De Friends a Fleabag. Jorge Yebra Romero

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De Friends a Fleabag - Jorge Yebra Romero Kaplan

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duración aproximadamente de 22 minutos. En la sitcom los personajes que aparecen siempre son los mismos, su humor se desarrolla a través de los diálogos y algunos gags visuales y los temas que se tratan suelen ser situaciones cotidianas de corte familiar y doméstico. La mayoría de las primeras comedias de situación tienen su origen en los seriales radiofónicos y su formato se origina en las piezas teatrales que se representaban en televisión con público en directo. Como nos recuerda la experta Rosa Álvarez Berciano, «la comedia se hacía al principio en directo y desde Nueva York, pero enseguida pasó a filmarse en Hollywood, hecho al que algunos responsabilizan del carácter más formal que adquirió el género a partir de entonces» (Álvarez Berciano, 1999: 15). Son comedias de situación series conocidas como Cheers (NBC: 1982-1993), Las chicas de oro (The Golden Girls, NBC: 1985-1992), Frasier (NBC: 1993-2004), Friends (NBC: 1994-2004) y Dos hombres y medio (Two and a Half Men, CBS: 2005-2015).

      La comedia de situación, siendo un producto industrial, empezó a imponerse gracias a la rentabilidad que proporcionaba a las cadenas por su escaso coste de producción. A pesar de haber habido diversos formatos de comedia a lo largo de la historia de la televisión norteamericana, a partir de la década de los sesenta la sitcom venció a la comedia de variedades (programas de humor que incluyen números musicales, bailes, magia o ventriloquía, entre otros), el otro gran formato que se realizaba por aquel entonces, y se estableció como el formato cómico predilecto para las cadenas network. Con networks nos referimos a las grandes cadenas en abierto que hay en la televisión estadounidense. Desde los años cincuenta hay tres grandes cadenas en abierto, la ABC, la CBS y la NBC. En 1986 apareció la cadena FOX, rompiendo el oligopolio que había por entonces en la televisión en abierto, y a mediados de los noventa aparecieron las cadenas WB y UPN, que en 2006 se fusionaron para sobrevivir ante las dificultades económicas, convirtiéndose en la cadena juvenil The CW.

      Logos de las cinco cadenas network norteamericanas.

      Las cadenas network se financian a través de publicidad, por ese motivo y con el objetivo de atraer al mayor número de público posible, se producen espacios dirigidos a todos los públicos o a los targets que más interesan a los anunciantes y es en estas cadenas, donde la sitcom se convirtió en el producto de comedia por antonomasia de la televisión norteamericana.

      Por otro lado, la televisión norteamericana cuenta también con cadenas de cable, que se financian con la cuota de los abonados, y por lo tanto no dependen de los anunciantes, teniendo más libertad y pudiendo emitir productos dirigidos a un público más específico. Dentro del cable podemos distinguir dos grupos, las cadenas prémium, que no tienen nada de publicidad, y las cadenas de cable básico, que se financian de forma mixta, combinando publicidad con la cuota de los abonados. Son canales de cable prémium la HBO, Showtime y Starz, y son cadenas de cable básico otras como AMC, FX, TNT, USA Network, Freeform o la MTV. Es en las cadenas de cable donde a finales del siglo pasado y principios de este comenzaron a surgir las nuevas comedias que analizaremos más adelante.

      A lo largo de cada década del siglo xx, desde que apareció la comedia televisiva hemos disfrutado de distintos tipos de comedias y humores, influidos por la situación social o de la industria en ese momento, obteniendo un estilo de humor distinto en cada década.

      La comedia de los años cincuenta se suele definir como una comedia de comediantes, con Milton Berle, Sid Caesar y Eddie Cantor a la cabeza entre otras grandes estrellas. La clave fue el traslado progresivo de las producciones televisivas, que en un principio se hacían en Nueva York, dirección a Hollywood. Allí, a diferencia de en la Gran Manzana, dónde se imponían las comedias de variedades combinando sus shows humorísticos con actuaciones musicales, se apostó por las comedias de situación. El show de George Burns y Gracie Allen (The George Burns and Gracie Allen Show, CBS: 1950-1958), I Love Lucy (CBS: 1951-1957), The Honeymooners (CBS: 1955-1956), Papá lo sabe todo (Father Knows Best, CBS: 1954-1960), y Las aventuras de Ozzie and Harriet (The Adventures of Ozzie and Harriet, ABC: 1952-1966) son algunas de las grandes comedias de esta década.

      Imagen de la comedia The Honeymooners, uno de los grandes éxitos de la década de los cincuenta.

      Ante la situación convulsa que había en las calles en la década de los años sesenta, con la lucha por los derechos raciales o la guerra de Vietnam, la televisión norteamericana eligió no implicarse. Lo que hizo en su lugar fue optar por una televisión escapista y conservadora. La comedia televisiva se convierte en un lugar feliz para el espectador, catalogada en Estados Unidos como nice comedy, emitiendo series bien intencionadas y donde destaca la temática fantástica, mucho más que en cualquier otra década, con producciones como Embrujada (Bewitched, ABC: 1964-1972), La familia Monster (The Munsters, CBS: 1964-1966), Mister Ed (Mister Ed, CBS: 1961-196), La familia Addams (The Addams Family, ABC: 1964-1966), Mi marciano favorito (My Favorite Martian, CBS: 1963-1966), o La monja voladora (The Flying Nun, ABC: 1967-1970). También encontramos variantes escapistas como la comedia rural, también denominada Corncoms, con producciones como Los nuevos ricos (The Beverly Hillbillies, CBS: 1962-1971), o Granjero último modelo (Green Acres, CBS: 1965-1971), el subgénero paródico con Superagente 86 (Get Smart, NBC: 1965-1970), Yo, espía (I Spy, NBC: 1965-1968) o Jim West (The Wild Wild West, CBS: 1965-1969). Como curiosidad, casi todas estas series tienen en común haber sido adaptadas al cine durante la década de los noventa o principios del siguiente siglo, seguro que algunas de estas adaptaciones os suenan o incluso las habéis visto.

      Por supuesto, tampoco hay que olvidar las comedias de corte familiar clásico que abundaban en esta década, como El show de Donna Reed (The Donna Reed Show, ABC: 1958-1966), Mis tres hijos (My Three Sons, CBS: 1960-1972), y las míticas El show de Dick van Dyke (The Dick Van Dyke Show, CBS: 1961-1966) o La isla de Gilligan (Gilligan’s Island, CBS: 1964-1967).

      Imagen de la terroríficamente divertida familia de La familia Monster.

      En los setenta, la televisión se olvida un poco de ese escapismo y llega una comedia más realista y social. El humor se aleja del público rural y vuelve a centrarse en los urbanitas, el tono ya no es tan idealizado y se comienza a hablar de temas más escabrosos en ese momento, como el racismo, el feminismo o la lucha de clases.

      El gran exponente de todo esto fue la comedia de Norman Lear —uno de los grandes productores de sitcoms de esa década—, destacando por encima de todas su Todo en familia (All in the Family, CBS: 1971-1979), en el que se trataban todos los conflictos que preocupaban a la sociedad de la época. La comedia, que nació como una adaptación de la británica Till Death Us Do Part (BBC: 1965-1975), presentaba a Archie Bunker, un obrero de clase baja (un precedente en carne y hueso de los Homer Simpson y Peter Griffin del futuro) y excombatiente de la Segunda Guerra Mundial. El personaje destacaba por tener una ideología y unos valores muy conservadores, y siempre acababa chocando con el resto de su familia, especialmente con Mike, el marido de su hija, con una mentalidad basada en la contracultura hippie de la década anterior y unas ideas mucho más modernas. Aunque el protagonista no dejaba títere con cabeza en su sarta de improperios sobre cualquier tema social o político, Lear le utilizaba para ridiculizar y dar una lección a ese tipo de personas con mentalidad cavernícola, que aún a día de hoy existen.

      El

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