Historia de lo trans. Susan Stryker

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Historia de lo trans - Susan Stryker страница 9

Historia de lo trans - Susan Stryker

Скачать книгу

otras consideran incluso que la identidad y el deseo de expresarla de modo diverso nacen de creencias espirituales, preferencias estéticas o deseos eróticos. Como se ha sugerido anteriormente, es más importante reconocer que algunas personas experimentan el género de forma distinta a la mayoría que determinar por qué algunas personas experimentan el género así.

      Pronombres de género neutro: El inglés, la lengua más hablada en los Estados Unidos, no permite fácilmente hacer alusión indirecta a otros individuos sin asignarles un género. Debemos escoger entre los pronombres de tercera persona he, she o it, siendo este último inapropiado para hacer referencia a seres humanos precisamente porque no indica el género. Hay, sin embargo, una larga tradición de pronombres de tercera persona con género neutro en varios dialectos ingleses (como es el caso de la reliquia anglosajona a, que aún se emplea en la zona de Yorkshire en el Reino Unido, para hacer referencia a él/ella/ello, o yo, un término vernáculo afroamericano popularizado por el hip-hop, que se emplea con el mismo fin en las proximidades de Baltimore a día de hoy). También existe una larga historia de intentos para introducir de forma deliberada pronombres de nueva creación (como la palabra thon, que se propuso en 1858 como contracción de that one [esa persona] y que se consideraba parecida a la forma arcaica thine empleada para el posesivo de segunda persona del singular your [tu]), así como para emplear el plural de género neutro (they/them) como sustituto del singular de género binario. Los primeros usos del plural como alternativa al singular datan del siglo xvi y siguen siendo comunes incluso en las variedades regionales actuales como es el caso de y’all (you all [todos vosotros]) y y’uns o yinz (you ones [vosotros]), que a menudo se emplean en referencia a un solo individuo. Cada vez es más frecuente el uso del plural they/them/their en sustitución de un pronombre singular con género cuando se desconoce o resulta irrelevante el sexo o el género de la persona a la que se hace alusión –incluso hasta llegar a construcciones inadecuadas como the person themself [la persona mismas]. Algunas personas que promueven el uso de pronombres ingleses de género neutro emplean ze o sie en lugar de los pronombres he y she, o la palabra hir en lugar de los posesivos his y her. A veces, en textos escritos, se emplea el impronunciable s/he. Ninguna de las soluciones a la determinación lingüística del género en inglés es del to-do satisfactoria; las palabras de reciente acuñación pueden sonar impostadas o chirriantes, y el uso del plural en lugar del singular puede sonar agramatical. Pero las lenguas evolucionan, generalmente en respuesta a eventos históricos (como las conquistas romana y normanda de Inglaterra, que introdujeron gran parte del vocabulario latino en la lengua inglesa –de no haberlo hecho, los hablantes contemporáneos del inglés aún hablarían como Chaucer o Shakespeare). Las personas transgénero y no binarias tratan de acelerar la evolución del lenguaje para que este refleje la nueva realidad social creada por dichas personas.

      El español, la segunda lengua más hablada de los Estados Unidos, presenta incluso mayores dificultades que el inglés a la hora de comunicar sin hacer alusión al género, dado que el género gramatical en lengua española, junto con la mayoría de lenguas indoeuropeas, se refleja en otras partes del discurso además de en los pronombres. Una reciente evolución, que funciona mejor por escrito que en la lengua oral, es la de reemplazar la desinencia de género –o (masculino) o –a (femenino) con la terminación de género neutro–x; por ejemplo, latinx en lugar de latino y latina. Por el contrario, en la tercera lengua más hablada de los Estados Unidos, el chino mandarín, los pronombres de tercera persona no poseen género en la lengua oral, ya que todos se pronuncian del mismo modo: tā. Curiosamente, los caracteres escritos de los pronombres personales se basan en la forma que representa el concepto genérico «humano». Los pronombres de tercera persona sin género específico son de hecho la norma más que la excepción en la mayoría de idiomas no indoeuropeos.

      El uso adecuado de pronombres de género neutro puede ser delicado. Por una parte, el lenguaje neutro en cuestión de género puede ser una forma de combatir el sexismo (como lo es evitar el uso de él u hombre para hacer referencia a las personas en general) o de evitar hacer presuposiciones sobre la identidad de género de una determinada persona. Pero por otra, algunas personas transgénero –a menudo aquellas que han luchado duro para lograr un estatus de género distinto al que se les asignó al nacer– pueden sentirse ofendidas cuando se hace alusión a ellas mediante pronombres de género neutro, en lugar de con los pronombres de género adecuado, ya que lo perciben como una falta de reconocimiento del modo en que ellas de forma obvia y deliberada presentan su género. Una buena regla general es destinar los términos neutros a un registro más educado y formal, empleándolos cuando no se conoce bien a la persona de la que se habla, y reservar los términos con género para un uso más familiar y emplearlos en situaciones en las que se conoce a la persona y lo que prefiere.

      De género no conforme, género queer y no binario: Todos es-tos términos hacen alusión a personas que no se adaptan a las nociones binarias de alineación de sexo, género, identidad de género, rol de género, expresión o presentación de género. Si caben distinciones sutiles, se podría decir que de género no conforme (o de género variante) resulta más neutro a la hora de describir el comportamiento; género queer se asocia más con formas subculturales concretas de expresión de género originadas en comunidades LGTB o en contraculturas de moda inspiradas en el punk, el gótico o el fetiche que ponen el énfasis en el uso de pendientes, tatuajes y estilos excéntricos de maquillaje y peinado; y no binario es una preferencia terminológica entre las generaciones más jóvenes que consideran que la identidad de género binaria es algo más importante para sus abuelos que para ellos mismos. Al no satisfacer la expectativa social de que a quienes se les asigna el sexo macho se convierten en hombres y a quienes se les asigna el sexo hembra se convierten en mujeres, las personas transexuales y transgénero pueden considerarse no conformes con su género y pueden ser tan género queer o no binarias como cualquier otra persona. En la práctica, sin embargo, estos términos se emplean para hacer referencia a quienes se oponen a ser identificados con los términos transgénero y transexual, por pensar que dichos términos están pasados de moda o demasiado enmarañados a nivel conceptual con el sistema binario de género.

      Presentación de género: De un modo muy similar a expresión de género, el término hace referencia al hecho de mostrarse y actuar como la propia cultura espera de un hombre o de una mujer (o, dicho de otro modo, a presentarse de un modo que visibilice la no conformidad de género). Todos presentamos nuestro género ante los demás.

      Rol de género: Rol de género hace referencia a las expectativas de comportamiento y actividad adecuadas para un miembro de un género concreto. Es un término cada vez menos relevante en la sociedad laica contemporánea por haber menguado la estereotipación sexual, habiendo aumentado la participación del hombre en el cuidado de los hijos e hijas y las tareas domésticas y las oportunidades de trabajo de las mujeres. Pero en la medida en la que aún posee significado, el término expresa las costumbres culturales, creencias religiosas o presuposiciones enraizadas en las teorías científicosociales. Es el dictado social el que dice que el hombre debe llevar yarmulke o la mujer hijab, así como que los hombres son agresivos y las mujeres pasivas, o que el hombre debería ser médico mientras la mujer debería ser enfermera, o que los padres han de tener un trabajo estable fuera de casa. Aunque sin duda es posible vivir una vida feliz y plena eligiendo caminos que son (o antaño fueron) convencionales socialmente, como el de la madre que se queda en casa, o que expresan el sentido de deber religioso o pertenencia a una etnia, los roles de género nos dicen que de no cumplir las expectativas prescritas fracasaremos en el cometido de ser verdaderas mujeres u hombres. Las personas transgénero a veces experimentan muchas dificultades sociales y psicológicas por no encarnar los roles de género esperados, especialmente cuando tales expectativas se sustentan en creencias tanto científicas, culturales o religiosas sobre lo que es natural, normal o concedido por acción divina.

      Habitus: Habitus simplemente hace referencia a nuestra mane-ra habitual o consuetudinaria de comportarse y modular el cuerpo. Muchos de nuestros hábitos implican la manipulación de nuestras características sexuales secundarias para comuni-car a las demás personas la percepción que tenemos

Скачать книгу