Breve historia de los cineastas del Caribe colombiano. Gonzalo Restrepo Sánchez

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Breve historia de los cineastas del Caribe colombiano - Gonzalo Restrepo Sánchez

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de la Compañía Edison —con base en textos del periódico El Norte, de Bucaramanga—: El martirio de Juana de Arco (The Burning Joan of Arc, Alfred Clark, 1895) y el éxito La serpentina (Serpentine Dance, William Heise, 1895), ambos metrajes de corta duración. Asimismo, se debería sospechar que Trujillo Durán haya exhibido sus primeros filmes rodados en Venezuela.

      En el año de 1897, la producción Lumière está entre 300 y 400 películas de corto metraje, y sobresalen ciertas reconstrucciones históricas como Robespierre (Hatot, 1897). Méliès produce sesenta filmes de corta duración, tales como La alucinación del alquimista (L’hallucination de l’alchimiste, Méliès, 1897). En Colombia —y en el continente— los llamados trashumantes llegaban a los puertos, exponían el cinematógrafo, proyectaban algunos filmes y, sin detenerse mucho tiempo, proseguían su camino.

      el 16 de diciembre de 1897, en Cartagena de Indias —la prensa de la época da fe de ello— se presenta el Cinematógrafo Lumière, y la primera función se anuncia para el Teatro Cartagena. Se proyectan películas famosas de la época como: Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir (La sortie des usines Lumière, a Lyon- Montplaisir, Lumière, 1895) y Los lazadores de toros de México (Veyre, 1896). Es pertinente, no obstante, citar a otros autores, quienes insisten en señalar que la primera exhibición en la ciudad se dio a finales del siglo XIX, en el Teatro Mainero, por parte del empresario de origen samario Ernesto Vieco Morote (Santa Marta, marzo 2 de 1845), quien, junto con el señor Senén Martínez Aparicio, llegaron con un Vitascopio y proyectaron en la ciudad, el 29 de julio (22 de agosto, según otras fuentes) de 1897.

      Con base en el episodio de la Guerra de los Mil Días (1899-1902), históricamente, los primeros años del siglo XX transcurrieron en medio de muchos problemas culturales, económicos, sociales y políticos en Colombia. Una vez terminado el conflicto, el cine nacional respira de nuevo, y en Francia se estrena Viaje a la luna (Le Voyage dans la Lune, Méliès, 1902), de catorce minutos de duración; un híbrido de ciencia ficción con espectáculos de variedades. En los Estados Unidos, Edwin S. Porter realiza sus primeras películas.

      El primer plano que se conoce de la ciudad de Barranquilla, levantado por Cayetano Moreno y David Granados, data de 1897, y si bien en el año de 1889 se ubicó por primera vez el alumbrado público entre las calles del Comercio y la Calle Ancha, y los Callejones de San Nicolás y Cuartel —estamos hablando, hoy en día, de la calle 33, Paseo Bolívar, carrera 42 y la carrera 44—, la ciudad no se disputa esa primera función en una sala de cine en el Caribe colombiano.

      Antes de que se inventase el cine, en el Praxinoscopio-Teatro de Emile Reynaud (1877), el espectador miraba a través de un falso proscenio.

      Fotograma del filme de los hermanos Lumière: La sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir (Salida de los obreros de la fábrica Lumière en Lyon Monplaisir). 1895. (Imágenes de dominio público. Ley No. 23 de 1982).

      Gabriel Antoine Veyre (Francia 1871–Marruecos 1936) fue un cineasta, fotógrafo y operador del cinematógrafo de los hermanos Lumière. Foto: 1896.

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      Antiguo mapa de los Estados Unidos de Colombia. Imagen: Erhard Schièble, Georges, 1821-1880. (Imágenes de dominio público. Ley No. 23 de 1982).

      1. Carlos Uribe Celis —autor del prólogo del libro— expresa cómo Ciénaga inspiró también al escritor inglés Joseph Conrad la idea del país de Costaguana, lugar donde se desarrolla su novela Nostromo.

      Años 1900–1910 / 1920: El Caribe cinéfilo

      Los hermanos Di Doménico en el Caribe

      Durante los años 1906 y 1907 se registra que los colombianos alcanzaron a observar algunos cortometrajes en el cine nacional. Rojas (1997) afirma: “Subiendo al alto Magdalena, El gran salto del Tequendama, Parque del Centenario y La procesión de Nuestra Señora del Rosario, en Bogotá” (p. 8); de propiedad y licencia de «L. Gaumont y Co. de Londres». De las producciones cinematográficas caribeñas, la historia no indica nada sobre ello, no obstante, la primera década del siglo XX va a terminar con el arribo a la región de los hermanos Francisco (1880-1966) y Vicente Di Doménico (1882-1955) y de Juan Di Ruggiero. Ellos partieron de Salerno (Italia), en el año de 1908, y llegaron a Colombia en 1910, visitando Barranquilla, Ciénaga y Santa Marta, después de un extenso recorrido por África y América.

      No obstante, meses después —según los historiadores— los hermanos Di Doménico se radicaron en la ciudad de Bogotá. En el año de 1912 inauguran el Teatro Olimpia de Bogotá con el filme italiano La novela de una joven pobre (L'ultimo dei Frontignac, Caserini. 1911). Habría que esperar muy poco, en ese entonces, para que se dieran los primeros vuelos realizados en Colombia, y la ciudad de Barranquilla sería la primera en la que se darían (1912, aunque otras fuentes señalan 1914). Con la creación de la Sociedad Colombo-Alemana de Transporte Aéreo (SCADTA), el 5 de diciembre de 1919, se instituyó la aviación —la segunda aerolínea en el mundo.

      Ese mismo año de 1919, el Gobierno Nacional promulgó la Ley 126 de diciembre 31, con la que se creaba la aviación militar en Colombia, integrándose como quinta arma del Ejército Nacional. En relación, una vez más, con los hermanos italianos, existe una crónica en video, del Patrimonio Fílmico Colombiano, que se debe revisar: Los Di Doménico: pioneros del cine colombiano (Juan Carlos Arango Espitia, 2006).

      Primeras salas de cine

      Según su libro Nomenclatura condensada de Barranquilla, objetos cotidianos, físicos y sociales hasta 1960, el sociólogo Dino Manco Bermúdez (2002), hijo de Floro Manco, en animado diálogo personal para esta investigación realizada en el año 2003, señala que el denominado Salón Universal (1912), ubicado por aquel entonces en una de las esquinas de la Plaza de San Mateo en Barranquilla, era propiedad de don Abraham Zacarías López Penha (nacido en Curazao, el 18 de marzo de 1865) y del joven Carlos Martínez Aparicio. También en la ciudad de Cartagena de Indias, en la década de 1910, se proyectaban películas en la sala de la calle Coliseo, creada por el empresario chocoano Belisario Díaz.

      En 1912 también existía el Salón Moderno. Durante ese año llega a la ciudad de Barranquilla —procedente de Venezuela— Enrique Zimmerman, pionero del cine venezolano, quien después de algunas representaciones de su Metropolitan Film Company, en el llamado Salón Fraternidad de la calle San Juan con la calle Progreso, resuelve, en compañía de Ernesto Vieco Birelli —hijo del pionero de la cinematografía en Colombia, Ernesto Vieco Morote—, abrir una sala de cine en la avenida San Blas, arrendando dos locales patrimoniales de doña Francisca Colombia Villate de Gerlein (Nieto, 2001a).

      El Salón Moderno no tuvo éxito alguno y el señor Zimmerman, tras vender los aparatos y silletería al abogado Santiago Rozo, regresó a Venezuela a seguir con el negocio del cine, prestándole sus servicios a Juan Vicente Gómez. Igual suerte corrió el Salón Universal, que prestó sus servicios desde el año 1913 hasta 1916. El licenciado Ibáñez (Nieto, 2001a) atestigua que, ya huérfana de salas de cine Barranquilla, la empresa Kine Universal (de George Strauss) utilizó mediante arriendo las instalaciones del Teatro Cisneros hasta su total liquidación como empresa

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