Los libertadores. Gerardo López Laguna

Чтение книги онлайн.

Читать онлайн книгу Los libertadores - Gerardo López Laguna страница 12

Los libertadores - Gerardo López Laguna Novela

Скачать книгу

humanas. Algunos de los mercenarios mascaban algo que habían sacado de sus bolsillos, otros se aburrían volviendo la cabeza aquí o allá. Algún otro jugueteaba con su arma. Uno de los que portaba arco y flechas se afanaba en tensar el cable de su arco. Todos parecían hastiados... de la vida.

      En el camión el silencio seguía siendo absoluto. La mayoría de los prisioneros tenía la cabeza gacha, entre las rodillas o apoyada en ellas. Sólo un soldado permanecía en pie; era el joven díscolo y apaleado. Habiendo visto actuar otras veces al Sire, sospechaba que su acción iba a tener más consecuencias, pero ahora no pensaba en eso. Estaba apoyado en la jaula de las piezas humanas, con los brazos y la frente pegados al metal y observando el interior. Sus ojos estaban clavados en Bo. Éste, con la cabeza hacia abajo, había notado esa mirada persistente. De cuando en cuando levantaba la cabeza y cruzaba fugazmente sus ojos con los del soldado para de inmediato volver la vista hacia el suelo de la jaula. Bo no sabía porqué, pero la actitud del soldado no le intranquilizaba...

      Cuando todos oyeron los disparos que sonaban desde más allá, desde el lugar al que se había dirigido el Sire con parte de los hombres, los prisioneros alzaron sus cabezas unos momentos con ansiedad y temor. Más tarde oyeron algunos disparos sueltos y distanciados y, cada vez, en la jaula se producía el mismo movimiento inquieto. Los soldados, sin embargo, no prestaban atención, salvo el joven soldado, que volvió su rostro un momento hacia el camino de la colina. Luego siguió mirando a Bo y cuando se oyeron los últimos disparos no se movió siquiera.

      Después de un rato en que no se volvieron a oír signos de actividad armada y en que sólo se podían escuchar los sonidos que produce la naturaleza, otra cosa llamó la atención de todos, aunque sólo unos segundos: más allá de la colina, por el horizonte de ésta, veían subir al cielo varias columnas de humo. El Aduar Al-Tahat estaba ardiendo; todas las casas, los carros, los corrales... algunas dependencias de las que los soldados no tenían interés en saber qué eran o a qué se destinaban, entre ellas la pequeña mezquita... todo estaba ardiendo. Sólo se salvaron un par de ovejas que los mercenarios habían sacado de un corral y que ahora llevaban por el camino atadas por el cuello. Cuando llegaran al lugar en que esperaba el camión y los carros, se dirigirían a los responsables de estas carretas de provisiones para que cargaran allí los dos trofeos destinados a alegrar alguna de las comidas de los mercenarios. El Sire, en circunstancias como aquellas en las que estaba costando lo suyo llenar la jaula de prisioneros, no les permitía grandes saqueos porque eso entorpecería su marcha. Así pues se conformaron con llevar sólo a esas dos ovejas... y, como otras veces, hicieron alarde de su crueldad incendiando los corrales sin liberar antes a los animales que moraban en ellos...

      Конец ознакомительного фрагмента.

      Текст предоставлен ООО «ЛитРес».

      Прочитайте эту книгу целиком, купив полную легальную версию на ЛитРес.

      Безопасно оплатить книгу можно банковской картой Visa, MasterCard, Maestro, со счета мобильного телефона, с платежного терминала, в салоне МТС или Связной, через PayPal, WebMoney, Яндекс.Деньги, QIWI Кошелек, бонусными картами или другим удобным Вам способом.

/9j/4AAQSkZJRgABAQECWAJYAAD/4TFiRXhpZgAASUkqAAgAAAAHABIBAwABAAAAAQAAABoBBQAB AAAAYgAAABsBBQABAAAAagAAACgBAwABAAAAAgAAADEBAgANAAAAcgAAADIBAgAUAAAAgAAAAGmH BAABAAAAlAAAAL4AAABYAgAAAQAAAFgCAAABAAAAR0lNUCAyLjEwLjE0AAAyMDIwOjAzOjI4IDE5 OjQ3OjU3AAMAAaADAAEAAAABAAAAAqAEAAEAAADQBwAAA6AEAAEAAACYCwAAAAAAAAgAAAEEAAEA AACsAAAAAQEEAAEAAAAAAQAAAgEDAAMAAAAkAQAAAwEDAAEAAAAGAAAABgEDAAEAAAAGAAAAFQED AAEAAAADAAAAAQIEAAEAAAAqAQAAAgIEAAEAAAAwMAAAAAAAAAgACAAIAP/Y/+AAEEpGSUYAAQEA AAEAAQAA/9sAQwAIBgYHBgUIBwcHCQkICgwUDQwLCwwZEhMPFB0aHx4dGhwcICQuJyAiLCMcHCg3 KSwwMTQ0NB8nOT04MjwuMzQy/9sAQwEJCQkMCwwYDQ0YMiEcITIyMjIyMjIyMjIyMjIyMjIyMjIy MjIyMjIyMjIyMjIyMjIyMjIyMjIyMjIyMjIyMjIy/8AAEQgBAACsAwEiAAIRAQMRAf/EAB8AAAEF AQEBAQEBAAAAAAAAAAABAgMEBQYHCAkKC//EALUQAAIBAwMCBAMFBQQEAAABfQECAwAEEQUSITFB BhNRYQcicRQygZGhCCNCscEVUtHwJDNicoIJChYXGBkaJSYnKCkqNDU2Nzg5OkNERUZHSElKU1RV VldYWVpjZGVmZ2hpanN0dXZ3eHl6g4SFhoeIiYqSk5SVlpeYmZqio6Slpqeoqaqys7S1tre4ubrC w8TFxsfIycrS09TV1tfY2drh4uPk5ebn6Onq8fLz9PX29/j5+v/EAB8BAAMBAQEBAQEBAQEAAAAA AAABAgMEBQYHCAkKC//EALURAAIBAgQEAwQHBQQEAAECdwABAgMRBAUhMQYSQVEHYXETIjKBCBRC kaGxwQkjM1LwFWJy0QoWJDThJfEXGBkaJicoKSo1Njc4OTpDREVGR0hJSlNUVVZXWFlaY2RlZmdo aWpzdHV2d3h5eoKDhIWGh4iJipKTlJWWl5iZmqKjpKWmp6ipqrKztLW2t7i5usLDxMXGx8jJytLT 1NXW19jZ2uLj5OXm5+jp6vLz9PX29/j5+v/aAAwDAQACEQMRAD8A8xt7eLyVZgq4xkn/AArctLC1 ltgBGhkyc4Gce5rJtmaO3U8kEZ+g7/41t6PPEI2UqAQclugAr6KNmeVWct0yyukWeRmFc454pX0q zRCwgU47YFXGZSRknA5yO9Q3N35CFvLJUHBq7Iw55dzEvtOs5NjJ+6wSHUrnB/lWe9jEjFhnBGcF Rx7fz/OrEs8rMWXO0tjcex696rssiSKFO4kkKc9Kyly9EdMOfqyJoIMbRGMDktjp+IpsdkjhSVCF WyGPRhVhI9253R0kU9AQc9qRN/y7CpDLkLnoDUWu7tGvM7WTGy2ttlsJjBBX0xUhtbfamLRgOu8q RnP1pDuhfOd3IJxgYPNRupUsAWZMZQu2T9KbdugrPTUUQQM7bVDAdPlxmojBEsn+rAA55/zmp1fp nv2zTZc/MvJBOM+nvSb0uaK6dgS2gQsoRdxIPPXFSrFbttbyAFPC7u/vUEjYTdwxA6D0NOiklGFI PzqRvI4+me1NTSdiJQe6ZDcWUcayYXJAypAPbk06K3RQWmiHIBGcCpI5JGDcnPP8QIznpUN2Xwf7 vHBNZSaj76NI8z91srzLErsFUHuOKjaJMg4wKc0BA3Mxzjgd6VQkZj8zcQTzj05rlcpN66GvQYxj jOWQOoOAMYoi8t5Am3IA4zxUkyoxJjJKg4XI5wabbQtICydd2MH0ovPnstQ0tctRWsckiLtBOcZp k9sFmZSigqxU8Y6EjvUyu8BSRQemc9PxonO6TLMSx5J9TXbHYz15vIfaN+5RCCvGQe386tqyqgAA Vs8Nkk49M/lVeCNxZxucFG+UEHPPpipQFCDYr9cMhXv1/wAK1i7HLNXZfGrSoFXHIGOVyD15yOlP SVHDXVwrSd9gJAGPboexqpb24JM8cTNGv3gMkntgCrVzKzW8sUkh2qSMNkMATwffir1e5i0lsM1D UIngkiaJdjANjuM55H4/1qlEISjJuZRtJHzEkHHtjvmoZIlEg65BIyOAQamgERBM2Qx4Uqeh9x3r O7cjZRShobf/AAid8vlRxPNNeSQwziOGEsoEmNoL9AcHPIx70DwV4gURCGyX964WIfaIwXOPTIPp zjuKgi8T6zZRpbx3UsaxbFRxGpcBCGRd+MlR6E4qxD4r1y3aKRLxY3hLhfKhQKA2C3G3GMgH2wMV ko1ddi

Скачать книгу