Atrapada al atardecer. C. C. Hunter
Чтение книги онлайн.
Читать онлайн книгу Atrapada al atardecer - C. C. Hunter страница 23
—¿Cómo iba a decirme un pájaro muerto quién es ella?
—A veces, los fantasmas tienen maneras muy extrañas de comunicarse.
Kylie le dio vueltas a un par de cosas en su no poco confundida cabeza y entonces recordó.
—La mujer sin nombre no tiene un patrón cerebral. Nada. Está en blanco.
—¿En blanco? —Esta vez Holiday sí pareció realmente sorprendida.
—Sí. Estaba tratando de volver a centrarme, ya que pensaba que no… que no lo estaba viendo correctamente. Porque pensaba que todos tenemos un patrón cerebral, como huellas dactilares. —Kylie se dejó caer en la silla frente a la directora del campamento.
—Nunca he visto uno que estuviera en blanco, pero…
—Creo que ella es un ser sobrenatural. —Kylie se mordió el extremo del labio.
—¿Por qué crees eso?
—Porque sabe qué son los ángeles de la muerte.
Holiday pareció considerarlo.
—Probablemente te escuchase hablar de ellos.
—Puede ser, pero… está realmente asustada por algo.
—La muerte puede dar miedo de verdad si no estás preparada.
—Creo que hay algo más —dijo Kylie.
—¿Qué?
—Todavía no lo sé, pero… hay algo.
—Espera. —Holiday apoyó una mano sobre la mesa—. ¿No dijiste que había sufrido algún tipo de operación cerebral?
—Sí. —Kylie se tocó las sienes—. Tiene puntos y la cabeza rapada.
—Seguramente se trate de un tumor. Nunca he visto a nadie con uno, pero he oído que los tumores pueden hacer que los patrones cerebrales hagan cosas raras.
—¿Pueden hacer que desaparezca? —preguntó Kylie—. Y, ¿por qué se volvió loca cuando le pregunté qué era? Creo de verdad que es un ser sobrenatural.
—No digo que no sea una de nosotros, pero… los seres sobrenaturales rara vez nos quedamos por aquí durante mucho tiempo tras fallecer. En todos los años que llevo tratando con fantasmas, solo me he encontrado con tres como nosotros.
—Pero mi padre se quedó.
—Pero él tenía una razón muy importante para quedarse. Conocerte.
Kylie levantó una pierna hasta la silla y se abrazó la espinilla. Su mente saltó del recuerdo del fantasma a su padre y del de su padre al fantasma de nuevo.
—No lo sé… Hay algo en ella que es… diferente. Recuerda que me dijo que tenía mensajes de otros.
—Eso no es raro. A menudo me encuentro con fantasmas que me dan mensajes para otras personas. —Holiday giró un lápiz entre las manos.
—¿De los ángeles de la muerte?
—No, pero como he dicho, puede que te escuchase hablar de los ángeles de la muerte y simplemente confundir las cosas. ¿Ha vuelto a mencionar el mensaje?
—Sí. Todo el tiempo, como si fuera importante. —Kylie frunció el ceño—. Sigue diciendo eso de que alguien vive, alguien muere. Y no me gusta la parte de la muerte. —Se abrazó la espinilla con más fuerza.
—A mí tampoco —dijo Holiday—. Pero como habrás aprendido, los fantasmas no son los mejores comunicadores. Así que no entres en pánico. Tú solo sigue haciendo preguntas y buscando pistas.
—¿Es posible que la única razón por la que esté aquí sea para darme ese mensaje?
—Me extrañaría. Seguramente este aquí para algo más.
Kylie frunció el ceño.
—¿Entonces cómo narices voy a ayudarla si ni siquiera recuerda quién es?
Holiday apoyó la barbilla en la palma de su mano.
—Creo que este será de los difíciles.
—Como si me hubiera encontrado con alguno fácil. —Kylie se abrazó todavía con más fuerza la pierna—. Hay una cosa que quiero comprobar.
—¿Qué?
—El cementerio Fallen. Sé que dijiste que podría venir de cualquier otra parte, pero me sigue pareciendo raro que se apareciera en el coche de mi madre cuando estábamos pasando por allí.
Holiday frunció el ceño.
—No te voy a decir que no vayas, pero los cementerios no son el mejor lugar para una susurrafantasmas. En este momento, ya deberías ser capaz de ver a más de un fantasma a la vez, y muchos fantasmas se quedan merodeando por los cementerios durante mucho tiempo.
Kylie se acordó.
—El día del funeral de Nana tuve un dolor de cabeza terrible.
—Probablemente fueran ellos tratando de llegar a ti. Y eso fue antes de que pudieras verlos. A veces pueden llegar hasta ti todos a la vez y se vuelve… complicado.
—Pero si es la única pista que tengo, debo intentarlo.
—No tienes que hacerlo —la contradijo Holiday—. Al principio, nunca me habría negado a ayudar a un espíritu, pero he aprendido que a veces tienes que decir «no» por el bien de tu propia salud mental.
—Pero entonces seguirán apareciendo.
Holiday inclinó levemente la cabeza.
—¿No recuerdas que hablamos sobre cómo apartarlos?
Kylie frunció el ceño.
—Me acuerdo, pero todavía no lo domino lo suficiente.
—Podríamos volver a hablar sobre eso, pero… —Holiday miró su reloj—. Tengo una cita…
—Quiero ayudarla, hay algo en ella. —Puede que Kylie no tuviera amnesia, pero había muchas cosas en su vida que no sabía, cosas que quería saber.
Holiday asintió.
—Lo entiendo y te apoyaré en lo que tú creas que es correcto. Pero asegúrate de hablar conmigo antes de que vayas y… como ha dicho Burnett, no puedes ir a ningún sitio sin una sombra.
—No me entusiasma demasiado todo el asunto de las sombras.
—Es solo hasta que sepamos cómo van las cosas.
Kylie se mordió el labio al recordar las otras cosas de las que tenía que hablar con Holiday. Todo aquello de los sanadores y los protectores, por