Historia de la República de Chile. Juan Eduardo Vargas Cariola
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Hacia 1828 pasaron a América los hermanos Juan y Edmundo Eastman para atender los intereses del padre de ambos. Juan se radicó en Buenos Aires, en tanto que Edmundo viajó a Chile para dedicarse a las actividades mineras. El mismo año 1828 aparece formando parte del comercio de La Serena127. En 1832 casó en Sotaquí con Tomasa Quiroga y Darrigrande, y fueron padres de ocho hijos, con familias en La Serena, Valparaíso, Santiago y Ecuador128. Ese matrimonio le permitió vincularse a la familia Urmeneta, pues José Tomás había casado con Carmen Quiroga Darrigrande.
A ellos es posible agregar otros extranjeros que formaron familia en la región, como el norteamericano Amadeo Gundelach129, el inglés natural de la isla de Madera Guillermo Canningham, los hermanos Juan y Guillermo Carter, naturales de Escocia, el canadiense Luis Tondreau, los alemanes Juan Clausen, Juan Federico Flotow (Floto), y Guillermo Schreiber (Escríbar), el francés Agustín Fontaine y varios más.
Pero no solo se radicaron en La Serena ingleses, norteamericanos, alemanes y franceses. También lo hicieron de otras nacionalidades, como españoles —los gallegos Juan Bautista Carneiro e Higinio Ripamonti, el carmonense Antonio Galeno, el gaditano Isidoro Cuadrado y Angulo, el catalán José Coromina y Tolosa—, y otros provenientes de países americanos. Así, por ejemplo, cuando en 1829 el escocés David Ross contrajo matrimonio con Carmen Edwards, le sirvieron de testigos los peruanos naturales de Lima Ventura y José Piñera, vinculado este último a la actividad minera en Arqueros130. José Piñera, abogado y funcionario en su patria, se radicó en La Serena entre 1824 y 1826, y casó en 1827 con Mercedes Aguirre y Carvallo131. También del Perú llegó a radicarse a La Serena Mariano Daza.
Entre los chilenos establecidos en La Serena en la primera mitad del siglo XIX hubo varios provenientes de Santiago, atraídos por la minería. Se reprodujo en esta ocasión el modelo ya analizado con anterioridad: una o más familias de prestigio sirvieron de eje en torno al cual se fueron insertando los migrantes, lo que, a su vez, facilitó el desarrollo de prácticas endogámicas. En el periodo examinado cabe recordar a dos hermanos Ruiz-Tagle Lecaros radicados en La Serena: Nicanor, casado con Carolina Salcedo Iribarren y Carlos, con Salustia Solar Vicuña.
De Valparaíso llegó a La Serena Pedro Nolasco Valdés Muñoz, quien fue uno de los suscriptores de la compañía minera que se formó para explotar una pertenencia en el mineral de plata de Arqueros en 1825132. Cinco años más tarde Valdés era socio de Rodríguez, Cea y Cía., sociedad que se formó en Vallenar con un capital de 281 mil pesos, y que en 1831 y 1833 tenía intereses en el valle de Aconcagua133. En 1839 Valdés se asoció en Copiapó con Juan Sewell, de quien era apoderado Roberto Walker. Pedro Nolasco Valdés contrajo matrimonio en 1822 en La Serena con Rosario Munizaga Barrios, hija del rico minero, armador, comerciante y terrateniente Juan Miguel Munizaga y Trujillo134. Ya en 1829 aparece Valdés como propietario de Titón, importante predio rústico del valle de Elqui135. Una hija de Pedro Nolasco Valdés, Juana, contrajo matrimonio con Eduardo Abbott de Fleury, miembro de una familia inglesa de comerciantes con al menos tres generaciones en el Medio Oriente, concretamente en Damasco, nacido, sin embargo, en Calcuta, y radicado en La Serena, desde donde intervino activamente en el comercio del cobre, quienes dieron origen a una extensa y vinculada descendencia136.
Un caso muy peculiar fue el de los hermanos serenenses Isidoro y Manuel Antonio Cordovez del Caso, radicados ambos en Colombia y casados con las colombianas Agustina y Javiera Fernández de Moure, con extensa sucesión en ese país y en Ecuador. Simón Cordovez Moure, hijo de Manuel Antonio y Javiera, emigró a Chile y se casó en La Serena en 1854 con Carolina Aguirre y Rivera, con muchos descendientes, entre ellos el obispo de Rancagua Eduardo Larraín Cordovez137.
En la zona de Ovalle trabajaron José Tomás de Urmeneta García y el santiaguino Ramón Lecaros Alcalde, exitosos empresarios en Tamaya138. El segundo, propietario de varios fundos en el departamento de Ovalle y de numerosas pertenencias mineras, casó primero con la serenenses Rita Guerrero Varas, hija de Juan Antonio Guerrero Gayón de Celis y de Francisca Varas Noriega, con una hija que no tuvo sucesión. Casado en segundas nupcias con su pariente Juana Vicuña Alcalde, tuvo descendencia139.
El establecimiento de mineros y habilitadores en Atacama, en general del centro del país y también del extranjero, originó cambios profundos en la sociedad local, hasta entonces muy ligada a la de La Serena. Entre los ingleses que impulsaron el desarrollo minero debe mencionarse a los hermanos Walker. Dos de ellos, Juan y Alejandro, contrajeron matrimonio con las hermanas Mercedes y Teresa Martínez Martínez, naturales de Copiapó, en tanto que Roberto Walker, que no era pariente de aquéllos, casó con Custodia Martínez Martínez, hermana de las anteriores, dejando extensas y vinculadas descendencias en la región y en Santiago. El norteamericano Juan Melitón van Buren, contratado para la construcción del ferrocarril de Caldera a Copiapó, se radicó en esa ciudad y allí contrajo matrimonio con Damiana Vallejo y Vallejo en 1856, con sucesión en Valparaíso140. El francés Constante Quesney casó en Copiapó hacia 1830 con María Dolores Ossa Cerda, con sucesión en Santiago.
A partir del decenio de 1830, las luchas políticas argentinas, por una parte, y el auge minero en Atacama y Coquimbo, por otra, impulsaron una considerable migración transandina. Junto a los numerosísimos que llegaron a prestar sus servicios como peones, peluqueros, sastres, plateros, pintores, herreros y carpinteros, debe agregarse a quienes, por contar con medios de fortuna, se incorporaron a los negocios mineros, sin perjuicio de que no siempre perdían la esperanza de realizar alguna intentona contra el gobierno de Rosas, como fue el caso de Domingo Francisco García, acusado de introducir armas al país vecino. También realizó actividades mineras en Copiapó el ex director del Banco de Buenos Aires, Mariano Fragueiro, cuyas ideas en una materia desconocida en Chile sirvieron para difundir, a partir de 1844 y por medio de El Progreso de Santiago, “los conocimientos necesario sobre la naturaleza de los bancos”141. En La Serena se radicaron Francisco Iñiguez-Pérez y Zeballos, de Mendoza; Bernardo Videla, casado hacia 1850 con la serenense Mercedes Aracena; Gabriel Meollo y Gorbea, de Catamarca; Mariano González Bulnes, de Córdoba, con larga sucesión en la capital de Coquimbo; los hermanos Félix, Jacinto y Octaviano Pulido y Moreno, de la Rioja, con extensa descendencia142; José María Castro y Albarracín, que formó familia en el valle de Elqui, y Lino Castro, de Buenos Aires. El mendocino Juan José Cobo Sáez, con parientes instalados en Chile desde fines del siglo XVIII, casó en La Serena con Tránsito Valdés Munizaga, y se avecindó en Copiapó en 1834 para trabajar en Chañarcillo