"Por una merced en estos reinos". Carolina Abadía Quintero
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Hablar de promoción obliga a pensar en la circulación de personas, redes, mobiliarios e ideas, y a considerar que esta era una posibilidad de ascenso social tanto para los eclesiásticos como para oficiales reales y militares, presente, incluso, en diversas monarquías, como la española y la portuguesa.100 La Recopilación de las leyes de Indias establecía que la presentación de candidatos para dignidades, prebendas y canonjías era realizada por los obispos y arzobispos de las iglesias indianas, quienes, además, estaban obligados a informar sobre las vacantes de las catedrales y recomendar a los sacerdotes beneméritos de sus episcopados.101 El proceso de elección de un candidato eclesiástico pasaba por el reconocimiento de las vacancias en las corporaciones de poder eclesiástico, la revisión de Relaciones de méritos y servicios y de Informaciones de oficio y parte que contenían la indagación y verificación por medio de testigos de la información brindada por estos documentos, y las recomendaciones de autoridades como prelados, gobernadores, oidores, presidentes de audiencia o virreyes; la elección por parte del Consejo de Indias de una terna de candidatos que se correspondía con el perfil del cargo vacante. Esta terna era presentada al rey en forma de consulta, y era el monarca quien, en definitiva, ejerciendo su responsabilidad como vicario y patrono de la Iglesia católica en sus reinos, tomaba la decisión final y procedía al nombramiento del candidato mediante cédula real.
La consulta del Consejo de Indias termina sintetizando los datos más relevantes del candidato, el documento elaborado sirve como mecanismo de enlace entre el cursus honorum, los méritos y servicios de un candidato, el perfil del cargo vacante, una breve caracterización de quienes tenían derecho al ascenso y la presentación de los candidatos que, a juicio de los consejeros, cumplían con los requisitos para el nombramiento. Estos requisitos que, además, definían un perfil en general estaban referidos a la preferencia de clérigos letrados de las universidades de Lima y México, o de los colegios seminarios, o que hubieran servido ya en las iglesias catedrales de los reinos, o hubieran sido doctrineros de indios y extirpado idolatrías.102 He aquí el porqué de la importancia de las consultas que son la mejor evidencia histórica del ejercicio de poder relacional entre el rey, el Consejo de Indias y las corporaciones eclesiásticas. Hay que mencionar que este documento tiene algunas variaciones en su contenido a lo largo del siglo XVII, pues hay periodos en que solo se presenta la terna de candidatos con los cargos que poseían, mientras en otras se sintetizaban los méritos, los servicios y las recomendaciones de mayor importancia. En este último tipo de consultas, es posible, incluso, saber cuál fue la elección de candidatos para la terna hecha por cada consejero de Indias.103 También fue posible estudiar otro tipo de consultas, que, según Lucrecia Enríquez,104 surgían de las recomendaciones hechas por los obispos, caracterizadas por ser una lista de candidatos, en el caso payanés, del clero secular que podía aspirar al nombramiento en una prebenda vacante en el capítulo catedral.
No obstante, esta circulación está constituida por diversos movimientos definidos según la corporación en que se diera el nombramiento. Estos pueden ser los siguientes: a) internos, es decir, en el interior de una misma corporación en una misma localidad; b) externos, cuando se pasa de una corporación a otra, en un mismo lugar o en otra geografía; c) ascensos, cuando se accede a un cargo mejor y mayor respecto de renta, responsabilidad y prestigio; d) permanencias, cuando indiferente del cargo se permanece en una corporación por largo tiempo, y e) descensos, cuando se pasa a otra corporación, pero en un cargo menor o en otro lugar sin mayor prestancia económica o política con respecto al que se poseía.
Presentaré inicialmente las promociones externas. No fue muy profusa la movilidad de capitulares de Popayán a otras catedrales indianas. No obstante, los casos que se presentan muestran una lógica de circulación que pone de relieve la vinculación entre el arzobispado metropolitano de Santa Fe, el obispado de Quito, el obispado de Cartagena y el obispado de Popayán. Hay que dejar claro, en primera instancia, que los capitulares designados para el cabildo catedral de Popayán no provienen de otras catedrales y, por ende, no poseen cargos anteriores. De los cincuenta prebendados nombrados por el Consejo de Indias para ocupar un cargo en el cabildo catedral del obispado de Popayán, solo Andrés del Campo Salazar pasó de ser deán de la catedral de Huamanga en el Perú a chantre de la Catedral de Popayán,105 lo cual podría ser considerado como un descenso dada la preeminencia del obispado peruano sobre el payanés. Así, una buena parte de los capitulares consultados fueron clérigos o curas beneficiados de distintas parroquias y obispados (tabla 6).
Tabla 6. Cargos anteriores de los capitulares del cabildo catedral de Popayán, 1546-1714
Nombre | Parroquia |
Melchor de Henao | Cura beneficiado de Cali (Popayán) |
Juan Guijarro | Cura beneficiado de Anserma (Popayán) |
Francisco Hernández | Cura de Anserma y Arma (Popayán) |
Juan Jiménez de Rojas | Cura de Anserma (Popayán) |
Alonso Ortiz | Cura de Pasto (Quito) |
Gregorio Rodríguez Franco | Diácono de La Paz, vicario de Machacay (Los Charcas) |
Juan Montaño | Cura beneficiado de Cali (Popayán) |
Miguel de Urdagaya | Cura de la Catedral de Guadalajara, cura de las minas de Zacatecas, cura beneficiado de Caramancholes (Alcalá) |
Hernán Ponce de León | Cura beneficiado de Cali (Popayán) |
Francisco Vélez de Zúñiga | Cura beneficiado de San Sebastián (Quito), cura beneficiado de Almaguer, cura beneficiado de Juanambú (Popayán) |
Fernando de Oruña | Cura de Santo Tomé de Guayana (Caracas), cura coadjutor de Santa Fe de Antioquia (Popayán) |
Francisco Ramírez Florián | Doctrinero de Gámeza (Santa Fe), Caloto y Buga (Popayán), cura de Cali y Popayán (Popayán) |
Fernando de Solórzano | Cura beneficiado de Cartago, Buga y Cali (Popayán) |
Juan González Maldonado | Cura rector de la catedral (Popayán) |
Antonio de Landaeche | Cura beneficiado de Talabique, Bochín, Cumica (Panamá); capellán de la aduana de San Francisco de Cruces (Panamá) |
Lucas del Campo Salazar | Cura de la catedral de Huamanga, cura de T imaná, Almaguer y La Plata (Popayán) |
Juan Dávalos | Cura de Cartago y de San Lesmes de Supía (Popayán) |
Pedro de Herrera Gaitán | Cura beneficiado de Cali y Buga (Popayán), cura coadjutor de Antioquia (Popayán) |
Francisco Sánchez Alvarado | Sacristán Mayor, cura rector de la Catedral (Popayán) |
Cipriano de Salcedo | Cura beneficiado de Mompós (Cartagena) |
Pedro Domínguez de Monroy | Cura interino de Guacarí y Timaná, cura vicario de Guambía (Popayán), cura de Chillo y Píllaro (Quito) |
Miguel de Ressa Montoya | Cura de Guambia (Popayán) |
Francisco Javier de Salazar Betancur | Cura de Guambia, Roldanillo y Caloto (Popayán) |
Fernando Antonio de Salazar Betancur | Cura de La Cruz y San Juan del Pongo, cura beneficiado de Buga (Popayán) |
Bernardo Inestrosa Príncipe | Cura rector de la catedral de Popayán |
Fuente: Elaboración propia con datos de las actas capitulares del Archivo General de la Nación, Arzobispal de Popayán, cartas y documentos del Archivo General de Indias.
Varios capitulares iniciaron su carrera eclesiástica siendo curas de algunos de los beneficios parroquiales de los obispados de Popayán, Quito, Caracas, Panamá, Guadalajara, Huamanga y Los Charcas, el arzobispado de Santa Fe y el Colegio Mayor de Alcalá de Henares. Solo se presenta un caso de circulación entre la Nueva España y Popayán, el de Miguel Urdagaya, lo que demuestra que las catedrales novohispanas no estaban incluidas en este circuito de promoción con la América meridional, situación que merecería un análisis más amplio en el caso de los arzobispos y capitulares de la Catedral de Lima y de la Catedral de México. Ahora bien, esto expone una lógica de circulación para el obispado payanés: los candidatos promocionados eran, por lo general, curas beneficiados o doctrineros, circulación que debía repetirse en otros obispados indianos considerados por la Corona como de bajo perfil o mejor referidos por el Consejo de Indias como “obispados de esta