Un Meta-Modelo Cristiano católico de la persona - Volumen I. William Nordling J.
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Adicionalmente, el Meta-Modelo beneficia la conciencia del profesional cristiano de la salud mental sobre su identidad, al proporcionarle claros principios éticos cristianos basados en la naturaleza de la persona (ley moral natural y ley divina). Estos principios aumentan la ética profesional tradicional y permiten la resolución de conflictos éticos por parte de los profesionales de la salud mental, y os ayudan de una manera fiel a su identidad y conciencia cristianas, respetando a la vez la dignidad, derechos y conciencia de sus clientes.
En el capítulo 20 se aportan más detalles sobre cómo se debe utilizar el Meta-Modelo en la formación de los profesionales cristianos de la salud mental. El capítulo 10, que trata de las llamadas vocacionales, y el capítulo 11, que examina la importancia del desarrollo de las virtudes y el razonamiento moral, también proporcionan valiosos conocimientos que permiten que los profesionales clínicos comprendan su vocación como practicantes cristianos de la salud mental.
RESUMEN DE LOS BENEFICIOS DEL MARCO CRISTIANO CATÓLICO DEL META-MODELO PARA LA PRÁCTICA DE LA SALUD MENTAL
En este capítulo se presenta el Meta-Modelo Cristiano Católico de la Persona como un marco para la práctica de la salud mental. En la tabla 1.3. el lector puede encontrar un documento en el que se resumen las cuatro principales ventajas del modelo presentado en este capítulo.
TABLA 1.3. Un marco cristiano católico del Meta-Modelo para la práctica de la salud mental
El siguiente texto identifica cuatro formas en que el Meta-Modelo Cristiano Católico de la Persona (MMCCP) contribuye y beneficia a la práctica de la salud mental.
El MMCCP expande la visión de la persona. El Meta-Modelo Cristiano Católico de la Persona facilita una comprensión sistemática, integradora y no reduccionista de la persona, el matrimonio y la familia, así como de la sociedad, junto con una comprensión basada en las ciencias psicológicas, la filosofía y la tradición teológica, y una visión global católica. El Meta-Modelo integra los métodos y hallazgos de estas tres disciplinas, que permiten comprender once dimensiones esenciales de la persona. Estas incluyen la narración de la persona como 1) existente y fundamentalmente buena (creada), 2) afectada por desórdenes (caída), y 3) capaz de curarse y prosperar (redimida). La persona es 4) un todo unificado, 5) que se realiza a través de tres tipos de llamadas vocacionales (bondad individual y relación con lo trascendente; estados vocacionales; y trabajo de vida), 6) y a través de la fuerza de la virtud y el desarrollo del carácter, 7) haciéndose plena en las relaciones interpersonales. La persona es 8) sensorial-perceptiva-cognitiva, 9) emocional, 10) racional e inteligente, y 11) volitiva y libre.
El MMCCP enriquece la práctica de la salud mental. El Meta-Modelo sirve como marco para la práctica de la salud mental y para entender a la persona. Los profesionales de la salud mental pueden utilizar el Meta-Modelo para evaluar y diagnosticar los puntos fuertes y débiles de cada cliente, los trastornos psicológicos y problemas en su vida cotidiana; y también para explicar cómo se han desarrollado los problemas; y para establecer objetivos de tratamiento; así como para seleccionar y aplicar intervenciones de tratamiento basadas en pruebas evidentes. La adopción de la perspectiva integradora que aporta el MMCCP como marco beneficia a la práctica clínica, debido a que el Meta-Modelo proporciona una estructura que integra las teorías de la personalidad existentes y las intervenciones terapéuticas basadas en la evidencia, para cumplir con su visión integral de las personas y el tratamiento de sus problemas. Además, el enfoque del Meta-Modelo aporta beneficios, al identificar la importancia de las llamadas a la vida, así como las vocaciones de los clientes, a través del desarrollo de su virtud y carácter para cumplirlas. Por último, el Meta-Modelo mejora la práctica ética, al fundamentar los principios éticos profesionales tradicionales y el respeto a la diversidad, bajo una comprensión de moral normativa de la persona, que posee bondad y dignidad innata al haber sido creada como única y a imagen de Dios.
El MMCCP beneficia al cliente. El enfoque del Meta-Modelo para la práctica de la salud mental ayuda al profesional clínico y al cliente a entender el historial de la vida de este y sus desafíos mediante este marco no reduccionista. Este marco requiere la consideración del desarrollo personal, de las relaciones interpersonales, valores, fortalezas y debilidades de carácter, de los compromisos vocacionales, las cuestiones existenciales, la diversidad, y los contextos sociales y la vida espiritual. El cliente es visto como una persona única, esencialmente buena y con dignidad. El profesional actúa en colaboración con el cliente para comprender y aplicar el tratamiento. Al hacerlo, el profesional clínico actúa para la curación y prosperidad del cliente, de una manera que refleja el amor al prójimo y el respeto por la conciencia del cliente, así como de su libertad para tomar decisiones sobre su vida.
El MMCCP clarifica y soporta la identidad cristiana del profesional clínico. El MMCCP aclara cómo la vida y la fe de los practicantes se integran en su práctica profesional. Convertirse en un profesional de la salud mental se experimenta como una llamada de Dios a servir a su pueblo. Al aceptar esta llamada, el profesional clínico se convierte en responsable de desarrollar sus competencias y virtudes profesionales (como la empatía, la paciencia, la sabiduría práctica), necesarias para una práctica clínica eficaz. La visión del mundo del Meta-Modelo estimula la capacidad y la voluntad de ayudar generosa y desinteresadamente a todas las personas, especialmente a las poblaciones pobres y desfavorecidas. También estimula el trabajo con los ministerios de la Iglesia y los hermanos y hermanas en la fe.
Los practicantes cristianos integran tanto la ética profesional como la cristiana en su trabajo clínico para facilitar los objetivos libremente elegidos por sus clientes, con el fin de lograr su prosperidad psicológica, moral y espiritual. Cuando algunos aspectos de los objetivos de los clientes son contrarios a la ética cristiana y a su bienestar final, el practicante trabaja de forma compasiva, sin juzgar, para ayudar a conseguir todos los objetivos que le sean posibles, de acuerdo con su ética profesional y cristiana. Esta atención ética permite respetar la dignidad, conciencia y desarrollo del carácter, así como la libertad de cada cliente, permitiendo a la vez a los profesionales permanecer fieles a sus propias conciencias.
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ESTRUCTURA DE ESTA OBRA Y ALGUNAS ORIENTACIONES PARA PROFESIONALES DE LA SALUD MENTAL, FILÓSOFOS Y TEÓLOGOS
Este capítulo facilita información sobre la estructura general del libro y el contenido específico de los capítulos. En el prefacio de esta obra se proporciona una introducción breve y sistemática a la estructura de todo el libro en conjunto, así como orientación para los lectores con diferentes conocimientos y orígenes. No obstante, dado que algunos lectores pueden no haber leído el prefacio, esta información se presentará de nuevo, para orientar.
El libro se compone de cinco partes. La parte I (capítulos 1-2) orienta al lector sobre el conjunto de la obra. Los dos capítulos combinados proporcionan una introducción compacta al Meta-Modelo Cristiano Católico de la Persona y sus amplias implicaciones en el campo de la salud mental.