Génesis, vida y destrucción de la Unión Soviética. Jaime Canales Garrido
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Todo lo referido anteriormente -como sucedió en la Rusia revolucionaria- se ve exacerbado cuando el país en el que ha triunfado un movimiento revolucionario, que le ha doblado la mano tanto al capital interno como al internacional, es el único en el mundo. Peor, todavía, será su situación si, como en el caso de Rusia, el país viene saliendo de una guerra imperialista, con su tejido económico y social enteramente destruido y fuerzas armadas desmoralizadas, con oficiales que, por lo general, profesan una ideología reaccionaria y antipopular.
Más negra será la realidad, para el novel e inexperto poder revolucionario, si, como aconteció en Rusia, el país es arrastrado a una guerra, de la que las potencias imperialistas y las fuerzas reaccionarias de todo el mundo participan activamente, combatiendo al lado de los enemigos internos del nuevo poder Soviético.
Otro importante aspecto que no debe ser ignorado -también de índole objetiva- es el que guarda relación con el nivel de desarrollo de las fuerzas productivas de la Rusia de inicios del siglo XX, en la cual, y no obstante el nivel de concentración y centralización del capital, el sector predominante era la agricultura, siendo, por tanto, agrícola la mayoría aplastante de la población del país, con todo lo que ello trae aparejado21.
La URSS surgió como resultado del colapso del imperio ruso en 1917, y, de cierta manera, como forma de restaurarlo, claro está, con un contenido y forma absolutamente distintos.
Dicho imperio se derrumbó, entre otras causas, debido al hecho de que el 1 por ciento de la población tenía en sus manos el 65 por ciento de la tierra, y el 83 por ciento, que vivía de la agricultura, apenas poseía tierra y su explotación ni siquiera rendía para el sustento de sus familias.
Un estudioso de la Rusia de los tiempos que precedieron a la Gran Revolución Socialista de Octubre, eminente psiquiatra y publicista, autor de numerosas obras, Pavel Ivánovich Kovalevski (1849-1923), describe la situación de los campesinos rusos: “Los campesinos a menudo no tienen aspecto de personas. Son sujetos bastante parecidos a los seres humanos: esmirriados, pequeños, pálidos, con cabellos y barba hirsutos. Se visten con trapos de tela o piel de oveja, y en los pies llevan chanclos de paja o trapos. Viven en refugios o en chozas miserables. Amén de su aldea, pocos conocen otro lugar…Estos campesinos trabajan la tierra, producen el pan, por lo que reciben una miserable retribución en dinero, que luego va a parar a los bolsillos de los terratenientes y sus administradores. Sin embargo, el pan que tienen que comprar es a menudo mezclado con paja... La personalidad de esta gente como personas no está de ninguna manera garantizada. Yo personalmente, en un pasado reciente, vi casos en los que al padre de la familia lo vendían, por separado, a un comprador, a la madre, a otro, y a los niños a un tercero. Los siervos rurales, sin cualquier asomo de aprehensión, eran cambiados por perros, caballos y otros productos. Los gestores y los terratenientes ejercían sus derechos no sólo al trabajo de las mujeres, sino también a la propia mujer”22. En suma, Rusia era un país semifeudal.
La antípoda de los campesinos era la clase dominante: la nobleza. Por la justeza de sus observaciones, no resistimos la tentación de citar nuevamente a Kovalesvski, para que el lector enriquezca su visión del ambiente que se vivía en Rusia en aquellos años: “A todo lo que se da el nombre de ruso, es considerado por la clase dominante como si sirviera sólo para la gente común, no siendo digno de atención por parte de la gente rica o educada… Al pueblo -que es su propio sostén, que la alimenta- la clase dominante lo considera una chusma inculta. Los representantes de la clase dominante en todo se esfuerzan por parecer europeos occidentales: en la ropa, modales, lenguaje. Se considera que el único signo de cultura es la educación europea… La mayoría de los intelectuales rusos no sólo es carente de un sentimiento nacional, sino que es antinacional. Están esclavizados por el cosmopolitismo social y el separatismo, y desde este punto de vista son claros y nítidos adversarios y enemigos de su nación y de su Patria”23.
Lo citado es a tal punto aplicable a la capa social dominante hoy en Rusia -la oligarquía, parida por la perestroika, amamantada, criada y crecida por el antinacional régimen de Yeltsin- que parecieran haber sido dichas ayer. La historia -maldecida por la inevitabilidad de sus ciclos- se vuelve a repetir.
Cabe referir que en las reflexiones que se sucederán hay una notable ausencia de “prehistoria” de los hechos que se pretende analizar, así como “falta de ortodoxia” en el relato. Para los efectos del presente análisis, entenderemos por “prehistoria” la época anterior al año 1917, e historia al periodo que se abre en ese momento y hasta inicios de los 90.
La “falta de ortodoxia”, entretanto, se refiere a la forma en cómo llevaremos hasta los lectores los acontecimientos, pues no nos ceñiremos a una cronología rígida de los hechos, sino que -por las razones que los mismos lectores percibirán- deambularemos por las diversas épocas en causa, cuyo contenido central está circunscrito a tres tesis:
1ª Tesis: “La construcción del socialismo en la URSS se prolongó hasta el año 1953”;
2ª Tesis: “Jruschov, creador y ejecutor de la primera perestroika de la Unión Soviética”; y
3ª Tesis: “Gorbachov y la élite partidaria acaban la tarea iniciada por Jruschov, transformándose en los sepultureros de la Unión Soviética”.
En el presente trabajo, algunas de las traducciones al español de textos originales en ruso, inglés, francés y portugués fueron hechas por el propio autor por carecer de las versiones españolas de determinadas obras. Por lo que los textos aquí traducidos podrán diferir ligeramente de los presentados en las obras publicadas por las casas editoras.
Puestas estas cuestiones previas, centremos, pues, nuestra atención en el análisis de algunas de las etapas históricas que revistieron singular significado para los destinos de la Unión Soviética en su calidad de Estado pionero en la construcción de una sociedad socialista.
1 Маркс К., Энгельс Ф. Сочинения. Т. 1-50. Изд. 2. М., 1955-1981. Т. 19, с. 18, 19.
2 La lista de autores de libelos y opúsculos de dicha índole es interminable, por ello, citamos solo a uno de los más respetados en Europa y Norteamérica: Moshe Lewin, El siglo soviético, Editorial Crítica, 2006.
3 De acuerdo con declaraciones del antiguo General del KGB, N. S. Leónov solamente en los Estados Unidos de América había cerca de 125 “centros de sovietología”, esto es, más de una centena de grupos de cerebros especializados en la guerra ideológica contra la Unión Soviética. Vide: Леонид Масловский: Перестройка. Часть 1-я, Газета Завтра, 19 Октября, 2016 г.
4 Del incendio fue acusado el representante de la Internacional Comunista, Georgui Dimitrov, y la GESTAPO desencadenó una campaña publicitaria sin precedentes, desatándose la persecución desembozada del Partido Comunista alemán, cuyo secretario general Ernest Thälmann fue encarcelado junto con otros miles de miembros de dicho partido. Esta fue la primera puesta en escena de los nuevos métodos de la propaganda anticomunista y antisoviética, que se basó en la estrecha colaboración de la policía política nazi y los medios de comunicación. Así fue creada la figura del periodista que responde a las encomiendas de los órganos de seguridad y policiales de un