Explotación, colonialismo y lucha por la democracia en América Latina. Pablo González Casanova
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La conclusión que se deriva del análisis de estas series en sus valores relativos es que tanto la Revolución mexicana como el desarrollo económico del país coinciden con un proceso de integración nacional, de homogeneización de la población y de disminución relativa del marginalismo en los más distintos terrenos. De aquí podemos derivar, y derivamos, conclusiones muy optimistas.
IV
Pero estas circunstancias no impiden, sin embargo, que al contemplar el problema del orden de magnitud de la población marginal, considerada en números absolutos, y al analizar sus tendencias generales, se descubran los siguientes hechos: a) la población rural era de 10’810,000 habitantes en 1910; de 9’870,000 en 1921; de 11’012,091 en 1930; de 12’756,883 en 1940; de 14’807,534 en 1950; de 17’218,001 en 1960; b) la población analfabeta de once o más años era de 7’820,000 en 1910; de 6’970,000 en 1921; de 7’220,000 en 1930; de 7’980,000 en 1960;[4] c) la población analfabeta de seis o más años era de 9’017,540 en 1930; de 9’449,957 en 1940; de 9’272,484 en 1950; de 10’573,163 en 1960; d) la población escolar de seis a catorce años que no recibe educación era de 1’693,100 en 1930; de 2’549,000 en 1940; de 2’970,700 en 1950; de 3’115,300 en 1960; e) la población que no come pan de trigo era de 10’795,582 en 1940; de 11’383,925 en 1950; de 10’618,726 en 1960, y f) la población que no usa zapatos era de 9’853,203 en 1940; de 11’409,500 en 1950; de 12’740,347 en 1960.
V
Por los datos anteriores se deduce que la población marginal de México ha venido creciendo a lo largo de estos 50 años, o ha permanecido numéricamente estancada. De continuar las mismas tendencias, la magnitud del problema de la población marginal será en 1970 como sigue: a) población analfabeta: 10’700,000 (± 600,000); b) población en edad escolar que no recibe educación: 3’650,000 (± 360,000); c) población que no come pan de trigo: 10’600,000 (± 940,000); d) población que no usa zapatos: 14’130,000 (± 120,000).
O para decirlo de otro modo: de continuar las mismas tendencias, México tendrá en 1970 una población analfabeta de una magnitud similar a la que tiene en 1960; una población en edad escolar (de seis a 14 años) que no vaya a la escuela, mayor que la de 1960; una población que no coma pan de trigo igual a la de 1960, y una población que no use zapatos mayor que la de 1960.
VI
Los hechos y tendencias anteriores dan lugar a una interpretación pesimista del proceso social; pero si se manejan en sentido estricto y con visión de conjunto, se tienen que relacionar no sólo con la integración del país —que se advierte en el análisis de números relativos—, sino con el crecimiento absoluto de la población que sí participa del desarrollo. En efecto, el crecimiento lineal o el estancamiento de la población marginal se compagina con un crecimiento exponencial de la población general, y de la población participante del desarrollo. Y el ritmo de incremento de la población participante es mucho mayor que el de la población general y, por supuesto, que el de la población marginal. Estos hechos se observan a través de las siguientes cifras: a) la población total era de 15’160,000 en 1910; de 14’330,000 en 1921; de 16’532,722 en 1930; de 19’653,552 en 1940; de 25’791,017 en 1950; de 34’923,129 en 1960; b) la población urbana era de 4’350,000 en 1910; de 4’470,000 en 1921; de 5’540,631 en 1930; de 6’896,669 en 1940; de 10’983,483 en 1950; de 17’705,118 en 1960; c) la población alfabeta de once o más años era de 2’990,000 en 1910; de 3’560,000 en 1921; de 4’530,000 en 1930; de 15’850,000 en 1960 (de diez o más años); d) la población alfabeta de seis o más años era de 4’525,035 en 1930; de 6’770,359 en 1940; de 11’766,258 en 1950; de 17’414,675 en 1960; e) la población que come pan de trigo era de 8’322,071 en 1940; de 13’592,780 en 1950; de 23’160,216 en 1960; f) la población que usa zapatos era de 9’264,450 en 1940; de 13’567,203 en 1950; de 21’038,595 en 1960; g) la población de seis a 14 años que recibe educación era de 1’789,300 en 1930; de 2’113,900 en 1940; de 3’031,700 en 1950; de 5’401,500 en 1960.
Los datos anteriores nos explican que haya disminuido en forma relativa la población marginal, pues aunque en números absolutos se haya estancado e incluso crecido, paralelamente, y a un ritmo mucho mayor, ha crecido la población participante del desarrollo.
VII
De la dinámica general y la tendencia de estos hechos se da uno cuenta con más claridad, y bajo una perspectiva distinta, cuando se repara en las tasas de crecimiento de la población marginal y de la población participante:
Tabla 6. Tasas de crecimiento de la población marginal y participante (1910-1960)
Tasas de crecimiento de la población | 1910-1921 | 1921-1930 | 1930-1940 | 1940-1950 | 1950-1960 |
TOTAL | -5.44 | 15.47 | 18.73 | 31.22 | 35.40 |
Rural | -8.71 | 11.57 | 15.84 | 16.07 | 16.27 |
Urbana | 2.69 | 24.07 | 24.47 | 59.25 | 61.19 |
Analfabeta (De 11 o más años) | -10.78 | 3.58 | 3.49 | 3.49 | 3.49* |
Alfabeta (De 11 o más años) | 19.14 | 26.93 | 83.41 | 83.41 | 83.41* |
Analfabeta (De 6 o más años) | 4.79 | -1.87 | 14.02 | ||
Alfabeta (De 6 o más años) | 49.62 | 73.79 | 48.00 | ||
Que no comen pan | 5.44 | -6.72 | |||
Que sí comen pan | 63.33 | 70.38 | |||
Que no usan zapatos | 15.79 | 11.66 | |||
Que sí usan zapatos | 16.28 | 95.28 | |||
Que no reciben educación | 50.55 | 16.54 | 4.86 | ||
Que sí reciben educación | 18.33 | 43.41 | 78.16 |
* De once o más años (1910, 1921, 1930) y diez o más años 1960. De 1930 a 1960 se considera una tasa media.
Si se observa la tabla anterior, se advierte:
a) Que las tasas de crecimiento de la población participante, consideradas por décadas, son cada vez más altas en los siguientes casos: de la población urbana (periodo 1910-1960); de la población alfabeta de once o más años (periodo 1910-1930); de la población alfabeta de seis o más años (periodo 1930-1960); de la población que come pan de trigo (periodo de 1930-1960); de la población que usa zapatos (periodo 1940-1960); de la población que recibe educación (periodo 1930-1960); b) que las tasas de crecimiento de la población marginal son siempre inferiores (y a veces varias veces inferiores) a las tasas de crecimiento de la población participante, con excepción de la década 1930-1940, en el renglón de la población que no recibe educación; c) que las tasas de crecimiento de la población marginal son negativas —esto es, suponen una disminución absoluta de la población marginal— sólo en el periodo bélico de la Revolución (renglones de población rural y población analfabeta), en que la guerra civil mermó sobre todo a la población rural y analfabeta; en