El juego de los grandes. Pete Newell

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу El juego de los grandes - Pete Newell страница 7

Автор:
Серия:
Издательство:
El juego de los grandes - Pete Newell Deportes

Скачать книгу

ambos pies. Por ese motivo, el desarrollo del equilibrio ha de formar parte de todas las sesiones prácticas, desde la primera hasta la última de la temporada. Hemos de resaltar la importancia de mantener un centro de gravedad bajo y la posición de la cabeza en todo momento.

      Si un jugador juega los 40 minutos de un partido de baloncesto, tendrá el control del balón un 10% del partido, o 4 minutos, como media. Sin embargo, el mismo jugador empleará el juego de pies durante los 40 minutos –para abrirse, hacer cortes, controlar el balón, bloquear y defender. Es lógico, entonces, hacer hincapié en el juego de pies. De hecho, sin un buen juego de pies, un jugador tendrá dificultades para hacer cualquier acción, especialmente si tiene la pose-sión del balón y ha de moverse para abrirse o encestar con dicha posesión.

      En ataque, el objetivo del pívot es conseguir un tiro seguro. Aunque las fintas y el salto son esenciales para una buena ejecución, un juego de pies adecuado es necesario para mover el cuerpo y crear el espacio necesario para pasarla por encima de un defensor o lanzar a canasta.

      En la defensa, el movimiento de pies es esencial para estar entre el jugador que ataca y la canasta, para negar el pase al oponente y conseguir la posición para entrar el tiro o ayudar a un compañero de equipo cuando han conseguido penetrar en la defensa. Los defensores también necesitan un juego de pies efectivo cuando pivotan para bloquear a un reboteador que ataca y cuando van hacia un rebote.

      Para controlar el juego de pies ofensivo básico, los jugadores tienen que aprender a hacer paradas en un tiempo, pivotes y giros.

      Parada en un tiempo

      La capacidad de ejecutar una parada en un tiempo manteniendo el equilibrio es una característica importante de un buen juego de pies. Por ejemplo, cuando se agarra el balón, los dos pies se ponen en el suelo simultáneamente sin moverse para que el jugador pueda pivotar. La parada en un tiempo se ejecuta cuando el jugador se mueve o corre hacia el balón para recibirlo. El jugador en movimiento salta hacia delante y pone ambos pies en el suelo simultáneamente (como muestra la figura 3.1). Al ejecutar esta maniobra, el jugador ha de acelerar hacia el balón. Esta aceleración pondrá a prueba el equilibrio del jugador cuando vaya a parar, lo que suele hacer que dé un paso –y pierda así una opción como el pie de pivote– para recuperar el equilibrio.

      Figura 3.1. Parada en un tiempo.

      Una buena parada en un tiempo con los dos pies es un prerrequisito para pivotar. Cuando el jugador toca el suelo, las rodillas han de flexionarse para absorber el impacto, lo cual baja el centro de gravedad. El impacto del aterrizaje se siente primero en los talones y luego se transfiere casi totalmente a los antepiés. Si la recepción se hace sobre los ante-piés, los músculos isquiotibiales y los glúteos –que basculan para recuperar el equilibrio– se salen del centro de gravedad. La espalda del jugador ha de estar muy derecha. Si el jugador está inclinado hacia delante, el impulso hará que el cuerpo siga desplazándose hacia delante.

      Pivote

      El pivote, o dar un giro de 180° con el balón, es una maniobra que el pívot hace a menudo. Por lo tanto, es importante aprender a pivotar correctamente por muchas razones. El pivote adecuado evita los pasos, inicia un movimiento ofensivo, protege el balón de los defensores que quieran robarlo y ayuda a fijar a un defensa y mantenerlo fuera de la botella cuando se dirige hacia ella.

      Los jugadores tienen que aprender dos tipos de pivotes: el pivote posterior o de reverso y el pivote anterior. Cada uno tiene su propio propósito y función. Cuando se pivota, se pone a prueba el equilibrio del jugador. Por lo tanto, el entrenador tiene que buscar lo que perturbe al equilibrio adecuado, especialmente el centro de gravedad, la distancia entre los pies y la posición de la espalda, la cabeza y la barbilla.

      Pivote de reverso

      En el juego del poste bajo, tras recibir el balón con la parada en un tiempo, el jugador ejecuta el pivote de reverso retrocediendo un pie entre él mismo y el defensa y pivotando 180° para encarar la canasta (ver figura 3.2 a y b). Para mantener el equilibrio al girar, el jugador inclina los hombros ligeramente hacia delante y mantiene bajo el centro de gravedad. Muchos pívots cometen el error de levantarse al pivotar. Esto permite al defensor invadir su espacio y forzar al atacante a retroceder y perder el equilibrio. En ese punto, es casi imposible hacer un movimiento de ataque rápido. Durante el pivote de reverso, el balón se agarra justo por debajo del pecho y se protege con una ligera inclinación hacia delante. El jugador está preparado para lanzar o pasar rápidamente.

      Figura 3.2. Pivote de reverso: el jugador (a) ejecuta un giro hacia atrás con el pie que no pivota y (b) adopta la posición de triple amenaza después del giro.

      Pivote anterior

      El pivote anterior se ejecuta orientando el pie que no pivota hacia fuera y luego hacia el defensor (ver figura 3.3 a y b).

      Como el pivote de reverso tapa el hueco que hay entre el atacante y el defensor, es más un movimiento de ataque que el pivote anterior. Esto no quiere decir que sea una maniobra mejor; el jugador debe elegir qué pivote emplear basándose en la lectura de la defensa. Por ejemplo, cuando un jugador recibe el balón y ve que el defensor le deja espacio, puede usar el pivote anterior para hacer un tiro en suspensión. El pivote anterior ayuda al jugador a colocarse en una posición de lanzamiento más rápidamente. Los jugadores con capacidad para lanzar y pasar desde el poste bajo suelen combinar el uso de ambos tipos de pivotes para mantener la incertidumbre en la defensa. Además, los jugadores han de esforzarse por llegar a ser expertos en el uso de ambos pies como pie de pivote. Esto les permitirá pivotar en cualquier dirección al leer la defensa.

      Giro

      El giro, o rotar rápidamente el cuerpo al menos 180°, provoca una pérdida temporal del equilibrio; el jugador debe recuperar rápidamente el equilibrio para evitar caerse al suelo. En el ataque, el giro suele emplearse cuando al atacante del poste bajo se le presiona desde atrás. En esta situación, el defensor está evitando que el atacante se desplace por la botella o a la línea de fondo. El atacante rueda –o gira– contra el defensor, hacia la canasta, y recupera una posición interior casi inmediatamente. En esencia, esta maniobra es un pivote anterior, pero en lugar de acabar en la misma posición, el jugador se acerca hacia la canasta. Como parte de la estrategia contraofensiva, todo el movimiento se explica en el capítulo 10.5; aquí sólo trataremos el juego de pies, sin el balón.

      Figura 3.3. Pivote anterior. El jugador orienta el pie que no pivota hacia el defensor.

      Para ayudar a un jugador a aprender a girar, el entrenador (haciendo de defensa) se pone justo detrás del jugador y le empuja por la espalda ligeramente hacia un lado. El jugador mantiene una postura cómoda, cambia el peso de su cuerpo a los talones y estira la espalda hasta ponerla totalmente en vertical (ver figura 3.4).

      Figura 3.4. Recuperación

Скачать книгу