Política exterior, hegemonía y estados pequeños. Carlos Murillo Zamora

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Política exterior, hegemonía y estados pequeños - Carlos Murillo Zamora страница 24

Автор:
Серия:
Издательство:
Política exterior, hegemonía y estados pequeños - Carlos Murillo Zamora

Скачать книгу

Políticas, por la otra, para el estudio de este tipo de observación; excepto que hubiera querido limitar el análisis a uno de los componentes y causas de la política exterior, con lo cual caería en las restricciones de algunas teorías sobre esta política ya citadas. Por eso, en la década de 1980 los especialistas en política exterior optaron por análisis interdisciplinarios y por el pluralismo metodológico (Gámez 2006: 92); mientras que en la década siguiente la búsqueda de una “teoría de la política exterior” condujo a un eclecticismo teórico. Pero al mismo tiempo fue necesario tener en cuenta la recomendación acerca de la necesidad de evitar que “…nos apabulle el enorme maremágnum de observaciones potenciales y reales que hay sobre el mundo” (King, Keohane & Verba 2000: 57); cuando de lo que se trata es de establecer una apropiada conexión entre la teoría y la evidencia. Sin embargo, no es indispensable poseer “…una teoría completa antes de recoger los datos, ni tampoco nuestra teoría tiene por qué mantenerse inalterable durante el proceso” (ibíd.); la clave está en “…dejar claro cómo se han creado y de qué manera hemos accedido…” a los datos y cuál es la variable, las unidades y las observaciones que se utilizan para desarrollar el estudio de casos (ibíd.: 62).

      Esa perspectiva favoreció la idea de multicausalidad y la combinación de las variables explicativas (Gámez 2006: 93), con el propósito de lograr un proceso simplificado a través de la organización de las observaciones en clases o categorías compuestas de unidades o casos, de manera que se pueda concentrar la mayor cantidad posible de información (King, Keohane & Verba 2000: 58-9). Ello me permitió el uso de diversos métodos, que C. Hermann (1983: 270) clasificó en cinco categorías: estudio de casos individuales, descripciones de instituciones y procesos, estudio de variables independientes, cronologías relacionales y análisis de conflictos. Debo agregar los estudios comparativos, quizás el método más utilizado desde la década de 1960 por los analistas de la política exterior; lo cual –junto con los aportes de las teorías de rango medio y básicas– ha dado lugar al uso de la teoría de toma de decisiones centrada en el rol de los líderes, la burocracia y los procesos gubernamentales. En alguna medida esto ha comenzado a ser superado en las últimas dos décadas del siglo pasado al expandirse las fronteras metodológicas y romperse algunas de las limitaciones intelectuales, permitiendo que los cuestionamientos adquieran mayor profundidad y amplitud, generando un análisis más dinámico, con bases epistemológicas y metodológicas más diversas y eclécticas (Rosati, Sampson & Hagan 1994: 7-8).

      El uso reiterado de algunos de esos métodos provocó una considerable cantidad de material descriptivo, sobre todo centrado en las grandes potencias y particularmente en Estados Unidos. Pero también un énfasis en el estudio de ciertos periodos y fenómenos de política exterior considerados excepcionales –v. gr. la Crisis de los Misiles de 1962–. Esto provocó que un buen número de estudios no puedan ser generalizados a la mayoría de los países, sobre todo a los Estados pequeños que responden a otras situaciones. Como tampoco favoreció una comprensión integral de la formulación de la política exterior como una política que conecta niveles de acción.

      Por otra parte, en los esfuerzos de construir una teoría de política exterior, ésta ha sido concebida como variable dependiente y/o como variable independiente o interviniente (cfr. Hermann 1983). En el primer caso ha generado estudios sobre las características individuales de los decisores, las políticas burocráticas, los pequeños grupos de decisión, los sistemas políticos, los factores externos y sistémicos, y los análisis multinivel integrados.76 Mientras que en el segundo caso puedo citar: política de vinculación, teorías de la dependencia, respuesta-estímulo mediada por la percepción y cibernética y adaptación.

      Sin embargo, cuando se trata de la política exterior de países en desarrollo y sobre todo de países pequeños, el panorama se torna más difuso y complejo, pues en la mayoría de esos estudios este tipo de actores estuvieron ausentes, o en el mejor de los casos ocuparon una posición secundaria. Así se generó una brecha importante,77 que intentó ser resuelta por la propuesta de J. Rosenau sobre sistemas políticos penetrados –ya analizada–, seguido por otros estudios e intentos por explicar y entender el rol de los Estados pequeños en un sistema internacional diseñado y conducido por las grandes potencias.

      Ante este panorama, en esta investigación recurrí al estudio de casos y al método comparativo, como estrategia para abordar el problema de investigación; resultando una investigación cualitativa-cuantitativa.

      Una primera advertencia es que con el estudio de casos no pretendí analizar fenómenos globales, sino seleccionar aspectos concretos que me permitieran realizar observaciones de unidades en las que funcionan las variables objeto de estudio (King, Keohane y Verba 2000: 231). Aunque recolecté numerosas observaciones de unos pocos casos; es decir, “se miden numerosas variables de muchos tipos diferentes de unidades” (ibíd.: 63), ello me brindó la oportunidad de lograr distintos objetivos con este método –en comparación con otros–, tales como desarrollar explicaciones históricas, usar generalizaciones sobre relaciones complejas con múltiples efectos y alcanzar altos niveles de validez de constructor (Bennett 2003: 19). Sin embargo, reconozco que tiene limitaciones, como la indeterminación o incapacidad para excluir una explicación, la falta de independencia de los casos y la dificultad para controlar totalmente comparaciones de casos (ibíd.: 20); Por ello, es fundamental “…distinguir entre número de casos y de observaciones” (King, Keohane & Verba 2000: 63), de ahí la importancia de señalar si se trata de un estudio con n pequeña o n grande respecto a las observaciones.

      Sobre tales debilidades, S. Van Evera (1997: 51 y 54) señala como las principales críticas: la dificultad para controlar los efectos perturbadores de terceras variables; y los problemas para hacer generalizaciones a partir de casos individuales.78 Esto se hace más evidente en el caso de la política exterior por el carácter multicausal y multidimensional. Pero el mismo autor advierte que existen recursos metodológicos para contrarrestar esas debilidades; por ejemplo, los estudios comparativos de casos controlados; minimizar los efectos de variables omitidas a través de la selección de casos con valores extremos; y utilizar un número considerable de casos. Además, es posible diseñar estudios de casos de distinta naturaleza y no sólo el descriptivo, así como lograr construir teorías que encuadren problemas de investigación y formulen hipótesis (Gámez 2006: 101). Esto conduce a H. Eckstein (citado ibíd.) a identificar cuatro tipos de estudios de caso que contribuyen a la teorización: (1) estudios configurativos-ideográficos; (2) estudios disciplinarios-configurativos; (3) casos de estudio heurísticos; y (4) estudios de casos cruciales. En la presente investigación se opta por un análisis del tipo (2),79 utilizando un número significativo de casos en áreas temáticas delimitadas a ser comparadas en dos escenarios hegemónicos, al mismo tiempo que enre los Estados pequeños de cada uno de esos escenarios.

      Ahora bien, el uso de casos puede servir para cinco propósitos: “…examinar teorías, crear teorías, identificar condiciones antecedentes, examinar la importancia de estas condiciones antecedentes y explicar casos de importancia intrínseca” (van Evera 1997: 67-8). Según este autor (ibíd.: 68) “para inferir nuevas teorías de casos comenzamos por investigar casos para establecer asociaciones entre fenómenos y para lograr testimonios de personas que directamente experimentaron los casos (actores en el caso, por ejemplo) sobre sus motivos y creencias acerca del caso.” Pero precisando las diferencias entre casos y observaciones, porque estas se corresponden a “…la medida que se toma de una variable dependiente en una unidad e incluye información sobre los valores de las variables explicativas” (King, Keohane & Verba 2000: 17); lo que permite encontrar situaciones en las que un caso puede corresponder a una única unidad. Debo señalar que algunos de los autores citados en esta sección no precisan la concepción de caso, por lo que por momentos sus planteamientos resultaron ambiguos;80 de ahí la conveniencia de no seleccionar casos a partir de la variable dependiente (Van Evera 1997: 46).81

      Para

Скачать книгу