Michel Maffesoli. Marco Antonio Vélez Vélez
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Si se tratara de hacer un inventario de textos sobre la modernidad-posmodernidad, las siguientes referencias podrían ser útiles para inscribir allí la obra maffesoliana. A este respecto, la vindicación del filósofo alemán Friedrich Nietzsche hecha por los posestructuralistas deja una impronta en la forma de la crítica de lo moderno en Maffesoli. Más adelante veremos los trazos de dicha huella. Pero, continuando con el tema de los críticos de la modernidad, por el lado de la sociología como disciplina la constelación es amplia y variada: el texto Crítica de la modernidad,12 en el cual la modernidad es vista como convergencia de las fuerzas de la racionalidad y la subjetividad; Consecuencias de la modernidad,13 que piensa la modernidad desde los conceptos de desanclaje y separación; en Alemania, Jürgen Habermas con el opúsculo “La modernidad: un proyecto inacabado”, respuesta a los enunciados de Jean-François Lyotard en La condición posmoderna, y el libro El discurso filosófico de la modernidad,14 en el que se visualiza la modernidad desde el referente de ruptura con las filosofías del sujeto, en la pretensión de entronizar su concepto objetivista de razón comunicativa, en tanto alternativa a la razón instrumental de la modernidad ilustrada, y que busca ser una respuesta a las formulaciones del posestructuralismo.
Para citar a más sociólogos, entran en la lisa de la crítica de la modernidad Ulrich Beck, con sus textos sobre la sociedad del riesgo, y el recientemente difundido Zygmunt Bauman, en libros como La modernidad líquida (2008), Modernidad y ambivalencia (2005) y La posmodernidad y sus descontentos. Se podría extender más la lista y nombrar autores que en su momento impactaron en los balances sobre lo moderno. El filósofo Marshall Berman y su ya clásico Todo lo sólido se desvanece en el aire, una experiencia de la modernidad. Este autor norteamericano concibe la modernidad como una experiencia de vértigo y de trasformaciones, conforme a los procesos de modernización y modernismo.15 Desde las orillas de la historia el libro de Jacques Barzun, Del amanecer a la decadencia (2001) o el texto del sociólogo español Josep Pico, Cultura y modernidad, y el también español Josetxo Beriain y Modernidades en disputa (2005).
En fin, sería prolijo enunciar todo aquello que se produjo sobre la modernidad como balance o como crítica de esta en las dos últimas décadas del siglo pasado. En este inventario de textos sobre la transición a la posmodernidad, no podemos dejar de lado los textos de Scott Lash, Sociología de la posmodernidad (1997), y el del geógrafo inglés David Harvey, La condición de la posmodernidad (2008). Harvey hace un interesante paralelo en el capítulo tres de su libro entre una visión modernista y una posmodernista. Aquí entra una consideración adicional y es el tratar de explicar el porqué dicho balance o expectativa crítica se desarrolla con tanta fuerza en dicho momento. Qué hace de ese momento un tiempo determinado para la realización del citado balance. Esto lo pretendo explicar en el primer capítulo del presente libro. Así, pues, la obra de Michel Maffesoli se enmarca en esta amplia referencia textual y crítica.
1. Fredric Jameson, Posmodernismo. La lógica cultural del capitalismo avanzado (Buenos Aires: La marca editora, 2012).
2. Jean-François Lyotard, La condición posmoderna (Buenos Aires: Ediciones Cátedra, 1987).
3. David Harvey, La condición de la posmodernidad. Investigación sobre el cambio cultural (Buenos Aires: Amorrortu Editores, 2008).
4. Jürgen Habermas, “La modernidad, un proyecto incompleto”, Revista Punto de Vista, no. 21 (1998).
5. Michel Maffesoli, Elogio de la razón sensible. Una visión intuitiva del mundo contemporáneo (Barcelona: Paidós, 1997).
6. La contraposición racional/irracional ha sido un motivo de la modernidad. La deconstrucción maffesoliana de esta falsa oposición muestra que lo “no-lógico” es otra dimensión de lo real, que nos abre a los dominios del sueño, lo imaginario, lo “otro” de la razón.
7. Maffesoli, Elogio de la razón.
8. Michel Maffesoli, El conocimiento ordinario. Compendio de sociología (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 1993).
9. Max Horkheimer y Theodor W. Adorno, Dialéctica de la ilustración. Fragmentos filosóficos (Madrid: Trotta, 1994).
10. Michel Maffesoli, La tajada del diablo. Compendio de subversión posmoderna (Ciudad de México: Siglo xxi Editores, 2005).
11. Michel Foucault, Vigilar y castigar (Buenos Aires: Siglo xxi Editores, 2002).
12. Alain Touraine, Crítica de la modernidad (Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 2000).
13. Anthony Giddens, Consecuencias de la modernidad (Madrid: Alianza Editorial, 1990).
14. Jürgen Habermas, El discurso filosófico de la modernidad (Dos lecciones) (Madrid: Taurus, 1989).
15. Marshall Berman, Todo lo sólido se desvanece en el aire. Una experiencia de la modernidad (Ciudad de México: Siglo xxi Editores, 1991).
1. Hacia un posmodernismo afirmativo1
Podemos considerar al sociólogo francés Michel Maffesoli dentro del amplio espectro de autores de diversas disciplinas e ideologías que, a fines del siglo pasado, realizaron un sistemático esfuerzo por hacer un balance, e incluso más enfáticamente entre aquellos que llevaron a cabo una crítica de la modernidad como época, experiencia y discurso.2 La lista de autores es larga, pero solo mencionaremos algunas tendencias y autores fundamentales. Como corriente de pensamiento, el posestructuralismo francés tuvo figuras de la importancia de Michel Foucault, Gilles Deleuze, Jacques Derrida, Jean Baudrillard, Jean-François Lyotard y Bruno Latour, quienes, cada uno a su manera, desarrollaron una crítica de la modernidad, aunque no siempre esta fuera el tema central de sus obras. De esta lista de críticos, Maffesoli se presenta como continuador y, a la vez, nos presenta una particular concepción de la transición de la sociedad moderna a la posmoderna, una concepción apoyada en el concepto de saturación3 civilizatoria.
En Maffesoli es como si la sociedad moderna hubiese llegado, específicamente en la segunda mitad del siglo pasado, a un momento de agotamiento en su proyecto, de límite, de punto extremo en la linealidad de un avance. Concepto complejo, pues allí se estaría marcando una ruptura, una discontinuidad con lo anterior vivido históricamente. Saturación es un concepto de la química, lo reconoce nuestro autor, pero a su vez defiende su uso en las ciencias sociales, sobre la base de invocar nuevas formas de combinación social, las cuales son el anuncio de una nueva época. Y este referente conceptual pretende hallar el padrinazgo en un clásico de la sociología hoy más bien relegado: Pitirim Sorokin.
Pero ¿qué es lo que propiamente se satura? ¿Cuáles son los signos de la saturación,