El último genio del siglo XX. Yuri Knórosov . Galina Ershova

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El último genio del siglo XX. Yuri Knórosov  - Galina Ershova Akadémica

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fue una mujer creyente. Parece que la fe le había ayudado a sobrevivir a todas las tragedias y las desgracias. Ella cuidaba sus íconos, ante los cuales siempre, y hasta la fecha, dejó encendida una lamparilla. Probablemente así es como intentaba reprochar silenciosamente a Valentín, el que fuera un ateo declarado. Sin embargo a él le gustaba repetir que «la fe era solo para las mujeres».

      Además, en casa siempre había mascotas: perros y gatos sin raza. A lo largo de toda su vida, la familia de los Knórosov estuvo relacionada con las historias de los animales.

      Galina logró graduarse y se convirtió en microbióloga; se trataba de una especialidad nueva para aquel entonces, y en las instituciones de investigación del tema lamentablemente casi no pensaban en medidas de protección. Galina se intoxicaba constantemente en su laboratorio, casi como si probara los métodos consigo misma. Por eso siempre se sentía cansada y se enfermaba a menudo. Pero ella había servido de ejemplo para su hermano Leonid, quien también había ingresado a la facultad de medicina, siguiendo los pasos de su hermana. Probablemente no fue casualidad que él escogiera la especialidad de toxicología.

      Para Yuri, después de su madre, su hermana era la persona más querida en su vida. Él no podía observar tranquilamente su sufrimiento. Así que también decidió firmemente ser médico.

      Por fin, en mayo de 1939, Yuri terminó sus estudios en la facultad para trabajadores del Instituto de Medicina núm. 2 de Járkov. En el certificado, en todas las asignaturas tenía «sobresaliente» excepto en lengua ucraniana y literatura ucraniana, pero este idioma no era natal para los Knórosov, ni les interesaba mucho. Luego lo esperaba la Facultad de Medicina. Yuri estaba fascinado con la psiquiatría; en específico, quería estudiar los poderes de la hipnosis. Por su propia experiencia, entendía muy bien las depresiones: ni siquiera la operación lo había salvado por completo de la pesadilla relacionada con los problemas de la tiroides. ¿Y qué había ocurrido con su poder de curar «poniendo las manos»? Él había aprendido de su abuela armenia el efecto de la sugestión, y él mismo veía como la gente, sin ningún medicamento, se curaba de sus dolores. Es obvio que para este momento Yuri había leído desde tiempo atrás los trabajos del profesor Béjterev. Además, precisamente en ese tiempo, en la clínica de enfermedades nerviosas y mentales de la Universidad de Járkov brillaba un alumno de Béjterev: Konstantín Ivánovich Platónov. Ya era un psicoterapeuta y el hipnólogo mundialmente conocido, creador de la escuela nacional de psicoterapia. Platónov se dedicaba a las investigaciones que descubrían la eficacia medicinal de la palabra. En 1930 había salido su asombrosa monografía La palabra como factor fisiológico y medicinal, que había supuesto el comienzo de los métodos psicosomáticos en medicina. Platónov recurrió a los temas de psicoterapia, hipnosis y sugestión. Él demostró que precisamente la palabra ocupa el lugar principal en el sistema de la actividad nerviosa superior de la persona. Platónov logró comprender la esencia social de la hipnosis y logró verdaderos milagros curando a sus pacientes –cabe destacar que entre ellos había mucha gente talentosa y famosa: escritores, pintores y actores.

      Decían que Platónov tenía su propio modo de actuar, sin reparar en las autoridades, lo cual Galina y Leonid comentaban y discutían a menudo. A Yuri le interesaban en particular los estudios sobre la hipnosis experimental que realizaba Platónov. Por eso la hipnosis o la sugestión, como el fundamento de una forma peculiar de curar y manejar a las personas, se convirtió en la pasión del joven Knórosov. Él no solo curaba «con las manos», sino que intentaba los experimentos más increíbles. En pocas palabras, la elección de Yuri ya estaba predeterminada: estudiar y aprender solo de Platónov. Parece que Yuri iba a las clases de Platónov cuando todavía estudiaba en la escuela de medicina. Precisamente en el laboratorio de Platónov se descubrió que él tenía una «sensibilidad peculiar». Tiempo después Yuri Valentínovich me platicó sobre esto cuando yo, con la alegría de una neófita, trataba de involucrarlo en las investigaciones de la lateralidad cerebral.

      Pero la desgracia llegó de donde no se esperaba. La comisión médica le negó a Yuri el certificado que permitiría ingresar a la Facultad de Medicina de la Universidad. Por sus problemas de salud, él ya había sido identificado como «no-reclutable». En ese entonces los requisitos de salud de los futuros estudiantes eran más severos que ahora, ya que las instituciones de medicina tenían que impartir de forma obligatoria la cátedra militar: los egresados automáticamente se convertían en oficiales subalternos del servicio médico-militar. Y la enfermedad que hacía que Knórosov fuera incapaz incluso en la clase de educación física lo excluía de cualquier servicio militar. Durante todo el mes, haciendo gala de una gran gama de verdades y mentiras, Yuri intentó obtener el certificado necesario, pero todo fue en vano. Ni siquiera el puesto y la posición de su padre, que era una persona conocida en la administración de Járkov, pudieron ayudar.

      El 29 de julio de 1939, Yuri hizo una solicitud de admisión a los exámenes de ingreso a la Facultad de Historia.

      Dirigido al director de la Universidad Estatal de Járkov

      Solicitud

      Pido admitirme a los exámenes de ingreso a la Facultad de Historia.

      Le adjunto a la solicitud: 1. Autobiografía; 2. Documentos acerca de la educación; 3. Tres fotos.

      29.07.1939

      Yu.V. Knórosov

      Firma.

      En una hoja anexó la autobiografía, los documentos acerca de su educación y tres fotografías.

      Autobiografía

      Nací en 1922 en la ciudad de Járkov.

      En 1937 terminé los siete años de la Escuela Ferroviaria 46.

      En 1939 terminé la facultad para trabajadores del Instituto de Medicina de Járkov 2.

      Mi padre es el ingeniero jefe del fideicomiso de Yúzhnoye de materiales de construcción.

      Mi madre: ama de casa.

      Mis hermanos: Serguei –ingeniero-geodesista, ahora está en una expedición en Extremo Oriente.

      Borís –profesor adjunto de la Academia de Artillería Felix Dzerzhinski.

      Leonid –doctor militar de tercer grado del Ejército Rojo Especial del Lejano Oriente.

      Mi hermana Galina: investigadora del Instituto Ucraniano de Endocrinología.

      Knórosov Yuri Valentínovich

      29/07/1939

      En agosto, «el ruso, que no era miembro del Partido Comunista, hijo del empleado, y joven que no necesita la residencia estudiantil» Knórosov Yuri Valentínovich, pasó los exámenes de ingreso. Sacó «sobresaliente» en idioma ruso, en la historia de pueblos y en la constitución de la URSS; «notable» en matemáticas, física, química y lengua ucraniana, y «satisfactorio» en idioma extranjero (alemán). Para nuestros tiempos, sus calificaciones no parecen muy sobresalientes. Pero en ese entonces era suficiente. El 26 de agosto de 1939 llegó la orden de su admisión a la Facultad de Historia de la Universidad de Járkov. Curiosamente, y es extraño, Yuri Knórosov nunca se afilió al Komsomol (Unión Comunista de Jóvenes) aunque debía hacerlo en el mismo año en que se graduó en la escuela para trabajadores. En todo caso, nada de esto se menciona en ningún documento.

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