La izquierda legal y reformista en Colombia después de la Constitución de 1991. Jorge Eliécer Guerra Vélez

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querían tener también una voz fuerte en el proceso. Además, los dirigentes de la organización política que había creado el epl desde la tregua de Betancur, el Frente Popular, querían tener un papel preponderante en la negociación.71

      La firma de la paz tuvo lugar en Bogotá el 15 de febrero de 1991. El 1 de marzo, en Pueblo Nuevo, Córdoba, región en la que en sus orígenes el grupo recibiera la orden de acompañar las luchas del campesinado por la tierra, la disposición fue la desmovilización sin retorno. La disidencia regentada por Francisco Caraballo mantuvo la sigla epl hasta tiempos recientes, mientras que la mayoría que decidió reintegrarse a la vida civil aprobó la transición hacia un nuevo movimiento político, transformando ladinamente la vieja abreviatura por la de Esperanza, Paz y Libertad.

      La Corriente de Renovación Socialista, el socialismo diferido

      Unión y ruptura de la tríada Unión Camilista-Ejército de Liberación Nacional-¡A Luchar!

      Se dijo que el eln rechazó dialogar con Betancur porque alentaba el reformismo y traicionaba la revolución popular. Su particularidad, así como la de los procesos cercanos, excepto algunos grupos cristianos o populares sin una doctrina de izquierda definible, fue su afiliación al “campo marxista-leninista”. Igual que el pcc-ml, surgirían con la fractura chino-soviética, con la diferencia de que rechazaron la creación de un órgano jerárquico y autoproclamado de vanguardia. Además, exaltaron la revolución cubana, la búsqueda de un modelo ajustado a las condiciones latinoamericanas y nacionales y las posiciones agitadoras del sociólogo y presbítero Camilo Torres Restrepo. En ese contexto surge en 1977 el Comité por la Unidad, con el propósito de ofrecerles al campesinado, al estudiantado y al profesorado un proyecto de lucha legal y sin armas. Al Comité por la Unidad llegaron tres corrientes nacidas en el pcc-ml. La Liga Marxista-Leninista de Colombia, creada en 1971, próxima al movimiento campesino en Nariño, en Antioquia y en los Santanderes. Desligada de la acción armada, no fue renuente a participar en elecciones. La Tendencia Marxista-Leninista-Maoísta, que surge hacia 1974 en respuesta a la desidia del pcc-ml por presidir los movimientos sociales. Tuvo presencia en Antioquia, en Cundinamarca, en los dos Santanderes y en la Costa Atlántica, y se dividió en dos grupos, “la mayoría” y la “minoría”, que respectivamente generaron el Partido Revolucionario de los Trabajadores (prt) e importantes cuadros para la crs. Su papel fue decisivo en la unidad del campo marxista-leninista. La tercera fue la Tendencia Línea Proletaria, que fiel a su nombre participó y fomentó la organización sindical y política de los obreros. Creada alrededor de 1975, actuó en el Eje Cafetero, donde el pcc-ml tuvo una de sus subestructuras más fuertes. El Comité por la Unidad fue reforzado con la llegada del Movimiento de Unificación Revolucionaria Marxista-Leninista (mur-ml). Fundado en doctrinas cristianas y con un fuerte trabajo en grupos juveniles y de estudiantes del Suroeste antioqueño, fue clave en la creación, en 1982, junto con las tres corrientes, del llamado Nuevo mur, que combinó estrategia armada y organización de las poblaciones, con la que cada una se identificaba.

      El campo marxista-leninista también incluyó al Movimiento de Integración Revolucionaria Marxista-Leninista (mir-ml), que glorificó los logros de la Revolución cubana. Su propuesta fue inusitada, al trabajar por mejorar las condiciones de las comunidades originarias y de ascendencia africana de la Costa Atlántica, su cuna comenzados los años setenta. Con un brazo armado sin resonancia, El Especialito, y una leve presencia en Bogotá, alcanzó su apogeo en los años ochenta cuando instigó a la población a apostarle a la transformación socialista vía la insurrección. Esto le permitió atraer simpatizantes del Nuevo mur, que a cambio recibió a quienes no comulgaron con la exhortación sediciosa de aquel, y que replicó en 1983, denominándose Nuevo mir; aunque continuó llamándoseles el mur y el mir. Hostiles ambos del cortoplacismo, que estimaron reinaba en la mayoría de las guerrillas, convergieron en que a Colombia le faltaba un partido al servicio de los sectores populares, pero difirieron entre la vía negociada o armada. Lo que le generó más problema al mur, dada la coexistencia de una tendencia proclive a la oferta de Betancur y otra que evocando las secuelas dejadas por el gobierno Turbay objetaba cualquier concesión.

      Cabe destacar que, en 1985, previamente al pacto uc-eln, algunos sectores cercanos, pero inclinados a fortalecer el movimiento social, crearon el movimiento ¡A Luchar! Ideado en el marco del Encuentro Obrero, Campesino y Popular y en memoria del bicentenario del suplicio del jefe comunero José Antonio Galán, su postulado fue idéntico al de la Trilateral: un Acuerdo Político Sindical de las fuerzas opuestas a la tregua del gobierno Betancur y a sus reformas económicas.

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