de septiembre de 1941, en lugar de ir a las clases del tercer año en la Facultad de Historia, para Yuri Knórosov comenzó la guerra, que se convertiría en un episodio trágico de su vida, así como de la vida de millones de sus compatriotas. Cada uno de los fallecidos pasó su via crucis. Cada uno tenía su dolor. Los ecos de esta guerra perseguirían a Knórosov hasta la misma muerte sin dejar en paz incluso su memoria.

      ¿Qué

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