Venezuela migra: aspectos sensibles del éxodo hacia Colombia. Laura González

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Venezuela migra: aspectos sensibles del éxodo hacia Colombia - Laura González

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LÓPEZ*

       Uno siempre vuelve a los viejos sitios donde amó la vida

      RESUMEN

      La migración de colombianos a Venezuela es un flujo que data de los años setenta durante la bonanza petrolera del vecino país. Así mismo, muchos colombianos se refugiaron allí del conflicto armado en los años noventa. Hoy, la crisis política, económica y social que vive Venezuela ha llevado a muchos de sus ciudadanos a migrar del país en búsqueda de oportunidades, pero también huyendo de esta crisis; los colombianos que vivían allí han tenido que regresar a Colombia y otros han sido deportados. Este capítulo tiene como objetivo describir la situación de los colombianos que han retornado de Venezuela poniendo énfasis en los desafíos que se encuentran al momento de regresar y en las medidas adoptadas por el Gobierno para esta población.

      Palabras clave: migración de retorno, políticas migratorias, Venezuela, crisis humanitaria.

      ABSTRACT

      Colombian migration to Venezuela goes back to the seventies during the neighbor country’s oil boom. Also, during the nineteen’s many Colombians sought asylum in Venezuela fleeing the inner conflict. Nowadays, the political, economical and social crisis has forced many Venezuelans to migrate in search of opportunities and also fleeing the crisis; the Colombians living there, are also coming back to Colombia and others have even been deported from the neighbor country. This article aims to highlight the situation of those Colombians who have returned, empathizing the challenges and the decisions that have been taken by the government to face this situation.

      Keywords: return migration, migration policies, Venezuela, humanitarian crisis.

      Emigrar es un verbo conocido para los colombianos, que han sido tradicionalmente una población migrante a causa del conflicto armado y de factores económicos: los colombianos han huido del conflicto, pero también han buscado mejores condiciones de vida en otros países desde los años setenta y hasta el hoy los nacionales colombianos siguen saliendo del país. Una de las mayores migraciones de colombianos ha sido a los países vecinos, principalmente Ecuador y Venezuela. Ecuador es el país con el mayor número de refugiados, mientras que Venezuela es uno de los principales países de destino de los colombianos que cuentan con refugiados (reconocidos y de facto) nacionalizados (binacionales), residentes y migrantes en situación irregular.

      Colombia y Venezuela se consideran países hermanos. En esa medida, las relaciones económicas, sociales y culturales han estado marcadas por una cercanía que parece perdurar desde antes de sus independencias. Incluso recién independizados, estos dos países firmaron un acuerdo que data de 1833 con el objetivo de fijar las fronteras y reglamentar el comercio (López y Sánchez, 2007). Desde entonces, la interdependencia que existe entre ambos países y el compartir una extensa frontera han hecho que las migraciones transfronterizas sean parte de su cotidianidad: muchos colombianos que trabajaban en Venezuela regresaban a Cúcuta a dormir en la noche, repartiendo su vida entre ambos países. Si bien en los años setenta y ochenta el flujo de migrantes colombianos a Venezuela aumentó, en los tiempos actuales son los venezolanos los que vienen a Colombia buscando un mejor futuro y huyendo de un país que ya no puede ofrecerles un bienestar. En este flujo también se sitúan los colombianos que migraron en su momento al vecino país.

      Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la migración de retorno se refiere al “movimiento de personas que regresan a su país de origen o a su residencia habitual, generalmente después de haber pasado por lo menos un año en otro país. Este regreso puede ser voluntario o no. Incluye la repatriación voluntaria” (OIM, 2006, p. 39). Cuando se refiere a un retorno no voluntario, este es definido como “Deportación: Acto del Estado en el ejercicio de su soberanía mediante el cual envía a un extranjero fuera de su territorio, a otro lugar, después de rechazar su admisión o de habérsele terminado el permiso de permanecer en dicho Estado” (ibid.). Junto con estas definiciones, es preciso indagar sobre las causas y consecuencias de este retorno en diferentes niveles: desde el país de origen al país de retorno, desde el individuo hasta la comunidad y desde lo local hasta lo nacional y lo transnacional, pasando por los ámbitos económico, social, político y cultural.

      Así las cosas, se pretende situar la migración colombiana de retorno desde Venezuela mediante la caracterización de la población y de la normativa que rige actualmente sobre los retornados. De este modo, en un primer momento se abordará un contexto descriptivo del perfil de los colombianos que residen en Venezuela y de las condiciones en que han retornado desde la crisis; en un segundo momento se abordarán las principales herramientas dispuestas por el Gobierno para esta población y, por último, se hará una reflexión sobre los retos que enfrentan tanto los migrantes como el Gobierno para su (re)integración a la sociedad.

      I. LA MIGRACIÓN COLOMBIANA HACIA VENEZUELA Y SU RETORNO

      La migración colombiana a Venezuela es de larga data y se remonta a los años setenta, según datos recopilados por la Universidad del Rosario:

      Las personas nacidas en Colombia pasaron de conformar la tercera parte de la población de origen extranjero en Venezuela (30,20 % en 1971) a constituir más de la mitad de esta (51,79 % en 1990). El gran salto cuantitativo se efectuó durante la década de los setenta, estimulado por los precios altos del petróleo1.

      Así, la bonanza petrolera permitió que los colombianos emigraran gracias a la demanda de trabajadores en este sector, pero también en infraestructura y servicios, mejorando sus condiciones de empleo2. Esto ha incidido en que muchos de estos colombianos tengan doble nacionalidad y sus hijos sean nacionales venezolanos. A finales de los años noventa se estimaba que un 31 % de la población colombiana en el exterior residía en Venezuela (Gómez y Rengifo, 1999) y desde entonces se recomendaba formular una política migratoria regulatoria de estos flujos.

      Históricamente, el fenómeno de la migración ha estado presente en las relaciones colombo-venezolanas, pero su motivación estuvo principalmente influida por causas económicas. Sin embargo, la agudización de la crisis política y el conflicto armado que vive Colombia desde el siglo pasado están agravado la radicalización y degradación de los movimientos migratorios, lo cual origina el desplazamiento interno (Colombia) y una migración forzada hacia los países vecinos (Álvarez, 2004).

      Es importante anotar que Venezuela ha sido el principal receptor del desplazamiento forzado desde Colombia en lo que se conoce como el éxodo transfronterizo y que ha sido documentado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, que recoge en un informe esta problemática por lo general invisibilizada. El informe se centra en el departamento de Arauca, pero también analiza las demás fronteras. Se calcula que hay más de doscientos mil refugiados de hecho (CNMH, 2014), en contraste con los 4.340 refugiados reconocidos, porque es una población flotante y se dificulta su registro por la extensión de la frontera entre ambos países. Así, “Miles de familias y personas, principalmente campesinos, indígenas y afrodescendientes, no solo de las regiones fronterizas, sino de cualquier parte del país, hacen uso de la enorme extensión y posibilidad de acceso al vecino país para huir del conflicto armado y la violencia generalizada en Colombia” (CNMH, 2014).

      Según

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