La transición española. Eduardo Valencia Hernán

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу La transición española - Eduardo Valencia Hernán страница 42

Серия:
Издательство:
La  transición española - Eduardo Valencia Hernán

Скачать книгу

Puig Rovira (G. Colonies)Glória BoschLluís Puig Rovira (G. Colònies)Eduard BoschPep RieraMercé PouAlbert TorraJoaquim PratdepàduaJosep Mª GallifaJosep PrunaAntoni SauríAntoni ArísPere CasanovasJosep Mª CastellvíMiquel BrulletÀgapit BorràsCarles MaicasFrancesc Masriera

      La constitución de la ADM se formó a imagen y semejanza de la Asamblea creándose una comisión permanente y un secretariado, sumándose posteriormente nuevas incorporaciones de grupos políticos y sociales entre los que destacaron: Unió de Pagesos, representado por Josep (Pep) Riera; Grup de Prensa, representado por Josep (Pep) Català; médicos, representados por Carles Forns; FNC, representado por Antoni Jané; UDC (sector Borja Aragay), representado por Jordi Sivilla y Josep Mª Bellavista; Film Ideal Club, representado por Salvador Milá; y Centre Social de Cerdanyola, representado por Antoni Segarra y Manuel Cusachs. Este núcleo estable y representativo fue variando conforme pasaba el tiempo, incorporándose Josep Rivera por JCC, Fátima Soler que sustituyó a Josep Comas; Jesús Nieto, Paco Hernández y Enric Batlle en nombre de Comunitats Cristianes de Base; Lluís Roca y Josep Puig i Plá formaban parte de un grupo socialista constituido en 1972 y que posteriormente legarían la representación en Ramón Manent y Anna Comas. Pasado un tiempo, otros partidos políticos como el FNC renunciaron a seguir.

      Las reuniones se efectuaban bajo la constante amenaza de la acción policial, en lugares discretos y con un estricto control de convocatoria. Las localizaciones más usuales fueron la sacristía de Sant Josep, la ermita de Sant Simó, el Baixet (propiedad de la parroquia de Sant Josep), y en los domicilios de Narcís Majó y Agustí Valdé; y por norma general, los temas a tratar se centraban en intensos debates sobre el Estatut de Catalunya, en sus dos versiones (1931-32), la problemática de ámbito municipal y los asuntos de interés general cuya información provenía de la propia Asamblea.

      Uno de los momentos álgidos de la ADM tuvo relación con las elecciones municipales, las del Tercio Familiar, efectuadas en noviembre de 1973. En este protoensayo democrático solo eran elegibles un tercio de los concejales en representación de los cabezas de familia y mujeres casadas, por lo que, mediante una estrategia preconcebida, diversos integrantes de la ADM presentaron sus candidaturas, siendo elegidos Josep Mª Boixet y Andreu Sala, y rechazados Montserrat Viza y Josep (Pep) Riera.

      El procesamiento de estos detenidos pasó algo desapercibido, quizás al coincidir con la detención de la cúpula de la Asamblea, donde también se encontraba el mataronense Joan Ramon Morante; no obstante, los dos primeros fueron puestos en libertad provisional bajo fianza de tres mil pesetas, siendo citados a juicio en Madrid ante el TOP el 19 de septiembre de 1974. El encargado de la defensa fue Josep M. Manté, presidiendo el Tribunal, el juez Francisco Mateu Cánoves, asesinado años después por ETA. Sorprendentemente, el resultado del juicio acabó con la absolución de los acusados, aunque la sentencia en sí dejara boquiabierto a más de uno de los presentes. Solo falta leer parte del redactado:

      Con posterioridad su grupo se incorporó a la CCM, aceptando los principios (cuatro puntos de la Asamblea). Josep Puig i Plá fue detenido en Mataró el día después de la concentración de Vic repartiendo unas octavillas relacionadas con las elecciones municipales del Tercio Familiar. Ingresó en la prisión de Mataró, donde estuvo cuatro días, saliendo un viernes por la mañana. En sus memorias Puig recordaba que solo recibió una bofetada algo fuerte para intimidarle en el interrogatorio que sufrió junto con su compañero Josep María Calsapeu, que también había sido detenido. Ambos fueron juzgados por el TOP y su importancia deriva de que fue el único juicio que se efectuó contra la Asamblea, según testimonio propio, por propaganda ilegal y por actividades separatistas, pues Puig era profesor de catalán pero con carácter comunista, según la policía. Finalmente fueron absueltos.

      Los encausados fueron arropados por algunos amigos, familiares y representantes de los partidos donde militaban; entre ellos estaban Ramon Manent, Pili González, Lluís Roca, Anna Comas, Antoni Jané, Antoni Albert, Pep Sivilla, Teresa Ebri, Enric Batlle, Pep Clofent, María Calsapeu y Joan Iglesias, con Miquel Esquerra como miembros de la Comissió de Solidaritat.

      En junio de 1974, la ADM distribuyó el documento titulado «Una alternativa democrática per a Mataró», donde se contemplaban las propuestas de política general y municipal, diversificando así sus esfuerzos en el ámbito local sin menoscabo de su asidua representación en los actos de la Asamblea donde Agustí Valdé y Joan Ramon Morante eran los delegados habituales. Otros representantes en la Comisión Preparatoria de la Asamblea fueron J. M. Calsapeu y Josep Puig i Plá, reemplazados estos tras sus detenciones por Enric Batlle y Paco Hernández. En otros actos antifranquistas, como el efectuado en noviembre de 1972 en Ripoll, asistieron como representantes Agustí Valdé y Josep Comas. En mayo de 1973 asistieron a la manifestación de Sant Cugat: Valdé, Carles Forns, Ramon Llines, J. M. Fradera, Josep Puig i Plá y Antoni Jané, entre otros. Meses después, tras la detención de la cúpula de la CPAC en octubre de 1973, fueron detenidos en las manifestaciones posteriores en Vic, L’Ametlla y Granollers, Xavier Mitjá, Montserrat Tristany, Pere Esquerra y Narcís Fradera, representantes del Maresme. Este último asistió a la famosa reunión en los Escolapios de Sabadell, pudiendo escapar y escondiéndose en un pozo ciego durante dos días.

      En 1975 se incorporaron a la ADM nuevos partidos y asociaciones culturales y sociales. Estos fueron: CDC, PSAN, CSC, RSDC, FSC-PSOE, PSP, PTE, Unió de Pagesos, Associació Católica de Pares de familia, Associació de Veïns de Cerdanyola y Agrupació Científico-Excursionista.

      Otro tema de interés estuvo en todo lo referente a la financiación de la ADM que, aunque fue algo que pasó desapercibido, no dejó de tener su importancia. Cada grupo político o asociación pagaba doscientas pesetas al mes y con algún gasto extraordinario se llegaban a las mil pesetas. Esto permitía poder asumir el crecimiento de actividades político-sociales de la ADM que fueron in crescendo en el tiempo conforme la vida del Dictador se extinguía. Sin embargo, esto no significaba que hubiese una cierta relajación policial, pues los controles, la censura y la represión sobre cualquier actividad política contraria al régimen no disminuyeron en su empeño. Un ejemplo de ello fue la suspensión gubernativa de las conferencias programadas en Mataró bajo el lema «Perspectives de l’Europa Actual», acción que ocasionó un fuerte rechazo dentro de la comunidad política opositora, compensada en parte con otras manifestaciones que finalizaron con

Скачать книгу