Enigmas de las Américas. Kris Lane
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El Mapamundi de Diego de Ribero, cosmógrafo portugués al servicio de la Corona española, fue el primer planisferio en registrar la información recopilada durante la expedición de Magallanes-Elcano (Imagen 3).
De la misma manera que el mapa de Diego Gutiérrez, publicado en 1562, que también fue parte del Padrón Real, ambos incorporaron la información entregada por las expediciones oficiales a la Casa de Contratación. El mapa de Gutiérrez (1562), al igual que el de Ribero (1529), recogieron los tempranos conocimientos sobre la expedición de Magallanes-Elcano, como se puede ver en el registro del Estrecho de Magallanes (Imagen 4).
Imagen 3: Mapamundi, Diego de Ribero, 1529, cortesía de Library of Congress (LOC).
Imagen 4: Detalle de Americae sive quartae orbis partis nova et exactissima descriptio, Diego Gutiérrez, 1562, cortesía de Library of Congress (LOC).
El viaje de Magallanes comprobó tres hipótesis que en la época estaban en discusión: la existencia de un pasaje interoceánico, que ofrecía a España una ruta alternativa a las ya dominadas por los portugueses para llegar a las islas del sureste asiático; la redondez de la tierra y la posibilidad de circunnavegarla. Aunque también se constató la dificultad del paso, que planteaba un reto inclusive a los marineros más experimentados y valientes. Las corrientes y los vientos dificultaban calcular la ubicación, incluso los instrumentos de navegación más sofisticados no proporcionaban un sentido claro sobre ubicación y distancia, bajo esas condiciones, por ende tantos barcos naufragaron y encallaron intentando atravesar este paso18.
Imagen 5: Detalle de Americae Nova Descriptio, Peter Koerius, 1614, cortesía Fondo Jijón, Biblioteca Nacional, Ministerio de Cultura del Ecuador.
Sir Francis Drake, el célebre corsario inglés, fue quien realizó el segundo viaje de circunnavegación (Imagen 5). Drake sorprendió a la Corona española en los mares del Sur y atacó los principales puertos de los reinos de España en América. Tras su paso fue creada la escuadra defensiva, denominada Armada del Mar del Sur, aspecto que escapa a nuestro interés en este escrito.19
Entre 1577 y 1580, Francis Drake comandó una escuadra de 5 naves y fue el primer inglés en cruzar el Estrecho de Magallanes, penetrar al Pacífico y circunnavegar el Globo. Probablemente Drake llevaba a bordo del Pelícano (luego rebautizado como Golden Hind) el famoso mapa de Ortelius de 1570.20 “Drake demostró por primera vez, que Tierra del Fuego era una isla y no la península de un continente [austral]”.21
El artista italiano Baptista Boazio dibujó unos mapas que acompañaron la obra El resumen de los verdaderos descubrimientos de Sir Francis Drake durante sus viajes a las Indias, que fue publicada en Londres por la casa editorial Biggs and Croftes, entre 1588 y 1589. El mapa muestra la ruta seguida por Drake durante su intrépido viaje de circunnavegación y por supuesto resalta la novedad geográfica de la posibilidad de un paso por el Sur, pero representa la cuenca del Pacífico bastante más estrecha que en la realidad, tal vez se buscaba resaltar la viabilidad del viaje transpacífico. Lo que ha llamado la atención es la temprana representación de Tierra del Fuego, asunto que será tratado en un artículo posterior (Imagen 6).
Tras el sorpresivo ataque del corsario, la Corona española encomendó en 1579 al navegante Pedro Sarmiento de Gamboa22, al mando del Nuestra Señora de la Esperanza y del San Francisco, una expedición que tenía como objetivo tomar posesión del paso Sur, constatar que no hubieran asentamientos ingleses y levantar las cartas geográficas de esta región. En noviembre de 1579 la expedición alcanzó los 50º de latitud sur, donde encontraron un canal que parecía ser la boca del estrecho, al que denominó “Golfo de la Santísima Trinidad”. Durante dos meses exploraron los vericuetos de este peligroso paso, en enero, arrastrados por las corrientes, fueron a dar hasta la boca del estrecho al que llamó de “La madre de Dios”. Tras un penoso viaje que duró un mes, Sarmiento de Gamboa logró llegar al Atlántico, luego se enrumbó hacia España, con intención de informar personalmente al rey sobre el hallazgo y sobre su plan de defensa. Este viaje resultó ser un rotundo fracaso, puesto que luego de dejar a los colonos en la región, Sarmiento de Gamboa fue atrapado por una flota inglesa comandada por Walter Raleigh y como prisionero fue llevado ante la reina Isabel I. En Londres fue interrogado, se dice que entregó suficiente información sobre la navegación hacia el Mar del Sur.23 Fue así como el experimento de colonizar el Estrecho fue abortado y este paso quedó abierto y sin resguardo para cualquier valiente que se atreviera a desafiar su peligrosidad y seguir las huellas de Magallanes y Drake. Sarmiento de Gamboa registró la información geográfica en su famosa carta Derrotero al Estrecho de Magallanes,24 que además imprime la leyenda de los gigantes australes en Tierra del Fuego25 (Imagen 7).
Imagen 6: Ruta de Sir Francis Drake, Boazio Baptista, 1588-89, cortesía de Library of Congress (LOC).
En 1584 Sarmiento de Gamboa había fundado el asentamiento de “El nombre de Jesús”, y también el asentamiento “Rey Don Felipe”, cerca del actual Punta Arenas (Chile), estas pudieron haber sido las dos ciudades más australes de América, sino hubiera sido porque los colonos fueron abandonados a su suerte, mientras Gamboa sufría sus propias peripecias en manos de los ingleses y más tarde en manos de los franceses, antes de poder llegar a España e informar al rey sobre los colonos del Estrecho. Se dice que otro navegante inglés, Thomas Cavendish, encontró a los pocos sobrevivientes de aquel fracasado intento de colonización del Estrecho.
Entre 1586 y1588, Thomas Cavendish, un ex capitán de Walter Raleigh, comandando una escuadra conformada por el Desire, el Content y el Hugh Gallant, logró emular las hazañas de Magallanes y Drake. Atravesó el Estrecho de Magallanes y también alcanzó la tercera circunnavegación del globo, en el conocido como el “viaje admirable y próspero”26.
Se dice que al llegar a la costa de la Patagonia, en una bahía bautizada como “Port Desire” (Puerto Deseado), la expedición de Cavendish encontró la huella de un gigante, de más de 45 cm de largo. En el mes de enero, pleno verano austral, doblaron el Cabo Vírgenes, donde encontraron “18 españoles harapientos,