Panteón. Jorg Rupke

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Panteón - Jorg  Rupke Anverso

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de ancho por una longitud de casi 40 metros, una escala comparable al Templo A de Pirgi. El podio estaba diseñado para nivelar la pendiente del terreno y así se alzaba a una altura entre 1 y 5 metros por encima del nivel del Foro. La sección trasera del edificio se componía de tres celas, siguiendo en esto una tradición que se había desarrollado en otro lugar y que también se seguía en Pirgi[87].

      Los Postumii se estaban embarcando aquí en una estructura completamente etrusca. La arquitectura los presentaba como los salvadores militares de la ciudad y como los recipientes del apoyo divino, una posición que les garantizaba aún más la situación del templo dentro del Foro Romano, que ya hacía tiempo que se había configurado como la plaza central de la ciudad. Fue la primera vez (en una tradición que es quizás fiable) que una estructura monumental se fundaba en una comunicación religiosa lograda, una que había conducido a la victoria en un conflicto militar real. Esto se convertiría en la norma un siglo y medio más tarde. Pero la mayoría de los pocos proyectos de construcción del siglo V y de principios del siglo IV que se mencionan en las historias de la época de Augusto y las tradiciones narrativas relacionadas con ellos surgieron en circunstancias diferentes.

      La inversión en religión

      Usando los diversos medios a su disposición, quienes iniciaban estos procesos de apropiación se enzarzaban en rivalidades furiosas para desarrollar lugares y signos «religiosos» especiales y eficaces. En muchas localidades del siglo VI la competición parecía una estampida. Había mucho espacio para la innovación. No obstante, la competencia entre agricultores que deseaban que sus iniciativas religiosas aumentaran su reputación social, incluso tal vez su posición política, o que querían adquirir una reputación como buenos socios comerciales, no podía basarse únicamente en el ingenio. Tenían que emplear lo que tenían a mano en lo que se refiere a métodos y simbolismos: elementos arquitectónicos, como los tejados de terracota que se usaban en las residencias, así como los motivos decorativos que eran habituales en las tumbas o en los escenarios donde la autopromoción era un acicate.

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      14. Placa de terracota que muestra a jinetes al galope; 21,5 × 64 × 4 cm, ca. 530 a.C. Colección Borgia-Velletri. akg-images/De Agostini Picture Lib./L. Pedicini.

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