Aunque tenga miedo, hágalo igual. Susan Jeffers
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He descubierto que las mujeres repudian más que los hombres el concepto de poder por razones obvias. Los hombres han sido condicionados para creer que ser poderoso es algo bueno. Las mujeres, para creer que ser poderoso es poco femenino y nada atrayente. Por mi experiencia puedo asegurar que nada podría estar más lejos de la verdad.
Una mujer que confía en sí misma y controla su vida atrae como un imán. Está tan cargada de energía positiva que todos quieren estar a su lado. Sin embargo, sólo será verdaderamente poderosa cuando esa energía proceda de sí misma y pueda convertirse en amor hacia quienes la rodean. La verdad es que el amor y el poder van de la mano. Con el poder, uno puede realmente empezar a abrir su corazón.
Sin él, el amor queda deformado. Para las mujeres que lean este libro, un buen antídoto de todo conflicto íntimo entre poder y feminidad es repetirse a sí mismas, por lo menos veinticinco veces cada mañana, tarde y noche:
Soy poderosa y soy amada
Soy poderosa y amo
Una variante que proporciona energía es:
¡Soy poderosa y eso me gusta!
Diga esas tres frases en voz alta ahora mismo. Sienta la energía que transmiten. Esa incesante repetición le ayudará a hacer que los conceptos de poder y amor sean más compatibles y, ciertamente, más cómodos.
Una vez aclarado el concepto de poder, exploremos cómo se debe usar el concepto del «dolor al poder» en la vida cotidiana, El primer paso consiste en hacer un diagrama en la forma siguiente:
Diagrama del dolor
Cuando examinamos la línea que va del dolor al poder, la mayoría de nosotros podemos ubicarnos en el centro del diagrama. No estamos totalmente incapacitados por nuestros miedos, pero no experimentamos una gran sensación de poder y excitación, ni avanzamos rápidamente hacia nuestros objetivos. Nos parece que cruzamos la montaña por la ruta más fatigosa llevando dos pesadas maletas en vez de volar en las alas del águila. Un antiguo sabio dijo, en cierta ocasión: «El camino es llano. ¿Por qué vas tirando piedras a tu paso?».
Usando el diagrama del dolor al poder como un marco de referencia, usted puede empezar a despejar de piedras el camino. Los pasos siguientes le ayudarán en el proceso:
Haga una ampliación del diagrama del dolor al poder y cuélguelo de la pared de su habitación. El simple acto de hacer la ampliación le hará sentirse un poco más poderoso. ¡Usted ya ha iniciado la acción! Recuerde que gran parte del secreto de pasar del dolor al poder es recurrir a la acción. ¡La acción es muy poderosa! Cuando el diagrama esté sobre su pared servirá para recordarle sin cesar dónde quiere ir en la vida... del dolor al poder. El conocimiento es media batalla ganada. El hecho de tener el diagrama físicamente presente le ayudará también a motivarse para avanzar en la dirección correcta.
Nada más que para no tomarse a sí mismo demasiado en serio, usted podría querer escribir en su diagrama: «Los ángeles vuelan porque se ven a sí mismos como algo liviano». Oí eso hace mucho tiempo y todavía me hace sonreír. Me recuerda sin cesar que uno puede abandonar gran parte del exceso de equipaje si aprende a jugar con la vida en vez de luchar contra ella.
Ponga una chincheta en el punto del diagrama donde se ve situado en ese momento de su vida. ¿Está usted en el centro, donde suele sentirse deprimido y paralizado, y en otras ocasiones con mayor control? ¿O se encuentra definitivamente en el extremo más lejano, donde puede hacer poco para salirse de la senda? ¿O tal vez ya está en el lado correcto, donde siente que está progresando realmente en su vida, con sólo unas pocas áreas sobre las cuales necesita trabajar? Dudo que quienquiera que lea este libro haya alcanzado su objetivo de lograr un control absoluto sobre su yo. ¡Hasta Buda tenía sus días malos! Siempre hay nuevas experiencias que ponen en jaque una sensación de poder personal.
Cada día, mire el diagrama y pregúntese: «¿Estoy en el mismo sitio o me he movido?». Mueva la chincheta de acuerdo con esas sensaciones.
Si es consciente de la dirección que quiere seguir, le será más fácil tomar decisiones sobre lo que debe hacer en su vida. Antes de emprender algo, pregúntese: «¿Me lleva esta acción a un lugar más poderoso?». Si no es así, debe pensarlo dos veces antes de llevarla a cabo. Una advertencia: si avanza en cualquier sentido, sabiendo que ese acto le llevará a una posición de dolor, no se irrite contra sí mismo por haberlo hecho. En la siguiente ocasión podrá tomar una decisión distinta. Use sus «errores» como experiencias del aprendizaje. Recuerde que cada vez que la emprende contra sí mismo por algo que ha hecho se mantiene en el camino del dolor.
Use el diagrama como un juego. El hecho de considerarlo así le ayudará a no atribuirle demasiada seriedad a la situación. Si tiene hijos, puede proponerles hacer sus propios diagramas y de esta manera hacer un juego familiar con la experiencia del crecimiento.
Es una buena idea hacer distintos diagramas para las diferentes facetas de su vida. Para sentirse realmente poderoso, necesita estar a cargo de todos los aspectos de la existencia: el trabajo, la familia, el medio ambiente, la salud, etcétera. Muchas personas controlan perfectamente algunas facetas de sus vidas, mientras otras permanecen en un lamentable olvido. Yo, por ejemplo, soy muy cuidadosa en todo lo que se refiere al trabajo, pero necesito trabajar más el área del ejercicio físico.
Observe que su movimiento en el diagrama sólo está determinado por su propio sentimiento intuitivo acerca de hasta dónde progresa para alcanzar más dominio de su vida. Ningún otro puede juzgar eso, por más que se esfuerce. Aunque pueda parecerle que su vida es indisociable del mundo exterior, es su propio sentimiento de paz interna y crecimiento el que determina dónde está en el diagrama. Es solamente un sentimiento íntimo.
Uno puede preguntarse si necesita realmente llegar tan lejos para ponerse en marcha. Confíe en mí... ¡Lo hará! Al principio, usted necesitará apelar a todos los ardides posibles para recordarse a sí mismo dónde quiere ir. No se hará más fuerte sin concentrarse en el poder. Como había imaginado ya, el simple hecho de saber qué se debe hacer no implica que uno lo haga, ni siquiera que lo recuerde. Para ayudarse en su camino del dolor al poder, conviene que empiece a desarrollar un «vocabulario del dolor al poder». La manera en que utilice las palabras tendrá un enorme impacto sobre la calidad de su vida. Elija, para fabricarse un «vocabulario del dolor al poder» la fórmula del cuadro de la página siguiente.
«No puedo» significa que usted no controla su vida, mientras que «No lo haré» plantea una situación en el dominio de la elección. Desde este momento, elimine «no puedo» de su vocabulario. Cuando usted le entrega a su subconsciente el mensaje «no puedo», su subconsciente cree realmente lo que le envía y lo registra en su ordenador: Débil... Débil... Débil... Su subconsciente cree sólo en lo que oye, no en lo que es cierto. Usted podría estar diciendo «no puedo» simplemente para librarse de una invitación a cenar... Como, por ejemplo: «No puedo ir a cenar esta noche. Tengo que prepararme para la reunión de mañana». Pero su subconsciente registra: «¡Él es débil!». En realidad, su «no puedo ir a cenar» no es cierto, La verdad es que: «puedo ir a cenar, pero opto por hacer algo que tiene prioridad en ese momento». Pero el subconsciente no puede distinguir la diferencia y registra a pesar de todo la palabra «débil».
Vocabulario del dolor al poder
Por más que