III Diálogo entre las ciencias, la filosofía y la teología. Volumen II. María Lacalle

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III Diálogo entre las ciencias, la filosofía y la teología. Volumen II - María Lacalle Razón Abierta

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dentro de los resultados de aprendizaje consensuados, un subconjunto de los mismos que, por su grado de acuerdo o aplicabilidad, se consideren más idóneos para formar parte de un core currículum.

      Metodología de trabajo

      El método Delphi tiene como objetivo la búsqueda de un consenso de un grupo de expertos basándose en el análisis de un problema concreto. Sus orígenes se remontan al antiguo método Vaticano, usado por los cardenales que buscaban una decisión consensuada.

      Fue Abraham Kaplan quien, en la década de 1940, logró demostrar experimentalmente la superioridad de los resultados de un consenso de expertos sobre el trabajo individual.

      En 1951, en un estudio con fines militares, se usó la técnica con un panel de expertos en la guerra nuclear, aunque no se publicó hasta diez años después por motivos de seguridad, siendo a partir de la década de 1960 cuando el método se utilizó en la toma de decisiones.

      A partir de ese momento, el método Delphi se ha usado en múltiples estudios, especialmente en los relacionados con educación, administración y ciencias de las salud (De Villiers, De Villiers y Athol, 2005).

      Linstone y Turoff (citados por Landeta) lo definen como un «método de estructuración de un proceso de comunicación grupal que es efectivo a la hora de permitir a un grupo de individuos, como un todo, tratar un problema complejo» (Landeta, 2002).

      Las principales características de este método son, como recoge Varela (citando a Dalkey) (Varela, Díaz y García, 2012):

      •Proceso iterativo: los expertos, a través de diferentes rondas, deben expresar su opinión, lo que, gracias a la oportunidad de reflexionar y reconsiderar la opinión de cada experto, permite estabilizar las opiniones.

      •Anonimato: evita las influencias negativas de los miembros dominantes del grupo.

      •Retroalimentación controlada: el grupo coordinador transmite, antes de cada ronda, la posición de los expertos en conjunto, lo que permite la circulación de la información y el uso de un lenguaje común.

      •Respuesta estadística del grupo: de este modo se incluyen las respuestas individuales en el resultado final del grupo.

      El formato seleccionado para realizar este proyecto se basa en la técnica de investigación de método Delphi Modificado no presencial (REMODE), variante del método Delphi Modificado (DEMO), muy extendido en los últimos cinco años (Stewart et al., 1999).

      Esta variante permite, en primer lugar, reducir el número de rondas a dos, lo que aumenta la probabilidad de mantener el interés de los panelistas.

Image

      Etapas de implementación del método Delphi modificado. Reproducida de Caballero Martínez (2014).

      Por otro lado, al no existir una sesión presencial, se reducen por un lado los problemas logísticos que se producen cuando se trabaja con paneles de expertos numerosos, y, por otro, se elimina el riesgo de manipulación, al no existir contacto entre los panelistas. Para facilitar la aproximación de posturas entre los participantes, se realiza un informe que es enviado a cada uno de ellos, entre las dos rondas, que le da información de las opiniones del resto de los panelistas y de su posición con respecto a ella en cada uno de los ítems evaluados.

      Para ello, tras la revisión de la bibliografía y un análisis de las necesidades formativas en la línea antes indicada, se ha elaborado una propuesta de competencias siguiendo el proceso de atención enfermero agrupado en las unidades competenciales descritas en la tabla 2:

      Esta propuesta de competencias se ha enviado a un grupo investigador colaborador, formado por profesionales de reconocido prestigio dentro de la profesión y con conocimientos del área de la bioética, la humanización, la docencia y la gestión.

      Este grupo realizó una primera evaluación de la propuesta en la que se le solicitaba que realizara una evaluación de las competencias en tres aspectos:

      •Claridad: la formulación permite un correcto entendimiento de la competencia que es necesario adquirir.

      •Pertinencia: se considera pertinente incluir esta competencia en el currículum de los estudios del grado de Enfermería.

      •Prioridad: qué importancia tiene la adquisición de esta competencia durante la formación universitaria del grado de Enfermería.

      Para cada uno de ellos se solicitaba una puntuación de 1 a 4. Además, se incluyó una pregunta directa en la que se pedía que indicara si consideraba oportuna la inclusión de dicha competencia.

      Para asegurar el consenso, solo se seleccionaron aquellas competencias que obtuvieron una media de 3 puntos o superior. Además se tuvieron en cuenta aquellas sugerencias de no inclusión en el currículum y se incluyeron cuatro nuevas propuestas de competencia.

      Tras la inclusión de las correspondientes modificaciones, se realizó un segundo envío al grupo para valorar el resultado. Al existir un acuerdo y no recibirse nuevas sugerencias, la propuesta se dio por definitiva.

      El proyecto está actualmente en la tercera fase: la propuesta al Delphi de expertos a nivel nacional. Los criterios de inclusión en este grupo son:

      •Enfermeras asistenciales con más de tres años de experiencia en formación y tutorización de alumnos.

      •Enfermeras gestoras con más de tres años de experiencia.

      •Enfermeras docentes universitarias con más de tres años de labor docente en asignaturas del área de la enfermería.

      Este panel realizará una valoración de cada competencia en los tres aspectos antes indicados.

      RESULTADOS

      En la tabla 3 se presentan los resultados de la primera fase, que constituyen la propuesta realizada al panel Delphi de expertos:

COD. UNIDAD DE COMPETENCIA 1: VALORACIÓN Y DIAGNÓSTICO
1.1 Realizar una correcta conceptualización de la esfera emocional y espiritual del individuo.
1.2 Identificar las dimensiones que abarca la espiritualidad, diferenciando espiritualidad y religión.
1.3 Realizar una correcta valoración de acuerdo a los patrones/necesidades del área emocional y espiritual.
1.4 Reconocer como los valores y creencias de la persona condicionan el afrontamiento de la enfermedad.
1.5 Valorar de manera adecuada el bienestar espiritual de la persona, detectando el sufrimiento espiritual, si existe.
1.6 Realizar un análisis de prioridad sobre la información recogida.
1.7 Conocer los diagnósticos enfermeros que afectan a la intimidad (área espiritual

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