El juego de los grandes. Pete Newell

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El juego de los grandes - Pete Newell Deportes

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baja y equilibrada, como si se estuviera preparando para un movimiento de poste bajo. El entrenador juega detrás del jugador y se apoya contra su espalda, ligeramente hacia uno de los dos lados. El jugador se apoya hacia atrás para mantener el equilibrio y gira inmediatamente, botando el balón con la mano apropiada; el jugador realiza una parada en un tiempo y, de nuevo, adopta una posición equilibrada (ver figura 3.9).

      Figura 3.9. El jugador hace un movimiento de giro y recupera el equilibrio.

      El entrenador inmediatamente vuelve a hacer presión contra la espalda del jugador, ligeramente hacia uno de los dos lados. El jugador reacciona y gira igual que antes. La secuencia se repite para que el jugador aprenda a leer la defensa más rápidamente, major la velocidad de su movimiento de giro y aprenda a recuperar antes el equilibrio.

      Conclusión

      Mantener el control cuando se juega dentro de la zona depende de un buen juego de pies. Con “buen juego de pies” nos referimos a un juego de pies que permita al jugador moverse de forma efectiva en cualquier dirección sin pensarlo. Al igual que el equilibrio, el juego de pies se desarrolla con la práctica repetida y ejercicios con ambos pies hasta que el juego de pies se aplique a todas las acciones interiores del baloncesto.

      Por lo tanto, el juego de pies ha de ser parte fundamental del programa de entrenamiento. El entrenador ha de dar importancia al juego de pies adecuado y corregir lo que sea necesario. Este capítulo sólo presenta las bases del juego de pies. A medida que vayamos progresando en las recepciones, los movimientos en el perímetro y la ejecución de los movimientos del pívot, el juego de pies se irá integrando en las acciones reales del baloncesto y, por lo tanto, será más complejo. Los fundamentos descritos en este capítulo no son suficientes para asegurar que un juego avanzado de pies se ejecute correctamente. Las repeticiones de toda la temporada y la retroalimentación detallada del entrenador ayudarán a los jugadores a desarrollar esta habilidad. El fruto de este trabajo se obtendrá al final de la temporada, y después, los jugadores tendrán menos probabilidades de cometer pasos y podrán actuar más rápidamente.

      Todos hemos visto alguna vez a un jugador de baloncesto perder el balón en una competición. Por ejemplo, un jugador alto recibe el balón a tres metros de la canasta y acaba haciendo pasos porque nunca se ha visto en esa situación. O piensa en sobrepasar al defensor y penetrar. El que tiene el balón lo ha recuperado y se ve de cara a todos los defen-sores de camino a la otra canasta para finalizar una entrada. Desde ese punto de vista, es como un ejercicio de entradas en dos líneas que se hace todos los días en los calentamientos. Fácil, ¿verdad? El jugador no se mueve en línea recta hacia la canasta, coge el último bote mien-tras pisa con el pie que lo levantará del suelo, da uno o dos pasos más y realiza la entrada. Pero puede que llegue alguien a fastidiarlo todo cuando se realizan estos mecanismos tan sencillos. Durante las entradas anteriores al partido, los jugadores corren a velocidad baja o media y no hay defensa. Cuando un defensor los alcanza, los jugadores con poca experiencia suelen moverse a velocidades que sobrepasan sus capacidades. ¿Qué ocurre? Los movimientos de las manos que botan y los pies que corren pierden coordinación y sincronización, el balón comienza a descontrolarse y el jugador pierde el equilibrio. Esto suele provocar que el jugador pierda el balón, tropiece o intente hacer una entrada poco ortodoxa. Cuando un jugador se mueve tan rápido que pierde el control, ha excedido su velocidad de acción personal.

      Se observan muchos ejemplos de jugadores que sobrepasan sus velocidades de acción durante los partidos de baloncesto de formación, sobre todo si un equipo está presionando en toda la cancha. En estos partidos, la acción suele consistir en que un jugador bota, otro le roba el balón y corre hacia el otro extremo, sólo para que otro jugador le dé un manotazo al balón por su lado ciego. Después otro jugador recoge el balón y corre hacia el otro lado, y así continúa el círculo.

      La capacidad para maniobrar con control a gran velocidad es necesaria para todos los jugadores. En algunos programas de baloncesto, es algo imperativo. Algunos entrenadores crean partidos con ritmo rápido porque creen que sus equipos obtendrán beneficios. Estos entrenadores entrenan a sus jugadores para que ejecuten ataques a alta velocidad; en la defensa, estos equipos intentan forzar al otro equipo para que juegue más rápido que de costumbre. En general, los jugadores más altos tienen más dificultades para maniobrar con control a altas velocidades; por lo tanto, un jugador más alto puede verse limitado en un equipo en el que se emplea un estilo de juego con dicho ritmo.

      La velocidad de acción puede definirse como sigue: “el ritmo más rápido de velocidad que puede mantenerse sin que el cuerpo pierda facultades de control al acelerar, frenar de repente y cambiar de dirección rápidamente”. Cualquier jugador que intente sobrepasar su velocidad de acción personal perderá el control cuando trate de realizar las tres maniobras mencionadas. El jugador tropezará al acelerar, hará pasos cuando pretenda frenar de repente y perderá el equilibrio al querer cambiar de dirección muy rápidamente.

      Al igual que en las capacidades con la lectura, la música o las mate-máticas, todos los jugadores tienen un potencial personal para la velocidad de acción. En general, cuanto más alto sea el jugador, menor será su velocidad de acción. Esto se debe principalmente al equilibrio corporal. Los jugadores más altos tienen naturalmente un centro de gravedad más alto; por lo tanto, las paradas en un tiempo, la aceleración y los cambios de dirección son más difíciles. Estas tres acciones, cuanto más cerca del suelo esté el jugador, mejor le saldrán. La velocidad de acción potencial de los jugadores altos nunca será igual que la de los escoltas y aleros. Afortunadamente, se puede trabajar para maximizar la velocidad de acción de cualquier jugador. Muchos jugadores, del pasado y del presente, muestran las ventajas del control corporal a altas velocidades.

      La rapidez es uno de los atributos más valiosos de un jugador de baloncesto. Dame cinco jugadores que sean más rápidos que sus cinco oponentes y ganaré –quiero decir, en caso de que puedan jugar a alta velocidad. Uno de los jugadores profesionales más rápidos de la actualidad es Gilbert Arenas. En las situaciones de uno contra uno, puede hacer cosas con el balón que la mayoría de los jugadores no pueden hacer sin tropezarse. Su bote con salida cruzada, sus tiros rápidos y sus repentinos saltos le permiten, una y otra vez, conseguir un tiro indiscutible cuando los defensas aún no están listos para evitar que haga un tiro en suspensión.

      El equilibrio y el juego de pies de Gilbert son la clave de su éxito en el uno contra uno. Su cabeza siempre está levantada y por encima de los pies, lo cual le permite hacer rápidos avances, retrocesos y cambios de dirección, todo bajo un control total. Los defensores que intentan enfrentarse a él acaban perdiendo el equilibrio. Cuando Arenas siente que su defensor pierde el equilibrio, salta para hacer un tiro en suspensión. Rara vez consiguen evitar su tiro.

      En la NBA actual, el mejor ejemplo de velocidad bajo control lo ofrece el alero Shawn Marion. De una línea de fondo a la otra, Marion es el más rápido. Su gran velocidad de acción y su control corporal se observan cuando ejecuta ganchos. Al final de un contraataque, Shawn puede mantener una velocidad plena para tirar. La mayoría de los jugadores desaceleran cuando intentan hacer un gancho en un contraataque, pero Marion, de alguna manera, es capaz de mantener su velocidad hacia delante cuando se mueve. De nuevo, puede exhibir un gran juego de pies.

      Todo está en el juego de pies. En el capítulo 2 se decía que el equilibrio es un prerrequisito para poder desarrollar un buen juego de pies. Un buen juego de pies es la base sobre la que puede mejorar se la velocidad de acción. Muchos grandes jugadores han podido de sarrollar altos niveles de velocidad de acción porque tenían un gran juego de pies. Entonces, ¿cómo desarrolla un jugador la velocidad de acción?

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