El socialismo y la cuestión obrera. Fernando Martínez López
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La crisis económica que se produce tras la Primera Guerra Mundial, afecta muy duramente a los obreros, provocando un alza en los artículos de primera necesidad que alcanzan precios que los obreros no pueden pagar. Este tema va a movilizar a muchos obreros. El Partido Socialista, en unión de otras fuerzas de la capital como la Casa del Pueblo y el Centro Republicano, publica un manifiesto en la prensa local el día 12 de octubre, en el que culpan al Ayuntamiento como responsable del hambre de los obreros62, y convocan a un mitin a celebrar en el teatro Variedades el lunes día 13 de octubre.
Este mitin, que contó con una gran asistencia de público y discursos muy exaltados, estuvo presidido por el presidente del Círculo Republicano, José García Cruz, al que acompañaron en la mesa Juan Cabrerizo y Rodolfo Viñas, en representación del Partido Socialista, y Antonio Tuñón de Lara por la Agrupación Republicana.
El más aplaudido de todos los que intervinieron fue Rodolfo Viñas, que tras criticar al Ayuntamiento, al Gobierno de la nación y a la Monarquía, arremete contra las clases medias que se muestran indiferentes ante los problemas de los obreros.
No os dais cuenta de la cobardía que representa vuestra indiferencia, viendo cómo se dilapidan los fondos del municipio, y están todos afectados por igual porque sois los que habéis elegido a esos representantes.63
Al final de las intervenciones se redactaron unas conclusiones en las que se hace responsable al Ayuntamiento que tolera el desabastecimiento y es cómplice de los acaparadores. Luego todos los asistentes se dirigen hacia el edificio del Consistorio Municipal donde se encontraba reunida la corporación, para presentar las conclusiones. A la llegada de los manifestantes, el concejal Pérez Cordero dimitió, el resto de concejales se ponen al frente de la marcha y juntos se dirigen hacia el Gobierno Civil. Los obreros con su actitud forzaron una crisis de gobierno municipal y salieron fortalecidos.
Como no consiguen que las autoridades locales solucionen los problemas de la provincia, algunos de los representantes de la Agrupación Socialista de Almería deciden viajar a Madrid a entrevistarse con el Gobierno. Se trata de Rodolfo Viñas, Cayetano Torres y Juan Cabrerizo, que abandonan la capital en tren el día 26 de octubre. Una vez allí se dirigirán también a los comités nacionales de la UGT y del Partido Socialista para pedirles ayuda y consejo.64
En Madrid fueron invitados por la Casa del Pueblo para que explicaran a sus compañeros cuál era la situación real de la provincia. Juan Cabrerizo habló primero y explicó cómo había recorrido la mayor parte de las localidades incitando a los obreros a unirse a las sociedades de resistencia, y asimismo contó lo que había ocurrido en Almería tras el mitin celebrado con los republicanos. Terminó su intervención alegando que mediante una buena organización se podrían emprender grandes batallas.
Por su parte Rodolfo Viñas hizo referencia a la sangrante situación de la mayoría de los pueblos de Almería que veían como sus hombres tenían que buscar en la emigración lo que no encontraban en sus casas, pues las autoridades encargadas de velar por sus vecinos no hacían nada para solucionar la carestía de los productos de primera necesidad. Tras criticar duramente a los representantes en el congreso de los diferentes distritos electorales, por no conocer cuál era la situación real de la provincia, Viñas hizo una clara exposición de cómo resolver los problemas, asegurando que Almería podría ser una provincia de gran importancia por sus campos.65
Tras entrevistarse con los ministros de Subsistencia y Fomento, vuelven a Almería con Andrés Saborit, diputado a Cortes por el Partido Socialista, que viene dispuesto a apoyar a sus compañeros de partido y a todos los obreros de la provincia.
El día 2 de noviembre celebran un mitin en el teatro Variedades organizado por la Casa del Pueblo. Se encontraron con algunos problemas para su celebración, ya que se olvidaron pedir el correspondiente permiso al gobernador civil, y este no les permitía celebrarlo, con lo cual comenzó con más de una hora de retraso.
El auditorio estaba lleno, la mayoría eran socialistas, otros no, pero querían oír al compañero Saborit y conocer el resultado de las gestiones llevadas a cabo en Madrid.
Rodolfo Viñas calificó el acto como un «triunfo para el socialismo, pues el partido apenas hace un año estaba totalmente desorganizado en la provincia y ahora contaba con organizaciones en muchas partes».66
Andrés Saborit fustigó en su intervención a la burguesía, pidió la unión de todos y que se reconocieran los beneficios del socialismo, y aconsejó a los asistentes que antes de comenzar una huelga se prepararan para resistirla.
A partir de esta visita y de conocer de primera mano la situación de Almería, Saborit se preocupó constantemente en el Parlamento por los problemas de nuestra provincia con constantes intervenciones a favor de esta.
Desde mediados de noviembre de 1919 se está llevando a cabo una importante huelga en la cuenca minera de Serón— Bacares. Esta movilización afectará a todos los sectores, pues los obreros de diferentes oficios de estas localidades pararán para apoyar a los mineros. Son 3.000 el número de obreros que han dejado de trabajar reivindicando un aumento del jornal. El conflicto toma cada vez mayores dimensiones y la UGT envía como delegado a Wenceslao Carrillo que intentará mediar para la resolución de este. La visita de Carrillo es aprovechada también por éste para contactar con el presidente del Sindicato Agrario, Juan Cabrerizo.
En el reciente Congreso del Partido Socialista, celebrado en diciembre de 1918, se había decidido apostar firmemente por la incorporación de los obreros agrícolas en la central sindical. Por ello se intensifica la propaganda entre los obreros del campo y Wenceslao Carrillo aprovechará su visita para hacer campaña en los pueblos periféricos de la capital como Viator, Huércal de Almería, Pechina y Benahadux. En todas estas localidades se convocarán mítines y reuniones con los obreros agrícolas, consiguiendo crear en poco tiempo diez sociedades obreras de trabajadores del campo, que agruparán a más de 5.000 obreros.
Por su parte, la huelga de los mineros de Serón se prolonga y la UGT hace un llamamiento a los obreros españoles para que ayuden a sus compañeros. En Almería se convocará un mitin en la plaza de toros al que asistirán más de 1.000 obreros de toda la provincia que muestran su determinación de contribuir al sostenimiento de los mineros en huelga.
Pero, a pesar de las negociaciones, el acuerdo de resolución del conflicto no llega, pues las compañías mineras no están dispuestas a subir los salarios. Tras más de un mes de huelga, y a pesar del apoyo recibido por sus compañeros, las condiciones económicas de las familias de los mineros comienzan a hacerse insostenibles, por ello muchos de ellos comienzan a volver al trabajo. En el mes de enero de 1920 casi todos ellos habían vuelto ya, algunos fueron detenidos por la Guardia Civil y la sociedad obrera que había promovido la huelga, El Despertar del Obrero, fue clausurada por las autoridades.
Mientras todo esto ocurría en Almería, en diciembre de 1919 se celebra un Congreso extraordinario en el que el partido ha de pronunciarse sobre la adhesión a la Segunda o la Tercera Internacional y debatir la política nacional del momento. Fue un congreso muy concurrido, al que asisten cuatro entidades socialistas de Almería que representan a 288 afiliados. En representación de la capital y de Gérgal asiste García Cortés, por Dalías Gabriel Martín, y por Herrerías Fernando de los Ríos.
La decisión que se toma es la de permanecer en la Segunda Internacional; esto como es sabido produjo una escisión dentro del partido, ya que la mayoría de los afiliados a las Juventudes Socialistas pasaron al Partido Comunista. En Andalucía, y también en Almería, esta ruptura