El fin del imperio cognitivo. Boaventura de Sousa Santos

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El fin del imperio cognitivo - Boaventura de Sousa Santos Estructuras y Procesos. Ciencias Sociales

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búsqueda de reconocimiento y la celebración de la diversidad epistemológica del mundo subyacente a las epistemologías del Sur exige que esos nuevos repertorios (de hecho, ancestrales o recientemente reinventados, en muchos casos) de dignidad humana y de emancipación social se entiendan como relevantes mucho más allá de los grupos sociales que protagonizaron su aparición desde sus luchas contra la opresión o incluso fuera de contextos de lucha. Lejos de aprisionarlos en esencialismos identitarios, esos repertorios deben verse como contribuciones para la renovación y para la diversificación de las narrativas y los repertorios de las utopías concretas de otro mundo posible, un mundo más justo (justo en el sentido más amplio del término), no solo en lo que se refiere a las relaciones entre seres humanos, sino también a las relaciones entre seres humanos y seres no humanos. Esta renovación se vuelve aún más necesaria cuando es verdad que parece haberse agotado la eficacia movilizadora de los conceptos eurocéntricos que definían esas utopías en la modernidad, ya sea el concepto de socialismo o de comunismo, ya sea incluso el de democracia. En consecuencia, la idea africana de ubuntu o las ideas andinas de Pachamama y sumak kawsay, que en el pasado se introdujeron en el mundo a través de las voces de grupos sociales oprimidos de África o América Latina, se pueden volver potencialmente relevantes para las luchas contra la opresión y la dominación del mundo en general. Lejos de tratarse de una idiosincrasia o de una excentricidad, esas ideas integran efectivamente una polifonía «pluriversal», una concepción «polilectal», más que «idiolectal», de imaginación cultural y política. Es por ello que las vicisitudes que dichas ideas sufren en sus contextos de origen no les roban legitimidad epistemológica o política. Bien al contrario, estas se pueden convertir en una fuente de inspiración para otras luchas en otros tiempos y en otros contextos.

      En la actualidad ya es perfectamente evidente que muchas de las innovaciones interculturales y plurinacionales mencionadas antes, como las que se integraron en las Constituciones de Ecuador y Bolivia, no se están poniendo en práctica, y más bien se están subvirtiendo y están perdiendo su carácter mediante las prácticas políticas dominantes; de hecho, en los últimos años las políticas gubernamentales y las legislaciones nacionales han contradicho, con frecuencia de manera explícita, lo que está plasmado en las Constituciones de los dos países, proceso que los constitucionalistas y los sociólogos políticos han definido como «desconstitucionalización». Por más radical que pueda ser dicho proceso, no logrará borrar la introducción de las nuevas narrativas de dignidad y justicia que aquellas ideas suscitaron en las luchas contra la opresión en todo el mundo. Una prueba de ello es la forma en la que los jóvenes ecologistas de todo el mundo incluyen las ideas andinas de Pachamama y sumak kawsay en sus repertorios de lucha. No necesitan pedir permiso a los pueblos indígenas ni ser especialistas en culturas andinas. Tan solo tienen que estar de acuerdo e identificarse con la orientación política y filosófica general de esas ideas para integrarlas en las ecologías de saberes a las que recurren, a fin de dar un sentido más profundo a sus luchas y, de este modo, fortalecerlas. Como indicaré más adelante, apenas tienen que saber ser traductores interculturales.

       Grados de separación: construir nuevos hogares para pensar y actuar

      Las epistemologías del Sur plantean problemas, cuestiones y desafíos epistemológicos, conceptuales y analíticos. De hecho, formulan nuevas preguntas y buscan nuevas respuestas, nuevos problemas para nuevas soluciones. Requieren mucha crítica e innovación metodológicas. Sin embargo, algunos de esos problemas se formulan necesariamente en términos puestos a disposición en gran medida por las epistemologías dominantes del Norte. Por ese motivo, algunos de esos problemas son más previsibles que otros. A continuación, identifico las varias capas de problemas, partiendo de los más previsibles a los menos previsibles. Representan los grados sucesivos de separación entre las epistemologías del Sur y las epistemologías del Norte. La primera capa tiene que ver con los problemas que confrontan directamente las epistemologías del Sur con las epistemologías del Norte. Son los cimientos sobre los que se deben analizar las cuestiones teóricas y metodológicas abordadas por las epistemologías del Sur. Entre ellos, refiero los siguientes:

      1. El problema del relativismo. Teniendo en cuenta que las ecologías de saberes consisten en la copresencia de diferentes tipos de conocimientos, ¿cómo deberemos establecer su validez relativa?

      2. El problema de la objetividad. Cómo distinguir la objetividad de la neutralidad, una distinción esencial para las epistemologías del Sur.

      3. El problema del papel de la ciencia en la ecología de saberes. A pesar de que la ciencia moderna no sea el único tipo válido de conocimiento, está reconocida como uno de los más importantes. ¿Cómo se deberá articular el conocimiento científico con el conocimiento no científico en el marco de las ecologías de saberes?

      4. El problema de la autoría. La mayoría de los conocimientos que surgen de las luchas sociales son colectivos o funcionan como tal. En lugar de tener autores, son autores. Sin embargo, de esas luchas surgen frecuentemente superautores. ¿Cómo se entiende esto?

      5. El problema de la oralidad y la escritura. Teniendo en cuenta que la mayoría de los conocimientos presentes en las ecologías de saberes circulan oralmente y algunos no disponen de ninguna versión escrita, ¿cómo se pueden validar los conocimientos existentes en un flujo evanescente, o incluso imperceptible?

      6. El problema de la lucha. Teniendo en cuenta que el conocimiento privilegiado por las epistemologías del Sur es conocimiento nacido o usado en la lucha, ¿qué es una lucha y cuál es su potencial o contenido epistemológico específico?

      7. El problema de la experiencia. ¿Dónde se sitúa el territorio en el que se planifican las relaciones prácticas de la lucha, se calculan las oportunidades, se valoran los riesgos y se sopesan los pros y los contras?

      8. El problema de la corporalidad del saber. Las epistemologías del Sur tratan de conocimientos materializados en cuerpos concretos, que pueden ser colectivos o individuales. El cuerpo, como entidad viva, es el cuerpo que sufre opresión y resiste a ella, que se entristece con la derrota y con la muerte, y se regocija con la victoria y con la vida. ¿Puede una epistemología explicar esa presencia poderosa de cuerpos individuales y colectivos?

      9. El problema del sufrimiento injusto. Vivimos en un tiempo de guerra, un tiempo de guerras declaradas y no declaradas, regulares e irregulares, internas e imperialistas. La mayoría de las víctimas de violencia no está activamente implicada en los conflictos, por lo que es inocente. Son muchas las superposiciones de factores que causan ese sufrimiento generalizado, y que vuelven menos clara la dicotomía entre opresores y oprimidos y los juicios éticos y políticos del sufrimiento. Una de las formas posibles de abordar el problema del sufrimiento es empezar por las consecuencias en lugar de empezar por las causas.

      10. El problema del calentamiento de la razón, o el corazonar. Inspirándome en Ernst Bloch, en mi trabajo anterior propuse la distinción entre razón caliente y razón fría. La razón caliente es la razón que vive bien con las emociones, afectos y sentimientos sin perder su razonabilidad. En un contexto de lucha, especialmente de luchas que acarrean riesgos personales, la razón tiene que calentarse de una manera muy específica. ¿Cómo hacerlo?

      11. El problema de cómo relacionar sentido y copresencia. La centralidad de las luchas contra la opresión en las epistemologías del Sur exige que se aborde la cuestión de la posible inmediatez de la copresencia, de la copresencia que antecede al sentido que se le puede atribuir. En la lucha, especialmente en las que acarrean mayores riesgos, la copresencia es una cosa en sí que, de algún modo, se impone al sentido o el significado que después se le atribuye. ¿Puede el reconocimiento preceder a la cognición? ¿Podemos explicar las formas no mediadas de copresencia como las que ocurren en la lucha?

      La segunda capa de

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