La cocina ayurvédica. Carmen Frigerio
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TEORÍA DE LOS TRES DOSHAS
Según el ayurveda, los seres humanos se componen de tres tipologías psicofisiológicas o mente-cuerpo conocidas como doshas. Estos tres principios –Vata, Pitta y Kapha– gobiernan todas las funciones psicológicas, fisiológicas y patológicas. Son responsables del desarrollo y mantenimiento de los tejidos biológicos y rigen todas las actividades metabólicas; estas tareas incluyen el anabolismo (Kapha), catabolismo (Vata) y metabolismo (Pitta).
La proporción específica de los doshas en cada individuo –denominada prakriti, o naturaleza– se determina en el momento de la concepción, y gobierna el estilo de funcionamiento de la mente y el cuerpo particular de cada uno.
Cualidades y funciones de los doshas
Vata gobierna todo lo relacionado con el movimiento y la actividad, abarcando tanto la actividad mental como la neuromuscular, respiratoria, circulatoria y digestiva; es la fuerza motriz detrás de los otros doshas y es responsable de la transmisión de información y nutrientes en todo el organismo. Debido a su naturaleza cambiante, es el dosha que tiene mayor predisposición a desequilibrarse.
Vata se compone de los elementos éter y aire, que determinan sus cualidades predominantes: seco, liviano, móvil, inestable, veloz, frío, áspero y sutil.
Pitta gobierna las funciones de metabolismo y transformación. Se lo asocia a los elementos fuego y agua, siendo responsable de la digestión, asimilación, temperatura corporal y coloración de la sangre y de la piel. A nivel mental, Pitta se encarga de digerir nuevas ideas y de metabolizar emociones intensas. Sus cualidades predominantes son: caliente, agudo, penetrante, fluido, intenso, levemente oleoso y ácido.
Kapha es el principio que provee el material para mantener la estructura corporal. Está compuesto por los elementos tierra y agua que le otorgan las cualidades de: pesado, estable, frío, lento, oleoso, suave, blando, pegajoso. Kapha es responsable de proporcionar la fuerza física, mantener lubricadas las articulaciones, producir las secreciones del aparato respiratorio y digestivo y gobernar todos los líquidos corporales.
Funcionamiento de los doshas saludables y su desequilibrio
Los tres doshas son esenciales para la vida y cuando están en equilibrio resultan en una buena salud. La proporción óptima de los doshas es única para cada individuo. Cuando los doshas están balanceados mantienen la integridad del cuerpo; cualquier tipo de disturbio en su equilibrio se traduce en enfermedad:
Tipos mente-cuerpo (prakriti)
Según el ayurveda, cada individuo hereda una proporción particular de los tres doshas que determina su constitución característica. Puede ser que solo un dosha predomine pero comúnmente son dos los doshas más representativos, con el tercero menos dominante. Rara vez predominan los tres doshas por igual.
Durante una evaluación ayurvédica, el médico utiliza la historia personal y el examen físico para determinar el tipo constitucional (prakriti) de cada persona. Existen sesenta y cuatro permutaciones diferentes obtenidas de las posibles combinaciones entre la predominancia de Vata, Pitta y Kapha en los individuos, pero para un manejo más sencillo trabajamos con diez tipos constitucionales principales:
1 Vata
2 Pitta
3 Kapha
4 Vata-Pitta
5 Pitta-Vata
6 Vata-Kapha
7 Kapha-Vata
8 Pitta-Kapha
9 Kapha-Pitta
10 Vata-Pitta-Kapha
El ayurveda considera que la base material del universo está compuesta por cinco elementos fundamentales:
TIERRA AGUA FUEGO AIRE ÉTER
A su vez, estos elementos se combinan entre sí para originar estas tres fuerzas fundamentales que rigen todos los procesos de la naturaleza:
Al saber, entonces, cuáles son los elementos constitucionales predominantes de cada uno, podemos deducir las cualidades o atributos que definirán a estos tres principios metabólicos:
Las proporciones específicas de estos principios metabólicos se definen en el momento de nuestro nacimiento y determinan el tipo constitucional de la persona, o prakiti.
Idealmente deberíamos mantener esa misma proporción de Vata, Pitta y Kapha a lo largo de toda la vida, y de forma equilibrada. Cuando esta proporción se desequilibra, aparece la enfermedad.
El ayurveda es la ciencia de la vida. Nos da las herramientas y, fundamentalmente, el conocimiento para entender cómo funcionamos, cuáles son nuestras tendencias, en qué debemos cuidarnos más. Nos enseña a vivir en armonía y en sintonía con las leyes de la naturaleza.
Para poder identificarnos con estos tres doshas más claramente, vamos a describir primero cómo sería una persona puramente Vata, una Pitta y una Kapha. Aunque los casos puros son muy inusuales, así como también lo es encontrar a una persona tridóshica (con la misma proporción de los tres doshas), nos van a resultar útiles para entender más profundamente los rasgos característicos de cada uno, antes de pasar al test de evaluación personal.
VATA
Son personas muy altas o muy bajas, extremadamente delgadas, que les cuesta mucho subir de peso por más que coman cantidades increíbles. Pero su apetito, al igual que todos sus hábitos, es muy irregular. Son de tez oscura, piel seca, cabello fino y uñas quebradizas, y casi no tienen vello corporal. Sus extremidades tienden a estar heladas y detestan los climas secos y fríos. Son muy sensibles al dolor, tienden fácilmente a la rigidez, contracturas musculares, articulaciones ruidosas, gases y constipación.
Tienen una gran agilidad mental, lo que les permite captar cualquier nueva información rápidamente, pero con la misma rapidez tienden a olvidarse de las cosas. Son muy movedizos y verborrágicos, gesticulan mucho y raramente conservan el hilo de la conversación. Son sociables, muy creativos y, si se enojan por algo, lo olvidan con facilidad. Su mente nunca descansa, una tendencia que los predispone al insomnio, ya que la actividad mental no para de noche. Viven acelerados, comen rápido, hablan rápido, caminan rápido y les cuesta adaptarse a otros ritmos más calmos: no pueden seguir ninguna rutina. Son muy desordenados y nada detallistas. Les encanta conocer cosas nuevas, viajar y no se apegan a nada. Sus sentidos más desarrollados son la audición y el tacto; por lo tanto, el sonido de la lluvia, del río o una melodía tranquila los apacigua, al igual que un suave masaje, con aceites tibios, o las caricias. Son muy entusiastas, pero también inestables y ansiosos, se aburren con facilidad, lo que limita su capacidad para concretar proyectos o metas. Comúnmente dejan todo por la mitad, ya que les cuesta focalizar, cambian de idea a cada rato y carecen de paciencia para finalizar sus emprendimientos. El exceso de ansiedad a veces deriva en adicciones: alcohol, cigarrillos e inclusive drogas alucinógenas