Jóvenes, cultura y religión. Jorge Manzi

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Jóvenes, cultura y religión - Jorge Manzi

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grupo que en otros estudios –como en las Encuestas Nacionales Bicentenario o de la Juventud– son integrados dentro de la gran categoría de personas no creyentes o sin religión. Nos parece que ambas distinciones al interior de grupos religiosos han permitido, tal como se comentará a continuación, algunos primeros hallazgos en torno a la diversidad, por ejemplo, al interior del grupo de católicos, así como la similitud que un grupo de católicos –los nominales– presenta respecto del grupo de creyentes no adherentes. Creemos que ello permite evidenciar con mayor claridad la complejidad que implica el fenómeno de la religiosidad en los tiempos contemporáneos, no solo, pero también, a nivel de identidades religiosas.

      Entrando un poco más en detalle en este punto, el presente capítulo ha mostrado, al menos en una primera etapa del análisis, la heterogeneidad de quienes se declaran católicos, cuya variabilidad está asociada, en parte, a los distintos niveles de prácticas que tienen los jóvenes de este grupo, distinguiéndose entonces entre católicos practicantes, observantes y nominales. Asimismo, y más interesante aún, se pudo constatar que estos distintos grupos tienen también importantes diferencias con respecto a los niveles de religiosidad y de identificación con su religión. En ese sentido, los jóvenes católicos que tienen mayor nivel de práctica también sienten una mayor identificación con el catolicismo y se perciben a sí mismos como más religiosos, lo que disminuye progresivamente junto con la disminución en las prácticas. Dicho hallazgo solo ha sido posible de lograr dada la distinción metodológica antes comentada, la cual logra esclarecer de manera más precisa las diferencias dentro de un grupo que comúnmente se considera homogéneo, pero que, como se observa en los resultados de este estudio, en la práctica no lo es y no únicamente en relación con la práctica cultual.

      Lo anterior ha permitido constatar la similitud que creyentes no adherentes manifiestan, en los diversos ítems referidos a la identidad religiosa, con los denominados acá como “católicos nominales”. Nuevamente, dicho hallazgo ha sido posible al diferenciar a los creyentes no adherentes de los jóvenes agnósticos o ateos, con quienes son agrupados usualmente en otros estudios.

      Se analizó en detalle la evolución de las afiliaciones religiosas de los jóvenes de la muestra a lo largo del estudio, de manera de conocer el nivel de dinamismo o estabilidad que presentan en uno de los períodos de transición más importante del ciclo vital de las personas. En términos globales constatamos una relativa estabilidad, en el sentido de que al menos el 55% de los jóvenes que declaraba una cierta identidad religiosa al comenzar el estudio, declaraba la misma en la tercera medición. Sin embargo, se observaron variaciones relevantes según la identidad religiosa inicial.

      Entre los jóvenes que adhieren a religiones institucionalizadas (católicos o evangélicos), se observa claramente una mayor estabilidad en los segundos. Por su parte, entre los católicos se constata que cuando se observa un cambio, este se traduce, en general, en un aumento de los creyentes no adherentes.

      La diferenciación metodológica entre creyentes no adherentes y agnósticos, ateos ha permitido constatar, además, que, al menos para una proporción de los jóvenes, la creencia sin adherencia y el agnosticismo se comportan como afiliaciones “de paso”, en tanto son las identidades religiosas que presentan los mayores niveles de movilidad. Dentro de los grupos creyentes, es más probable que los participantes sin adherencia se hagan no creyentes. A su vez, dentro de los grupos de no creencia, es más probable que un participante agnóstico experimente un cambio de identidad hacia la creencia, pero, en general, sin adhesión institucional. Por su parte, quienes se denominaron agnósticos o ateos en la primera medición tuvieron patrones de movilidad algo desiguales, aunque con una tendencia a desplazarse a alguna de las opciones más cercanas, ya sea hacia la creencia sin adhesión o hacia otra forma de increencia.

      Por último y como era de esperar, se observó que la identidad religiosa se construye en relación con otros aspectos de la vida. Se puede notar que las identidades religiosas institucionalizadas, particularmente la católica, tiene una mayor presencia femenina. A su vez, el nivel socioeconómico alto se asocia a un catolicismo más practicante, al mismo tiempo que al ateísmo. Por otra parte, orientaciones políticas de derecha se dan más frecuentemente entre jóvenes católicos, particularmente en quienes tienen mayor nivel de prácticas, mientras que orientaciones de izquierda se dan más frecuentemente entre grupos de no creencia. Por último, se reconoce una concordancia entre la religiosidad de los padres y la de los jóvenes, en donde, si bien la mayoría de los padres son católicos, los jóvenes creyentes no adherentes tienen más frecuentemente padres no adherentes, y jóvenes no creyentes también tienen más frecuentemente padres no creyentes. Un primer hallazgo respecto de la relevancia que tiene, y sigue teniendo incluso en esta etapa de la vida, la familia de origen para la religiosidad de los jóvenes. En los siguientes capítulos se verá cómo ello se refleja también en otras dimensiones de la misma.

      4Se ha englobado bajo el concepto “grupos religiosos” todos aquellos grupos que se conforman a partir de la postura que los jóvenes adoptan respecto de la religión, sean estos grupos que se identifican con una religión –como los católicos y evangélicos–; grupos que se declaran creyentes, pero que no adhieren a una religión; o grupos que simplemente no se reconocen como creyentes, como sucede con quienes se declaran agnósticos o ateos.

      5Por cuestiones de brevedad, se indicará el tiempo 1 del estudio panel, correspondiente a los años 2007-2008, con la sigla T1; el tiempo 2, correspondiente a los años 2009-2010, con T2; y el tiempo 3, correspondiente al 2011-2012, con T3.

      6Aunque la Sexta Encuesta Nacional de la Juventud presenta datos con respecto a la adhesión religiosa de los jóvenes, estos se extraen solamente a partir del universo de jóvenes que se declara religioso y no sobre la muestra total, por lo que los datos no son comparables con los de los otros años (INJUV, 2010).

      7En las Encuestas Nacionales de la Juventud se incluye en un grupo denominado “ninguna religión” a todo aquel que dice no tener una religión en particular, sin diferenciar entre creyentes no adherentes, agnósticos o ateos, como se hace en este estudio. Por ello, y para poder hacer comparables los datos, se han sumado los resultados equivalentes a estos tres grupos de este estudio panel, rotulándolos como “ninguna religión”.

      8Cf. capítulo introductorio donde se detalla la metodología del estudio y las características de la muestra.

      9Se debe mencionar que en el T2 existió una disminución en las personas que se reconocen evangélicas debido, principalmente, a que varios encuestados no respondieron esta pregunta en dicha ocasión.

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