Ética demostrada según el orden geométrico. Baruj Spinoza

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Ética demostrada según el orden geométrico - Baruj Spinoza Torre del Aire

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Descartes. Aun así, el efecto de esta lectura parcial ha sido su percepción y consiguiente calificación como absurdo que entraña una hipótesis ridícula. El cartesiano Pierre Bayle es quien dibuja esta imagen (que se puede contemplar en sus Escritos sobre Spinoza y el spinozismo, Trotta, Madrid, 2010), transmitiéndola para todo el siglo XVIII. Solo a finales de esa centuria, en Alemania y con ocasión de la llamada «polémica del panteísmo», comenzará a prestarse alguna atención a las demás partes de la Ética.

      35.La idea, difundida por el inevitable e inimitable Carl Schmitt, es defendida con fuerza, entre otros, por Hans Kelsen en Religión secular. Una polémica contra la malinterpretación de la filosofía social, la ciencia y la política modernas como «nuevas religiones», Trotta, Madrid, 2015.

      36.El copista del manuscrito es, con toda probabilidad, Pieter van Gent (amigo de Spinoza, miembro de su «círculo» y uno de los futuros editores de las Opera posthuma, junto con Johannes Bouwmeester, Lodewijk Meyer y Georg Hermann Schuller), quien se lo da a Tschirnhaus para su uso personal. El texto, efectivamente, presenta notas y correcciones autógrafas tanto de Van Gent como de Tschirnhaus.

      37.Y publicado de inmediato: L. Spruit y P. Totaro, The Vatican Manuscript of Spinoza’s Ethica, Brill, Leiden/Boston, 2011. El texto está archivado como Vat. Lat. 12838.

      38.Niels Stensen, reputado científico danés, se ha convertido espectacularmente al catolicismo en noviembre de 1667.

      39.Se trata, muy probablemente, de Ehrenfried W. Tschirnhaus, en Roma en la época.

      40.Las relaciones de Stensen son particularmente estrechas con Albert Burgh (hijo de Konrad Burgh, ministro de finanzas, liberal, amigo personal del filósofo), quien es discípulo de Spinoza hasta que se convierte en 1673 al catolicismo durante un viaje a Italia. En 1675 escribirá una larga (y, por qué no decirlo, extravagante) carta a Spinoza (Ep 67; G IV, 280-291; Correspondencia completa, cit., pp. 164-172) en la que airadamente le insta a arrepentirse de sus impíos errores. La respuesta de Spinoza a la misma, además de ser una pieza maestra de la ironía y el sarcasmo, revela a las claras su consideración del catolicismo y, en general, de la superstición, de la que aquel no sería sino una variante especialmente insidiosa (cf. Ep 76; G IV, 316-324; Correspondencia completa, cit., pp. 186-189). Stensen es el máximo responsable de la conversión de Albert Burgh y tal vez del tono de la epístola en cuestión.

      41.Tal como queda plasmado en el intercambio epistolar con el abate Picot que suele ser editado como prefacio de Las pasiones del alma: «… mi designio no ha sido el de explicar las pasiones como orador, ni siquiera como filósofo, sino tan solo como físico» (AT XI, 326).

      42.La siguiente afirmación de E2p13e es fundamental: «… para determinar qué diferencia a la mente humana del resto [de ideas] y en qué es más excelente que ellas, nos es necesario conocer su objeto, como ya hemos dicho. Esto es, conocer la naturaleza del cuerpo humano» (G II, 52).

      43.Passiones animae per Renatum Des Cartes: Gallice ab ipso conscriptae, nunc autem in externorum gratiam Latina civitate donatae ab H. D. M. i. v. l. [Henrico Des-Marets, Iuris Utriusque Licentiato], Amstelodami apud Ludovicum Elzevirium, Anno MDCL. Publicada en 1650, año de la muerte de Descartes, este no ha podido tener cumplida noticia de esta traducción, ni por tanto darle o negarle su aprobación, aunque ningún motivo hay para sospechar que se la pudiese haber negado.

      44.E3DA31 (G II, 199).

      45.E3DA20 (G II, 195).

      46.Por ejemplo, Spinoza no recogerá en su repertorio (o sea, su deducción dejará de lado por razones estrictamente teóricas) aquellos afectos que expresan una cierta potencia de la mente, afectos que sí había tratado Descartes como tales: courage, magnanimité, etc. O podrá constatarse qué fenómenos anímicos o mentales son considerados por uno y otro autor, o dejan de serlo, como afectos o como pasiones en sentido propio. Las diferencias obedecen, en buena medida, a la precisión spinozana para definir, y por consiguiente distinguir, el afecto-pasión respecto de la potencia o acción de la mente. Igualmente se podrá constatar la ausencia, en la deducción de Spinoza, de la admiración o asombro, pasión o afecto fundamental según Descartes, pues es uno de los seis afectos «simples o primitivos» (el primero, para más señas), al igual que la ausencia en el texto de Las pasiones del alma de otro, la melancolía, sobre el que Spinoza reflexiona en algunos momentos cruciales de su obra. O la ausencia en el texto de Descartes de determinadas pasiones que Spinoza incorpora a su repertorio, ausencia motivada quizás por la extrañamente optimista afirmación cartesiana —asentada sobre su sustancialista concepción del alma— según la cual todas las pasiones son «buenas por su propia naturaleza», de manera que lo único que debemos evitar, mediante un adecuado disciplinamiento de la voluntad, son «sus malos usos o sus excesos».

      47.El término lo forja Pierre-François Moreau para designar la cultura a la que el filósofo ha tenido un acceso directo y real. Cf. P.-F. Moreau, «Une genèse sépharade de la modernité européenne? Spinoza, ses lectures et ses lecteurs», en J.-C. Attias (dir.), Les Sépharades et l’Europe. De Maïmonide à Spinoza, PUPS, París, 2012, pp. 61-84.

      48.Por ejemplo, el italiano; aunque posee las obras de Maquiavelo en su idioma original, tiene los Diálogos de amor de León Hebreo traducidos al castellano, posiblemente por el Inca Garcilaso.

      49.Así lo declara ante la Inquisición el capitán Pérez de Maltranilla al denunciar, de vuelta en España tras siete meses de peregrina estancia en Ámsterdam, a Spinoza y el doctor Juan de Prado: «Spinosa es moço de buen cuerpo, delgado, cabello largo y negro, poco vigote del mismo color, de buen rostro, de treinta y tres años de edad, y que de la pregunta no save otra cosa más que averle oido decir a el mismo que nunca havia visto a España y tenia deseo de verla» (citado por Gabriel Albiac en La sinagoga vacía. Un estudio de las fuentes marranas del espinosismo, Hiperión, Madrid, 1987, p. 117). Por lo demás, y como ha señalado Pierre-François Moreau en alguna ocasión con cierto resquemor fingido no exento de ironía y desenfado, de los tres únicos escritos franceses que poseyó Spinoza, uno de ellos (esto es, un tercio de su biblioteca «francesa») es el anónimo relato de un viaje por España…

      50.Cf. P.-F. Moreau, «Une genèse sépharade de la modernité européenne?…», cit.

      51.En su edición del texto latino del Tratado teológico-político (PUF, París, 1999).

      52.En su edición bilingüe del Exame das tradiçoes phariseas (EUM, Macerata, 2014).

      53.Sobre este asunto, y además de los trabajos ya clásicos de Carl Gebhardt, debe tenerse en cuenta el riguroso estudio de Saverio Ansaldi, Spinoza et le baroque, Kimé, París, 2001.

[G II, 44] ÉTICA

      demostrada según el orden geométrico

      y

      dividida en cinco partes

      en las que se trata

       I. De Dios

       II. De la naturaleza y origen de la mente

       III. Del origen y naturaleza de los afectos 1

      

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