Economía española y del País Valenciano. Autores Varios

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Economía española y del País Valenciano - Autores Varios Educació. Sèrie Materials

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que históricamente ha dificultado las comunicaciones y el aprovechamiento del suelo. A diferencia de lo que sucede en la mayoría del territorio europeo, la existencia en la península Ibérica de grandes cordilleras que atraviesan y rodean una amplia meseta central, además de contribuir a la fragmentación territorial, ha supuesto serios obstáculos al desarrollo económico. En el caso de la Comunidad Valenciana, se trata de un territorio con forma alargada con una considerable fachada marítima de 450 km, mayoritariamente de costa baja y arenosa y, por lo tanto, con escasos puertos naturales. Al igual que en el conjunto español, también su orografía ha obstaculizado tradicionalmente las comunicaciones, tanto las interiores como con el resto de la península. Sólo el eje litoral ha facilitado la conexión hacia el norte, hacia Cataluña y Europa, si bien las serranías transversales han hecho difícil su proyección meridional.

      De manera concreta, en la orografía valenciana podemos distinguir al menos tres zonas: el litoral (por debajo de los 200 m de altitud), una franja costera y llana de irregular amplitud, que representa la tercera parte del territorio, con suelos arcillosos de elevada productividad agrícola y donde se concentran la población y la actividad económica; la zona intermedia (entre 200 y 400 m de altitud), una especie de cordón que delimita por el oeste la zona anterior, y, finalmente, la zona interior (por encima de los 400 m de altitud), una amplia zona abrupta y de difícil relieve, con conexiones con el altiplano castellano-manchego y con un tipo de suelo básicamente calcáreo, lo cual, unido a la presencia mayoritaria del secano, se traduce en un escaso aprovechamiento agrícola.

      4.2.2 Clima

      Las diferencias climáticas son significativas entre las distintas áreas del territorio español. El mayor contraste se da entre la zona sureste, con altas temperaturas estivales y muy escasas lluvias, especialmente de carácter torrencial, y el área más septentrional, de clima templado y abundantes precipitaciones. A su vez, el amplio espacio delimitado por la meseta central muestra un clima continental, caracterizado por veranos secos y precipitaciones habitualmente de tipo tormentoso. Tampoco la Comunidad Valenciana es ajena a esta variedad climática, y podemos distinguir en ella al menos dos tipos de clima: el mediterráneo, de temperaturas templadas y suaves, con inviernos débiles y veranos calurosos, escasas lluvias concentradas en primavera y otoño, propio de la zona litoral y de algunos valles interiores, y el continental, de temperaturas extremas, con inviernos fríos y veranos calurosos, propio de las tierras de interior. Si bien la temperatura media (15°) es típica del área templada de tipo mediterráneo, se pueden apreciar las diferencias entre las comarcas costeras (17,9° de media) y las del interior (13,9°). Estas diferencias se manifiestan también en las precipitaciones: en las zonas montañosas del noroeste y del sur se registran 500-700 mm anuales, mientras que en las llanuras meridionales estas cifras son inferiores a los 350 mm. Además, la cantidad de agua caída se reparte de forma desigual a lo largo del año hasta el punto de que en las tormentas de primavera y otoño han llegado a registrase 100 mm en 24 horas; en algunos lugares esto representa la mitad del agua caída en todo el año.

      4.2.3 Vegetación

      La vegetación se encuentra condicionada por la orografía y el clima. Las formaciones predominates en la Comunidad Valenciana son el bosque en las zonas de montaña y la garriga en las tierras más bajas. En algunas zonas del litoral existen marjales y humedales en distinto estado de conservación por su parcial transformación en arrozales y otros cultivos.

      Las especies arbóreas predominantes son de hoja perenne: carrascas, alcornoques, robles, sabinas y pinos. Sólo en las márgenes de los ríos hay árboles caducifolios (chopos, olmos y sauces). No obstante, debido a la sobreexplotación económica y a algunos incendios, las formaciones originales de carrascas, alcornoques y robles están en recesión y han sido reemplazadas por distintas especies de pinos. La vegetación de las tierras bajas está formada por numerosos arbustos (jara, lentisco, coscoja, etc.) y gran variedad de plantas aromáticas.

      4.2.4 Recursos naturales

      La actual concepción del término recursos naturales engloba todos aquellos recursos que conforman el patrimonio natural: minerales, recursos hídricos, espacios naturales de singular interés, recursos forestales, etc.

      4.2.4.1 Recursos minerales

      Cabe destacar que los recursos minerales disponibles en la economía española no pueden considerarse muy abundantes. La carencia de recursos es especialmente notable en los energéticos, lo que supone elevados niveles de dependencia externa y muy bajas cotas de autoabastecimiento, que sólo alcanzan cifras significativas en la disponibilidad de carbón nacional. Éste presenta, sin embargo, importantes problemas de costes y de calidades y se encuentra en un proceso de cierre escalonado de buena parte de las explotaciones. El consumo energético ha aumentado espectacularmente en las últimas décadas y, aunque se ha iniciado un proceso de sustitución del petróleo por otras fuentes de energía alternativas, nuestro grado de autoabastecimiento es notablemente inferior al de la Unión Europea y al de la OCDE, como pone de manifiesto Jiménez (2003).

      Los recursos mineros son también escasos en la Comunidad Valenciana. Sólo revisten cierta importancia los minerales no metálicos como es el caso de las explotaciones salinas del Pinós, Santa Pola y Torrevieja, las de caolín y las canteras repartidas por todo el territorio. En la actualidad, la explotación de yacimientos minerales se destina a fines industriales, a la construcción de carreteras y autovías, a la mejora de la red ferroviaria, a la ampliación de los puertos, a la construcción de diques y al sector de la construcción en general.

      Entre esta multiplicidad de usos a los que se destinan los minerales extraídos, cabe destacar por su importancia económica y por la magnitud de las extracciones la arcilla destinada a la industria cerámica y a la construcción, localizada principalmente en las comarcas de l’Alcalatén y la Plana Alta. También tiene cierta importancia la extracción de yeso en la zona de l’Alt Palància y la Serra d’Espadà, para ser usado en revestimientos y decoración o como aditivo en otros materiales de construcción.

      Por lo que respecta a recursos energéticos, las dotaciones actuales de la Comunidad Valenciana son claramente insuficientes para atender sus necesidades. De hecho, el índice de autoabastecimiento se sitúa en un 2,3 frente al 22,1% del conjunto español. Además, el consumo de energía procedente de fuentes renovables en la Comunidad Valenciana supone solamente un 2,2% sobre el total, siendo inferior al caso español (3,9%). En 1997 se elaboró en la Comunidad Valenciana el Plan de Energías Renovables, con el objetivo de que en el 2010 el 12% de la energía consumida provenga de fuentes renovables.

      4.2.4.2 Recursos hídricos

      La diversidad climática y geográfica existente en España condiciona tanto la oferta como la distribución de los recursos hídricos en el territorio nacional. Los contrastes más acusados se dan entre las zonas del norte y noroeste, con abundancia de agua, y las áreas del sur, donde este recurso escasea. De manera gráfica y, con referencia a la distribución de recursos hídricos en el territorio español, pueden identificarse tres grandes áreas:

      El área septentrional y noroccidental, constituida por Galicia y las regiones cantábricas y pirenaicas. Cuenta con recursos hídricos abundantes y de carácter regular.

      El área central, integrada por las grandes cuencas hidrográficas interiores. Las precipitaciones son moderadas y existen amplias zonas áridas.

      El área mediterránea, que incluye una serie de pequeñas cuencas que desembocan en el mar Mediterráneo. Las precipitaciones son escasas e irregulares. La escasez de agua se hace más intensa cuanto más nos desplazamos al sur y es máxima en las zonas litorales de Murcia y Almería. En estas circunstancias, adquieren una notable significación los recursos subterráneos.

      Según la evaluación de los valores de escorrentía media anual en España realizada para

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