Resistencias noviolentas en América Latina. Esperanza Hernández Delgado

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Resistencias noviolentas en América Latina - Esperanza Hernández Delgado

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de estas alianzas se destaca la que constituyeron con agricultores privados de la cuenca del río Yaqui, a quienes anteriormente consideraban sus adversarios (Moreno 2014, 64-65). En este acuerdo los yaquis desplegaron su capacidad política, intentando sacar provecho del perjuicio que para el sector agrícola también representa el Acueducto Independencia

      Ellos tienen una habilidad para establecer alianzas. Tienen alianzas con sindicatos, universidades, con grupos de yaquis en Estados Unidos que ayudan con dinero. Pueden establecer una alianza con el PRI y con el PAN. Tienen una capacidad política muy grande, por ejemplo, organizaron dos caravanas a la Ciudad de México, una salió de la frontera norte y otra de la frontera sur. Esto fue lo que ayudó a que una resolución de la Corte fuera reconocida y ayudó a visibilizar [su caso] en términos nacionales (José Moreno, 2016, entrevista).

      En el año 2010, el gobierno planeó traer el agua de la cuenca del río Yaqui al río Sonora [...], fui a la zona y encontré un rasgo característico, la alianza en defensa del agua es entre un grupo de agricultores privados, un grupo de ciudadanos de sectores productivos de un municipio y la tribu yaqui (José Moreno, 2016, entrevista).

      Tenemos que organizarnos para la lucha externa, el vínculo hacia las luchas, las alianzas con los demás pueblos, las alianzas con la sociedad civil y la alianza con los distintos sectores de la sociedad mexicana, pero siempre con nuestra característica propia, distintiva y nuestra demanda propia también, para una alianza de respeto, de solidaridad, entonces es así, nos ha llevado hasta a aliarnos con estructuras que no eran consideradas como posibles aliados, como empresarios agrícolas, sociedad civil, clase media, pero eso siempre está dentro de la posibilidad (Tomás Rojo, 2016, entrevista).

      Combinación con métodos propios

      Los yaquis han combinado los métodos de resistencia civil con métodos propios. Ellos conocen bien los recursos que ofrece su cultura y tienen un gran sentido de pertenencia. Estos métodos han puesto a la identidad en el centro de su lucha, sin obviar la relación que tiene con las necesidades y aspiraciones de la tribu (Tomás Rojo, 2016, entrevista). De esta manera han podido mantener una experiencia de resistencia noviolenta cohesionada y dinámica.

      Nuestra mayor fortaleza es nuestra identidad, nuestra organización estructural y principalmente los instrumentos legales, como el decreto presidencial, que nos reconoce una parte de nuestro territorio. Estamos en proceso también de formar recursos humanos para que, en un futuro, de unos 10 o 15 años, la tribu pueda ser autosuficiente en recursos humanos y para eso tenemos que generar las oportunidades, para que ese recurso humano pueda ocupar los espacios institucionales y para que pueda la tribu desarrollarse en plenitud y autonomía. El orgullo que tenemos más grande es ser yaqui. Es el yaqui que nunca lo han doblegado. A la llegada de los españoles no nos conquistaron, ellos nunca lo hicieron y hasta la fecha el gobierno no nos va a conquistar con esos proyectos que dicen dar, porque nos tocan por derecho esos beneficios, por ser mexicanos. Y también pues la fortaleza es que también hay jóvenes preparados, hay jóvenes licenciados […], es la fortaleza que tenemos, hay gente mayor también que están apoyadas en todo. Es la fortaleza (Tomás Rojo, 2016, entrevista).

      Los yaquis han creado una estructura integrada por gestores, interlocutores y luchadores que cumple funciones precisas en términos de consolidación interna, fortalecimiento de la identidad y articulación con la negociación. En ese sentido, los gestores tienen cierto tipo de liderazgo, y son quienes conducen a la gente a las instancias del Estado para que puedan resolver alguna situación, prestar un servicio a la comunidad, gestionar un proyecto, etc. Los interlocutores se encargan de abrir puertas, canalizar potencialidades y propiciar procesos de aprendizaje que amplíen la visión del mundo, el conocimiento de los derechos y de mecanismos para hacerlos valer. Ellos y ellas sientan las bases del diálogo y la negociación. Los luchadores son quienes exigen lo que el Estado no ha cumplido (Tomás Rojo, 2016, entrevista).

Métodos de resistencia civilCombinación con métodos de transformación de conflictosMétodos propios
Métodos de persuasión: comunicación política, foros de defensa del agua, incidencia ante autoridades, personalidades y organismos internacionales.Combinación con negociación política.Mantener cohesionada la base social de su resistencia, colocando en el centro de laidentidad, las necesidades y lasaspiraciones de la tribu yaqui.
Métodos de protesta: Caravana nacional por la defensa del territorio, el agua, el trabajo y la vida (2015), marchas como la realizada en Obregón (2013), que convocó a 30 000 personas.Combinación con acciones legales ante instancias nacionales e internacionales.Prepararse para el ejercicio de la resistencia.
Métodos de intervención noviolenta: bloqueos, desde 2011, en Obregón y en Vícam.Combinación con establecimiento de alianzas estratégicas con la academia, ONG, sindicatos, partidos políticos, intelectuales, pueblos indígenas y comunidades que padecen la misma problemática asociada a los impactos de los megaproyectos.Contar con una estructura para el ejercicio de la resistencia y la articulación de métodos. Esta estructura la constituyen gestores, interlocutores y luchadores.

      Condiciones de la resistencia noviolenta de los yaquis

      Como señala Sharp (2005), no es suficiente optar por la resistencia no violenta para lograr una experiencia exitosa, ni tener una voluntad férrea para resistir. Es necesario contar con una serie de condiciones que den alcances al ejercicio de resistencia. Estas condiciones tienen mucho que ver con el asunto en conflicto, los ejes temáticos que están al centro de la lucha, la estructura social de los resistentes, la naturaleza de los oponentes, la elección de la estrategia principal, el mecanismo para promover el cambio, los métodos que se emplean y la habilidad, disciplina y tenacidad de quienes resisten (Sharp 2005, 196-197).

      Las experiencias de resistencia civil afrontan una asimetría de poder debido a los actores que enfrenta (Sharp 2005; Dudouet 2012). Es evidente el desequilibrio de poder entre las minorías reprimidas, las mayorías despojadas, los que no tienen voz, y el poder de los Estados, los empresarios y los actores armados. En consideración de algunos analistas, lo que hace la resistencia civil es equilibrar las relaciones de poder, empoderando a los sectores que resisten (Dudouet 2012). ¿Cómo les da poder?, preparándolos para la acción colectiva eficaz, eligiendo los métodos más adecuados y aprovechando los recursos sociales, políticos, económicos, culturales y psicológicos con los que cuentan (Dudouet 2012; López 2016). Esto se constata cuando la resistencia civil otorga poder e influencia a quienes van a iniciar una negociación efectiva (Dudouet 2012).

      Los yaquis afrontan un desafío de grandes proporciones al ejercer su resistencia noviolenta contra el Acueducto Independencia. Están enfrentando al poder del Estado y de la empresa privada, a los intereses políticos y económicos involucrados en este megaproyecto. De igual manera, se oponen a estructuras políticas, sociales y económicas que han excluido a las poblaciones indígenas a lo largo de la historia, todas ellas articuladas al flagelo de la corrupción. ¿Cuáles son las condiciones de su resistencia noviolenta para enfrentar la asimetría de poder y dar mayores alcances a su campaña en este contexto desigual?

      En los años 30, México fue ejemplo internacional por sus políticas indigenistas [...]. En un juicio rápido y severo, todos los programas indigenistas de hoy en día, estatales y federales, están atentando contra las culturas indígenas [...]. Por ejemplo, en los últimos años, se ha apostado mucho a la transferencia de recursos, donde los presupuestos que están orientados al desarrollo de los pueblos indígenas se utilizan para fortalecer la carretera e infraestructura. Los distintos programas orientados a los pueblos indígenas, en realidad, no están llegando con respeto a sus formas tradicionales. El sistema político mexicano está gravemente herido de corrupción, no hay credibilidad en el sistema ni en los nuevos partidos de alternancia. Algunos de estos partidos no han desarrollado realmente una reflexión de cómo incorporar los derechos de los pueblos indígenas (Alejandro

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