El camino del duelo. 2ª ed. Xavier Munoz
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу El camino del duelo. 2ª ed - Xavier Munoz страница 9
Escribe y escríbele, sigue hablándole, aunque sepas que ya no está aquí, pero… ¿quién sabe?, quizás está leyéndote y siguiendo tus pasos más de cerca de lo que nunca hubieras imaginado. Quizás, sin tu saberlo, está ofreciéndote todo su amor y cuidados. Abre todos tus sentidos.
No te precipites ni tomes decisiones importantes, ahora es sólo tiempo para llorar. Todo llegará. Yo vacié el armario de su ropa, temiendo que al verla me hundiera aún más, y después me arrepentí como ni puedes imaginar. Incluso para esas “pequeñas” cosas llegará su momento, ten paciencia.
No valores las reacciones de quienes aparentemente te han defraudado, sencillamente no supieron estar a la altura de tus necesidades, como posiblemente tú en alguna otra ocasión. Nadie sabe lo que estás pasando, a excepción de aquellos a quienes la muerte ya los visitó con anterioridad y, a veces, ni estos. Recuerda que tú mismo/a te has convertido en un completo extraño para ti, imagina cuan no serás para los demás. Céntrate en ti, ocúpate de dar salida a tus sentimientos, deja que salga todo lo que ocurra en tu interior y comparte con quien pueda ayudarte a sentir.
Busca una librería cercana y cómprate el libro “La Muerte un Amanecer”, de la Dra. Elisabeth Kübler-Ross, te hará bien conocer lo que hoy ya sabemos acerca de la muerte. Saldrás reconfortado/a, máxime cuando nos habla de experiencias más allá de la muerte. Saber que siguen vivos y que su vida transcurre de forma absolutamente placentera te va a ser de gran ayuda. Después sigue con otros autores, te permitirán entender que estamos hablando de algo muy serio y contrastado.
Pero si tu pérdida ha sido la de un hijo, vigila, porque la complejidad va a ir en aumento. Desde fuera puede parecer que lo vuestro va a ser más fácil de llevar ya que os tenéis el uno al otro, y nada más lejos de la realidad. Cada uno siente y vive el dolor a su manera, y ya no digamos la forma de expresarlo o exteriorizarlo, pudiendo llegar a un nivel de incomunicación y aparente incomprensión muy elevadas que os lleve a cuestionaros incluso la posibilidad de separaros, a pesar de todo lo ocurrido. La imposibilidad de comunicación y cercanía suele darse en infinidad de hogares, y sería una lástima que eso os ocurriera en casa.
Acercaros con tanta dulzura como podáis y contemplaros buscando aquel ser del que en su día os enamorasteis. Intentad “entrar” en el interior del otro y preguntaros “¿cómo vivía a su hijo/a?”, “¿qué significaba en su vida la maternidad, o la paternidad?”, “¿cómo deben de ser sus pensamientos y sentimientos en este preciso momento?”. Así tantas preguntas como podáis, siempre recordando que no hablas de TU dolor, sino que intentas aprender del suyo. De esa persona que, al conocerte, también proyecto su vida a tu lado, con unas ilusiones, deseos, esperanzas, entrega,…
Vais a encontraros posiblemente con que incluso en vuestras relaciones sexuales hayan cambios significativos. Hay a quien la libido deja de hacer acto de presencia durante una larga temporada, y hay a quien le aumenta de forma considerable al ser el único instante que en su interior se da un momento de placer y, como tal, de desconexión.
Entregaros el uno al otro, encontrad la forma de dar soporte a ese chico o chica de quien os enamorasteis perdidamente y echadle una mano, porque anda perdido/a y roto/a como tú.
Y si tenéis más hijos, aunque pueda parecer imposible hacerse cargo de tanto peso en estos momentos, nos encontramos con seres indefensos que, tras la pérdida de su hermano/a, también pierden a sus padres, punto de referencia y fuente de vida. Haced un pequeño hueco en vuestro interior para ayudarlos a hablar, a exteriorizar sus sentimientos, y hacedles saber que seguís a su lado, aunque también rotos por dentro.
Pero tú quizás no entres en estos dos ejemplos y hayas perdido a tu madre, padre, amigo, confidente, amante,… No importa, el dolor no tiene tabla de valoración posible, ni tampoco comparación, porque entre otras cosas estamos hablando de la cantidad e intensidad con la que vivíamos la relación. Tu camino va a ser el mismo. En todos y cada uno de nosotros se vivirá de forma distinta, aunque muy parecida y con rasgos idénticos.
“La muerte no es nada: yo tan solo estoy en el otro lado.
Yo soy yo, vosotros sois vosotros.
Lo que he sido para vosotros, lo seré siempre.
Llamadme por el nombre que siempre me habéis llamado.
Habladme como siempre lo habéis hecho:
No utilicéis un tono distinto, ni solemne, ni triste.
Continuad riéndoos de lo que siempre nos reíamos juntos.
Rezad, sonreíd, pensad en mí.
Que mi nombre sea pronunciado en nuestra casa
como siempre se ha hecho, sin énfasis ni angustia.
La vida significa lo que siempre ha significado,
el eje es el que siempre ha sido, el hilo no se ha cortado.
¿Por qué estar fuera de vuestro pensamiento,
simplemente porque estoy fuera de vuestra vida?
Yo os espero, yo no estoy lejos,
justo al otro lado del camino.”
(Charles Péguy)
Конец ознакомительного фрагмента.
Текст предоставлен ООО «ЛитРес».
Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.
Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.