La imaginación metodológica. Raúl Trejo Delarbre
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En la misma ruta, utilicé una tercera estrategia: luego de explorar las redes de varios medios, fue a partir de la página del Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez”, A. C. (Centro Prodh) que pude extraer un grafo representativo del escenario tecnopolítico en México, con un nivel de profundidad 2 y 783 nodos, suficiente para identificar una complejidad interseccional en la vinculación entre organizaciones, observable en cuanto a la mayor cantidad de temáticas: medios alternativos, derechos de los consumidores, organizaciones contra la discriminación, ecologistas, feministas, de derechos humanos, causas indígenas, organizaciones internacionales, migrantes, cultura de paz, justicia penal, transgénicos, y transparencia y causas cívicas. La mayor sorpresa, de esta manera, fue descubrir la interrelación con páginas asociadas al movimiento de los Dreamers, en Estados Unidos, un hallazgo lógico en el sentido de la investigación, pero que no había considerado hasta desplegar la red, lo que le dio sentido nuevamente a las visualizaciones como extensión del ARS (véase Imagen 7).
Más adelante en el tiempo, con ejemplos de datos densos y de procedimientos de investigación de abajo hacia arriba, puedo señalar dos experiencias muy en el tono de la innovación metodológica, que ha resultado una actividad constante en la investigación de entornos digitales (Toret, 2013; Sneez et al., 2016; Kubitschko y Kaun, 2016), producto de los intereses de investigación sobre tecnopolítica feminista que desarrollé junto con Claudia Pedraza, en 2019, cuando coincidimos en el tiempo libre que tuvimos debido a la huelga en la UAM Cuajimalpa. A partir de mis cursos metodológicos en la UNAM, tenía la intención de combinar tres enfoques: el análisis de redes sociales, la TA-R y la elaboración de redes semánticas, cada uno de ellos con su trayectoria epistemológica propia, pero con un vaso comunicante sólido: la dimensión reticular de sus supuestos esenciales.
Imagen 7
Mega red de la página Centro Prodh en Facebook
Fuente: Rodríguez Cano, 2018: 164.
En un primer artículo, en el que se entrelazaron el ARS y la TA-R, se recopilaron ochenta y dos carteles de difusión de eventos que ocurrieron durante más de dos años, a partir de las páginas de Facebook de los colectivos más importantes del feminismo en México (Pedraza Bucio y Rodríguez Cano, 2019a). El primer reto fue crear una base de datos relacional desde cero —finalmente realizada con Calc, de Libre Office, en formato CSV—. Para ello ayudó la noción de redes heterogéneas propuesta por Latour (2005), quien apunta que la dimensión social debe ser explorada a través de las asociaciones entre actores humanos y no humanos. Esto permitió deconstruir los carteles de difusión en varias categorías (colectivos, expositores, temáticas, sedes, ubicaciones, modalidades y respaldos) que terminaron por conformar una visualización de diferente índole. Es decir, ya no se trató de nodos de un mismo tipo, léase usuarios de Twitter o páginas de Facebook, sino de diferentes actores (véase Imagen 8).
Imagen 8
Visualización híbrida ARS / TA-R.
Fuente: Rodríguez Cano, 2019: 206.
Al explotar los algoritmos de espacialización, principalmente Force Atlas, además de las instrucciones elementales del análisis de redes sociales, el resultado fue revelador en diversos sentidos: en primer lugar, en los hallazgos derivados de la centralidad de grado de cada categoría y, sobre todo, en el panorama heterogéneo que vislumbró la suma de todos los campos. El principal logro al aplicar esta metodología, de la mano de un fértil alcance descriptivo, fue modelar la cartografía de la tecnopolítica feminista en nuestro país, un ejercicio que permitía tanto vistas panorámicas como acercamientos específicos. Entre estos últimos, destacó el protagonismo de la modalidad taller, así como la limitante de la geografía de los eventos que tendían a concentrarse en la alcaldía Cuauhtémoc en pleno centro de la Ciudad de México.
En un segundo artículo sobre esta línea de investigación (Pedraza Bucio y Rodríguez Cano, 2019b), entrelazamos en el plano metodológico el ARS con el análisis de redes semánticas, entendido como una variante de análisis de contenido con un enfoque relacional basado en significado compartido (Doerfel, 1998), cuyos alcances pueden ser principalmente descriptivos y orientados al descubrimiento de dimensiones de sentido. De esta forma, en un análisis de temáticas y modalidades, pudimos encontrar tres vertientes: reflexión, apropiación e incidencia. Y dentro de la dimensión de apropiación, las variables “creación de contenidos”, “aprendizaje de lenguaje computacional”, “perspectiva de género” y “prácticas de autodefensa”. Cabe mencionar que la suma ARS/RS supuso un complemento interpretativo al enfoque ARS/TA-R; es decir, no solo elaboramos la cartografía de la diversidad de actores feministas, sino la relevancia discursiva de su intervención tecnopolítica (véase Imagen 9).
Derivado de este último artículo, la principal reflexión en términos metodológicos fue, por un lado, confirmar el potencial del ARS para ilustrar elementos estructurales de fenómenos relacionales en las interaciones sociales, particularmente en el plano de las hegemonías y contrahegemonías de comunicación y poder en tendencias asociadas a mis líneas de investigación sobre cultura digital y tecnopolítica, con lo cual pude derrumbar el mito de la horizontalidad en las redes. Pero también, en un aspecto complementario, la deseabilidad de fortalecer esta perspectiva con herramientas y técnicas de diferente tradición de investigación, en la dirección de análisis sobre los significados que se comparten y dan sentido en los diferentes campos sociales. De esta manera, la discusión se mostró no en el plano de la vieja disyuntiva entre lo cuantitativo y lo cualitativo, sino de la complementariedad entre estructura y sentido, incluso dentro del mismo ARS.
Imagen 9
Visualización híbrida ARS / redes semánticas
Fuente: Rodríguez Cano, 2019: 75.
Por último, a la par de un grupo de activistas y académicos que estaban interesados también en esta metodología y sus implicaciones para la vida pública, durante los años que narro pude proponer de diversas maneras algunas aportaciones a la discusión sobre las formas de apropiación digital (Rodríguez Cano, 2020). A partir de dicha exploración con data mining, la ingeniería y reingeniería de categorías en bases de datos, los sociogramas y la visualización de redes, destacaron algunas vertientes que están en proceso o ya se han consolidado como las áreas tradicionales de aplicación del ARS en contextos digitales: la visualización de redes de medios tecnopolíticos y de activismo digital; la elaboración de tipologías de redes por perfil de usuarios, comunidades y contenido; tendencias relacionadas con ciberpolítica y campañas electorales; así como de activismo militante y cuentas automatizadas o bots en el marco de fenómenos de desinformación y propaganda computacional (véase Imagen 10).
Imagen 10
Representación inorgánica