Escuelas de psicología: un breve recorrido por las teorías de la personalidad. Marlon Mayorga Lascano

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Escuelas de psicología: un breve recorrido por las teorías de la personalidad - Marlon Mayorga Lascano

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sobre un sistema nervioso lento y equilibrado; se caracteriza por una baja sensibilidad y un alto nivel de actividad y concentración; la reactividad frente a los estímulos ambientales es pobre; es propenso a la introversión y su flexibilidad ante los cambios del ambiente es baja. En general poseen equilibrio y difícilmente pierden la compostura o se alteran; los sujetos poseedores de este temperamento, tratan de no involucrarse afectivamente con las demás personas, por lo que dan la impresión de ser apáticos. Los flemáticos, generalmente no demuestran interés en ser líderes, aunque sus capacidades intelectuales y reflexivas podrían permitir que lleguen a ejercer ese rol con probidad. El temperamento flemático, comprende las siguientes características:

      - Sujeto equilibrado, calmo y tranquilo, no se altera ni enfada con facilidad.

      - Son personas serias, inmutables y notablemente racionales y analíticas.

      - Su temperamento frío le permite darse tiempo para la toma de decisiones.

      - Prefiere una vida serena en cuanto a actividades y afectos.

      El temperamento flemático es propio de sujetos reflexivos y sesudos, quienes se toman su tiempo antes de tomar una decisión y lo hacen con poca o ninguna influencia de sus emociones sobre su razón. Dado que son introvertidos, a nivel social tienden a aparecer como parcos o alejados, sin embargo pueden ser buenos líderes, al punto que para los griegos el temperamento característico de los políticos debía ser precisamente este, debido a que su racionalidad y tranquilidad les permitiría tomar buenas decisiones (Ibíd).

      •Temperamento Melancólico

      Se construye sobre un tipo de sistema nervioso débil, su poseedor exhibe un gran nivel de sensibilidad, así como un alto nivel de actividad y concentración y una pobre reactivad frente a los estímulos ambientales, es introvertido y lo caracteriza un bajo grado de adaptación al medio. La sensibilidad emocional de este individuo es notable, factor que lo hace propenso a la introversión y a no iniciar el contacto con otras personas, no obstante puede responder a la afectividad de manera recíproca, pues en realidad es más tímido que social. Este tipo de sujeto, puede ser fiable e incluso llegar a ser abnegado. Las personas con temperamento melancólico se caracterizan por ser:

      - Analíticos, reflexivos con tendencia al pesimismo o la melancolía.

      - Sensibles y abnegados en el trato con sus cercanos.

      - Su naturaleza se identifica con la actividad artística.

      - Propenso a la introversión pese al predominio de sus sentimientos.

      Al escuchar la palabra melancólico, es de uso común pensar en alguien con tendencia a la tristeza e incluso la depresión. Sin embargo, aunque el temperamento melancólico es habitual en sujetos sensibles y retraídos, también caracteriza a personas que poseen una rica vida interior, que puede perfectamente manifestarse a través del arte. A diferencia de los otros temperamentos, el estado ideal y totalitario planteado por Platón, no contemplaba un rol específico para los melancólicos (Gaarder, 2010).

      •Temperamentos Combinados

      La posibilidad de encontrar personas con temperamentos puros, es al menos escasa, razón que ha obligado a la creación de combinaciones de los mismos, donde uno de los cuatro temperamentos es el dominante y otro u otros los secundarios. Para propósito de estas combinaciones los temperamentos suelen abreviarse en: SAN de sanguíneo, FLEM por flemático, MEL de melancólico y COL por colérico; los cuales al combinarse generan composiciones al estilo de: SAN-COL (sanguíneo y colérico), MEL-FLEM (melancolico y flemático), COL-SAN (colérico y sanguíneo) y otros (LaHaye, 1987).

      El término carácter alude a todo aquello que individualiza a una persona, de modo que se encuentra ligado al modo de ser y comportarse de un individuo en particular. La construcción del carácter no es hereditaria, sino ambiental, pues se encuentra en dependencia del medio, del movimiento exterior y la acción visible que este ha ejercido sobre el sujeto durante toda su vida. De tal forma, que el carácter se encuentra poderosamente influido por todas las experiencias vitales que devienen del ambiente, la cultura, la sociedad, la familia, la educación, entre otros.

      Así, si el temperamento representa al sustrato innato de la personalidad, el carácter hace alusión al fundamento adquirido de la misma; Santos (2008, p. 159), manifiesta al respecto: “El carácter es el sello que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes, producto del aprendizaje social”. Generalmente se asume que los componentes de la estructura del carácter son la emotividad, la actividad y la resonancia. Los tres elementos constitutivos que componen la estructura del carácter, suelen definirse de la siguiente manera y en dependencia de la intensidad en la que se presentan, clasifican al sujeto como primario o secundario:

      - Emotividad: Referida a la mayor o menor consecuencia o reacción emocional que los estímulos ambientales generan en el sujeto; cuando la consecuencia emocional es mayor, se considera primaria, de ser menor es considerada secundaria.

      - Actividad: Relacionada a la fuerte o débil propensión por parte del sujeto a actuar frente a un estímulo ambiental; la fuerza en dicha inclinación determina que esta sea primaria, contrariamente, la debilidad de inclinación la convierte en secundaria.

      - Resonancia: Se trata del efecto fugaz o duradero que las impresiones causan en el sujeto, en cuanto a tiempo de permanencia; un efecto fugaz, es considerado de naturaleza primaria y un efecto duradero, es considerado de naturaleza secundaria (Le Senne, 1963).

      El carácter se clasifica en función de la dominancia de rasgos primarios o secundarios: las personas que poseen rasgos primarios, son variables e inconstantes; mientras que los que presentan rasgos secundarios son más constantes y decididas. De la combinación de estos elementos, surgen ocho tipos caracterológicos:

      - Emotivo, Activo y Primario: Colérico.

      - Emotivo, Activo y Secundario: Apasionado.

      - No Emotivo, Activo y Primario: Sanguíneo.

      - No Emotivo, Activo y Secundario: Flemático.

      - Emotivo, No Activo y Primario: Nervioso.

      - Emotivo, No Activo y Secundario: Sentimental.

      - No Emotivo, No Activo y Primario: Amorfo.

      - No Emotivo, No Activo y Secundario: Apático (Zepeda Herrera, 2003).

      •Carácter Colérico

      La persona con carácter colérico es extrovertida y ha desarrollado un gran nivel de actividad, tiende a ser temerario y debido a sus arrebatos se inclina a improvisar, precipitarse e invertir energía que termina cayendo en la dispersión. A nivel intelectual, se ha habituado a que su inteligencia se dirija hacia lo concreto e inmediato, la comprensión que elabora es rápida, pero generalista, posee un gran nivel de improvisación, aunque puede tensionarse con facilidad.

      •Carácter Apasionado

      El apasionado aparece como un sujeto intelectualmente rico: tiene una viva imaginación, una buena memoria y también ha podido ser dueño de una gran capacidad de trabajo, razón por la que permanece permanentemente ocupado. Su mente es abierta, educado para sentir afición por el estudio de diferentes disciplinas, frecuentar variados intereses y disfrutar de tareas de diversa índole, en las cuales se muestra como una persona metódica y ordenada.

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