Repensar la antropología mexicana del siglo XXI. Pablo Castro Domingo

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Repensar la antropología mexicana del siglo XXI - Pablo Castro Domingo страница 7

Repensar la antropología mexicana del siglo XXI - Pablo Castro Domingo Biblioteca de Alteridades

Скачать книгу

requieren de nuevas construcciones conceptuales generando una suerte de espacio ambiguo entre territorios del conocimiento.

      Así, en la primera sección agrupamos cuatro trabajos. Un primer aspecto sustantivo para la disciplina se refiere a quiénes son los antropólogos mexicanos y dónde se encuentran. Luis Reygadas inicia el libro con un panorama amplio de quiénes somos y dónde estamos, partiendo de preguntas como ¿qué sabemos de los nuevos antropólogos mexicanos? ¿Qué características tienen las nuevas generaciones de profesionistas en este campo? ¿Cuántos son? ¿En qué trabajan? ¿Cuáles son sus condiciones laborales? Con ello nos presenta una suerte de radiografía del gremio y las transformaciones sufridas en los últimos años, tanto en las temáticas que se abordan, en los perfiles socioeconómicos de los que se forman como antropólogos, en las condiciones laborales, así como la diversidad de programas y ofertas educativas.

      Seguimos con un capítulo sobre trabajo de campo que yo suscribo, pensándolo como el método del quehacer antropológico por excelencia. El interés de este capítulo es explorar cómo hacemos trabajo de campo hoy en el contexto mexicano, país pluricultural, inserto en procesos de globalización, y dentro del marco del capitalismo neo-liberal. Desde ese marco histórico específico, me interesa llamar la atención sobre algunos aspectos concretos que considero relevantes y desde allí, reflexionar sobre las implicaciones que tiene ello en el conocimiento que estamos produciendo: ¿qué tan viable es continuar con las clásicas premisas de la antropología del siglo XX en un mundo que se ha modificado en todas sus dimensiones? Para intentar responder a esa pregunta me centré en tres aspectos que considero fundamentales: la condición del trabajo de campo, la posición del investigador vs. la posición del sujeto de investigación y la construcción del dato y su interpretación.

      Continuando con la reflexión metodológica, pero en un trabajo de frontera se encuentra el texto de José Carlos Aguado que explora —a través de una larga trayectoria de campo— la relación entre psicoanálisis y antropología. En ese capítulo se proponen algunas elaboraciones teórico-metodológicas con sus consecuencias prácticas tanto para la investigación como para el desarrollo comunitario, en la perspectiva de una antropología de campo.

      Se desarrolla una propuesta original a partir de la experiencia en investigación antropológica, en el desarrollo comunitario y en la práctica psicoanalítica. Los ejes conceptuales se centran en la relación entre autonomía, responsabilidad y cambio social. Estas categorías están presentes tanto en el proceso de producción de conocimiento como en los procesos de cambio social. Al final se discuten las implicaciones de esta propuesta para la investigación antropológica y se resume una investigación etnográfica desarrollada con la metodología propuesta en un grupo otomí migrante de la Ciudad de México.

      La primera sección se cierra con el trabajo de Maya Lorena Pérez Ruiz, quien nos presenta una interesante revisión histórica sobre la construcción de las instituciones y de las políticas públicas en torno a la cultura en el complejo proceso inicial de conformar un Estadonación fuerte, con una identidad propia del ser mexicano, para luego presentarnos las complejas transformaciones y tensiones en el mundo neoliberal en un país caracterizado por una gran diversidad cultural. A través de su análisis podemos ir reconstruyendo el complejo proceso de conformación institucional, sus cruces con las propuestas y tendencias internacionales, así como con las múltiples transformaciones que sufre el sector, tanto en la creación de instancias específicas como en cuanto a los cambios de mirada y de rumbo político en torno a lo que se considera cultura. En este marco se destacan las crecientes disputas por el patrimonio y los usos de lo cultural frente a los procesos de privatización.

      Estas reflexiones que dibujan un panorama amplio del gremio, sus instituciones y sus quehaceres nos abren paso al análisis de cómo se están trabajando aquellos temas que han sido considerados como “clásicos” en la historia de la antropología, pero presentados a partir de las nuevas condiciones sociales imperantes en el México contemporáneo.

      Esta sección también se conforma por cuatro capítulos que abordan, desde diferentes ángulos, la cuestión étnica y campesina que durante décadas se consideró la piedra angular de la antropología mexicana. La pregunta que orienta estas reflexiones tiene que ver con ¿qué es ser indígena en el siglo XXI en México?

      Iniciamos con el trabajo de Laura R. Valladares, quien nos presenta un panorama sobre los modelos teórico-metodológicos que desde una perspectiva antropológica se han construido en las últimas dos décadas para el entendimiento de los movimientos indígenas y por ende sobre la cuestión étnica nacional en América Latina. Recuperando los enfoques construidos en el último medio siglo —pero centrándose en los modelos recientes—, la autora busca brindar un mayor grado de inteligibilidad a lo que llama irredentismo étnico. Dichos estu dios responden a las complejas y en general conflictivas relaciones político, económicas y culturales entre los pueblos indígenas y los Estados nacionales. Los ejes que vertebran las propuestas principales del trabajo tienen que ver, por un lado, con la idea de que hay una estrecha relación entre el modelo económico, las condiciones de subordinación, pobreza y exclusión política en las que han vivido históricamente los pueblos indígenas y minorías étnicas en el mundo, condiciones que son en gran medida el origen de los conflictos contemporáneos; y por otro, pero articulado a lo anterior, la cuestión de cómo la etnicidad se constituye en el motor de la resistencia de los pueblos indígenas. Asimismo se plantea que la continua relación conflictiva entre minorías étnicas y pueblos indígenas con los estados nacionales tiene que ver con una confrontación entre la razón del Estado y l a razón o los derechos de los pueblos indígenas. De este amplio escenario se centrará en dos acercamientos analíticos: los estudios decoloniales y el feminismo culturalmente situado.

      Esta reflexión densa —en el sentido geertziano del término— nos abre paso al análisis sobre ciudadanía étnica que suscribe Adriana Aguayo. En su texto, la autora describe diferentes momentos de etnicización de los grupos indígenas —centrándose en la Ciudad de México— para luego arribar a la manera en que, tanto a nivel nacional como local, éstos han luchado por el reconocimiento de su pertenencia cultural y por el respeto a sus derechos en tanto pueblos originarios. Ello ha permitido que se comiencen a posicionar como actores políticos que cuestionan y enfrentan la configuración actual del Estado-nación, particularmente a raíz de la consolidación jurídica en la nueva Constitución de la Ciudad de México. Es a través de ello que se explora el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas, destacando algunos desafíos a los que se enfrentan.

      Por su parte, Roxili Meneses retoma un tema que ha sido fundamental en la antropología clásica en México: la educación indígena a partir del enfoque de la Educación Intercultural Bilingüe y su incidencia en la construcción de la nación. Su trabajo inicia mostrando sintéticamente los procesos históricos en donde la antropología de principios del siglo XX desarrolló el tema bajo una lógica de integración y aculturación marcando claramente su incidencia en las políticas públicas y en la construcción institucional. Sin embargo, la construcción hegemónica de la educación indígena encuentra un contrapeso a partir de un cambio de mirada donde el reconocimiento y la definición de la interculturalidad se constituye en un punto de partida para la implementación de una nueva estrategia dentro del sis tema educativo. Este proceso se aterriza en un ejemplo específico: los maestros p’urhepechas del proyecto T’arhexperakua de las escue las indigenas de las comunidades de San Isidro y Uringuitiro, en Michoacán, que surgió en 1995 por iniciativa de un grupo de docentes indígenas con el objetivo de crear su propia currícula educativa, basada en la cultura y lengua p’urhepecha. En él colaboran con antropolo gos, pedagogos y lingüistas de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y la Universidad Pedagógica Nacional (UPN). El proyecto incursiona en dos grandes campos: el primero, refiere al desarrollo curri cular y el segundo, en el desarrollo de una metodología de evaluación de la adquisición y el desarrollo de las competencias bilingües de los alumnos en las escuelas.

      Cerramos esta sección con “Las armas sutiles de la resistencia”

Скачать книгу