Viaja conmigo a Ítaca. Julio Marco Barroso

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Viaja conmigo a Ítaca - Julio Marco Barroso

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      Si pudiera vivir nuevamente mi vida,

      en la próxima trataría de cometer más errores…

      Haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, iría a sitios a los que nunca he ido…

      Por si no lo sabes, de eso está hecha la vida, solo de momentos; no te pierdas el ahora. No malgastes ni un minuto en criticar, en enfadarte, en envidiar…

      Disfrutaría en cada momento de lo que tengo y viajaría más ligero de equipaje…

      Si tuviera otra vez vida por delante… Pero ya ven, tengo 85 años… y sé que me estoy muriendo.

      José Luis Borges

      ¡¡Haz!!... antes de que sea tarde.

      VII. Aprendizaje transformacional

      La base del aprendizaje y del desarrollo personal está en la declaración del «no sé». Aceptar que nos queda muchísimo que aprender y des-aprender. Convertirnos en eternos aprendices. Por experiencia te digo que, cuanto más nivel tienen mis clientes, más ganas de aprender y más humildes son... y al contrario.

      «El primer paso de la ignorancia es presumir de saber».

      Baltazar Gracián

      ¿Por qué nos cuesta tanto reconocer que no sabemos?

      El problema está en que cuando decimos «no sé» mostramos en cierto sentido una carencia, algo que desconocemos, una vulnerabilidad que nos deja expuestos.

      Decir «no sé» implica dos declaraciones: una a nosotros mismos de tomar conciencia, darnos cuenta, y otra ante los demás. Las dos son básicas para el aprendizaje y requieren mucha humildad.

      También hay muchas cosas que creemos que hacemos bien, pero que no lo estamos haciendo tanto.

      ¿Has oído hablar de la ventana de Johari? La parte de arriba es lo que conocemos, lo que controlamos, nuestra zona de confort.

      Figura 1. La ventana de Johari.

      La parte de abajo es lo desconocido, la zona ciega, lo que no controlamos y nos da miedo. Ahí está el auténtico desarrollo.

      Descubrir nuestras limitaciones, darnos cuenta de lo que no sabemos, es la base de nuestro desarrollo personal, del aprendizaje y el cambio, y luego, por supuesto, hacer un plan de acción para mejorarlo.

      VIII. Aprender y des-aprender

      Cualquiera, con un buen profesor, puede aprender cualquier cosa, pero cuando hablamos de aprendizaje transformacional hablamos de nuestro ser. No de cambiar el ser, sino de llegar a alcanzar la mejor versión de nosotros mismos, nuestro Ítaca, y esto es mucho más difícil.

      «No es lo que no sabes lo que te mete en líos. Es lo que estás seguro de saber cuando realmente no es así».

      Mark Twain

      Pues en este mundo de incertidumbre y en cambio permanente, el éxito no está en repetir lo que ya conocemos, sino en desaprender y aprender. Bien, pues vamos a ver estos dos conceptos:

      ¿Cómo aprendemos?

       A través de la reflexión: es la manera más noble de aprendizaje

       A través de la imitación: es la más sencilla. Es como aprenden los animales y los niños

       A través de la experiencia: es la más amarga (imagínate un niño cuando toca un enchufe o una plancha caliente. ¿A que no vuelve a hacerlo?), pero también la más eficaz

      Si le enseñas algo teórico a alguien nunca lo aprenderá. Aprendemos haciendo.

      La repetición es la madre de toda habilidad.

      ¿Y qué crees que es más difícil: aprender o des-aprender? Evidentemente, desaprender. Imagínate que juegas al golf o al tenis y que quieres mejorar y coges un profesor, ¿qué es lo primero que suele hacer? Pues, después de preguntar si has pagado la clase, lo siguiente que te dirá es que cojas el palo o la raqueta para ver el grip que tienes y probablemente será lo primero que te cambie.

      ¿Y qué pasa entonces? Pues que no pegas una bola. Y empiezas a perder bolas y a perder partidos durante una buena temporada. Te lo digo por experiencia. Yo sufrí este cambio al coger de profesora a Marta Figueras Dotti, la única española que ha ganado el Open Británico y que ha sido capitana de la Solheim Cup femenina, y con la que colaboraba organizando outdoors para empresas.

      La tendencia natural del ser humano es volver a hacer lo que hacía hasta ese momento. Pero el aprendizaje supone un cambio y un esfuerzo. Si eres capaz de persistir y seguir fallando, un día de repente pegarás una bola de forma impresionante y, a partir de ahí, el aprendizaje será exponencial.

      Cualquier aprendizaje lleva aparejado primero un des-aprendizaje y este un sufrimiento que deberás estar dispuesto a aceptar si quieres mejorar tu desempeño.

      ¿Y qué es des-aprender?

       Soltar lo aprendido

       Hacer un esfuerzo consciente para reformular patrones establecidos. (Sustituir un hábito negativo por uno positivo es más fácil que eliminarlo)

       Dejar de hacer lo mismo de la misma manera

       Dejar atrás una manera de hacer que nos ha acompañado toda la vida (por eso es tan difícil)

      Pero, para asumir nuevas enseñanzas a veces hay que empezar por desaprender lo aprendido.

      Para llenar un vaso, primero debe estar vacío.

      Ahora bien, desaprender no es involucionar, sino todo lo contrario: es evolucionar dejando atrás lo que no es útil. Es soltar lastre para ir más rápido. Como dice Punset: «desaprender lo sabido es hoy día más importante que aprender cosas». Porque muchas de las cosas que aprendimos y que forman parte de nuestras creencias, de nuestras convicciones más profundas, hoy ya no nos sirven. En la universidad tendría que existir la asignatura del «des-aprendizaje».

      IX. tu zona de confort, El lugar menos seguro para vivir

      Desde niños nos han educado para buscar la seguridad, pero eso es cada vez más difícil. Hoy lo único seguro es el cambio. Por eso estamos siempre de los nervios.

      Antes el medicamento más vendido era la aspirina y ahora son los antidepresivos.

      Bien, pues a esa zona de seguridad que tanto buscamos, la denominamos nuestra «zona de confort». La zona de confort es lo conocido, lo seguro, lo familiar.

      Es nuestro refugio, nuestro terruño, la rutina, donde vamos tirando, donde vamos sobreviviendo. Donde hacemos lo que sabemos hacer; y lo que no sabemos, no lo hacemos. Donde vivimos tranquilamente utilizando nuestro hemisferio izquierdo, el de los automatismos.

      Ahora

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