Saber estar en las organizaciones. Claudia Liliana Perlo

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Saber estar en las organizaciones - Claudia Liliana Perlo Proyectos de investigación

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del enfoque en el aquí y ahora. Para darse cuenta del presente es condición previa tomar conciencia de la respiración y la concentración como soporte propio y de los otros. En segundo lugar, el proceso vital de “darse cuenta”, implica tomar conciencia de las intenciones que quiero, o el hacer siendo claro. Es importante la sensibilidad en coherencia con el funcionamiento corporal, junto a la capacidad discriminativa sensorial. Para esto es crucial darse cuenta de zonas sensoriales ciegas y facultades subdesarrolladas junto con la aceptación de lo que acontece, para comprender la diferencia entre excitación y tensión y poder trabajar en ambas cuando se presenten. Además, es preciso diferenciar calidad del tono de voz, del contenido verbal de las palabras por lo que es importante saber escuchar, ser claro en las instrucciones, darse cuenta que es lo que se está haciendo incluso, cuando se está inseguro o confuso para diferenciar datos fenomenológicos observados. En tercer lugar, la responsabilidad de “hacerse cargo” implica el contacto con los darse cuenta y las emociones, tomando conciencia en forma directa y abierta de los puntos ciegos emocionales, aspectos subdesarrollados y áreas negadas. En este sentido poder expresar las emociones de forma auténtica, sin intelectualizar y, saber cuándo no es oportuno, permite aceptar la responsabilidad mutua, tolerar la confusión sin acelerarse para eliminarla. De este modo se puede reconocer y apreciar aquello que hemos realizado y también lo que otros han hecho. En cuarto lugar, la autorregulación organísmica requiere confiar en la fuerza y potencial disponibles de las personas, también de su sabiduría corporal para equilibrar y sanar. La autorregulación es el proceso homeostático, por medio del cual los seres humanos se adaptan a su ambiente vital y satisfacen sus necesidades-fisiológicas, afectivas y espirituales.

      En este apartado, resulta enriquecedor desarrollar nociones fundamentales del enfoque gestáltico que sustentan nuestra posición filosófica y psicológica respetuosa del potencial humano. Alrededor del 1912, los investigadores Wertheimer, Koffka y Köhler realizaron un trabajo en conjunto conformando una psicología gestáltica inspirada en la fenomenología de Husserl (1936) que pone el acento en la percepción y descripción del fenómeno y no en su explicación. La terapia gestáltica conforma un movimiento dentro de los enfoques terapéuticos agrupados en la psicología Humanista o de Desarrollo del Potencial Humano surgido en California en los años ‘60 de la mano de Abraham Maslow (1912), Alan Watts (1987) y Carl Rogers (1951). Si bien podemos entender la terapia Gestalt como la obra creativa que, Fritz Perls (1974) calificó de existencial, la Gestalt constituye “Una terapia demasiado buena como para dedicársela solo a los enfermos” (Perls, 1974:123). Por lo que también hoy podemos dimensionarla como un movimiento de co-creación permanente que, integrando múltiples aportes promueve una dinámica de intercambio vital. Esta perspectiva se aplica hoy en diversos campos de la salud, la educación, las organizaciones y el arte. El enfoque gestáltico se sitúa dentro una estética compleja donde no hay destino: hay configuración temporal. Desde aquí, se prioriza la posibilidad de cada ser humano, por sobre el déficit. En tal sentido, se respeta la vida en cada forma, donde cada momento-encuentro se funda en acontecimientos singulares, no lineales desde una lógica caórdica (caos-orden) donde azar e incertidumbre son una invitación.

      Tales formas dominantes surgidas del contraste figura-fondo son significativas para cada persona de acuerdo a la atención y necesidades del momento. Específicamente, la persona no percibe lo que hay, la totalidad caótica de estímulos presentes (fondo), sino que los organiza selectivamente o destaca tan sólo aquello que en cada momento o situación le resulta significativo (figura). En tales desarrollos, Perls (1974) toma estos aportes y acompañado por interlocutores apasionados, van conformando un nuevo campo terapéutico. El texto emblemático “Terapia Gestáltica” (1951) constituye la síntesis personal de Perls, que empezó a tomar cuerpo tardíamente (a sus casi 50 años), y que no dejaría de enriquecerse con nuevos aportes hasta en sus últimos años. Perls nombró en una primera instancia a su propuesta, Terapia de Concentración (1942) ya que en buena medida se trata de describir lo que ocurre, de darle nitidez al relato aumentando el valor de los contrastes. En el proceso de co-creación y nacimiento también se integraron postulados surgidos al final del siglo XIX y durante el siglo XX y modelos que van, desde la trasgresión del modelo psicoanalítico ortodoxo, la filosofía existencialista, el holismo, el pensamiento diferencial y el teatro expresión. Es importante destacar el contacto directo que Perls, tuvo con la filosofía oriental y la meditación Zen a lo largo de su estancia de dos meses en un “dojo” japonés. En los principios taoístas de integración de opuestos, Yin-Yang, y la atención centrada en el presente y el valor del vacío propios del Zen.

      En consecuencia, los antecedentes del movimiento gestáltico son, tanto por asimilación, como por desasimilación (diferenciación), y constituyen los elementos centrales que guiaron a Perls hacia el enfoque. Saberes y descubrimientos que atravesados por la experiencia de la guerra posibilitaron, no sin dolor, un cambio de paradigma en relación a la forma de percibir, habitar y construir nuestro mundo.

      A continuación, se realiza una breve mención de los afluentes conceptuales que nutrieron el enfoque:

      Desde el psicoanálisis, realizaron su contribución Sigmund Freud (1900, 1905, 1923), Alfred Adler (1916), Carl Jung (1921), Sandor Ferenczi (1926), Wilhelm Reich (1927), Otto Rank (1924), quienes aportaron en primer lugar los conceptos de represión de contenidos, déficit de conciencia, material reprimido, proceso, sexualidad, oralidad y necesidad de contacto. Además de prohibiciones sociales, represión del Superyó, compulsión a la repetición, situaciones abiertas y conflictos entre el Organismo y el medio. Luego el “awareness” como proceso gradual del darse cuenta, la estrategia terapéutica en el manejo de la transferencia, neutralidad y contacto movilizador “tú-yo”. Asimismo, la creatividad y flexibilidad en el ejercicio de la psicoterapia. Se pone el foco en el hombre creador consciente de su propia vida le da sentido a lo largo de su evolución, el sí mismo integrado por los opuestos (partes diferentes del ser humano). Se incluye también, el inconsciente como potencialidades, el aspecto consciente de la personalidad contrarrestado por su opuesto “la sombra”, la atención a reacciones corporales, la acumulación y expresión de los conflictos neuróticos a través del cuerpo (sistema motor como armadura) y el trabajo con sueños proyecciones. Del movimiento culturalista particularmente de Karen Horney (1937) y Erich Fromm (1956), se selecciona la importancia del medio cultural y factores actuales. Finalmente, el concepto de angustia existencial básica.

      Desde la fenomenología y filosofía de la existencia, se pueden señalar autores como S. Kierkegaard (1844), F. Brentano (1911), E. Husserl (1936), M. Buber (1977), Max Scheler (1928), L. Binswanger (1930), M. Heidegger (1927), Jean P. Sartre (1943), M. Merleau-Ponty (1945), los cuales realizaron su contribución al enfoque aportando el valor de la existencia para la realización de la esencia, y cómo cada persona experimenta su existencia, la asume, orienta y expresa. La relación del ser y el mundo (ser en sí/ser para-sí/ser para los demás). La valoración de la angustia y de la duda existencial. La responsabilidad del ser humano por su existencia (proyecto personal) y el sentido que brindan las experiencias vividas (libertad de elegir). La descripción de los fenómenos inmediatos y la atención al cuerpo. La práctica terapéutica a partir de la relación “yo-tu” en el “aquí y ahora”. El contacto directo y auténtico (aproximación fenomenológica).

      Desde las investigaciones de la Escuela de la Psicología de la forma, Christian von Ehrenfels (1897), Max Wertheimer (1945) Kurt Koffka (1935), Wolfgang Köhler (1972), Bluma Zeigarnik (1930) y Kurt Lewin (1945), realizaron su contribución con los aportes del todo considerado diferente a la suma de sus partes, y la importancia de la dinámica e interrelación entre las mismas. Se incluyen los conceptos de necesidades no satisfechas, las tareas interrumpidas (gestalten abiertas) y la tendencia al equilibrio por la ley del cierre.

      Finalmente, para realizar una síntesis integradora, Fritz Perls construye su concepto de cura terapéutica con las fuentes de pensamiento diferencial de Salomón Friedlander (1918) del cual toma aportes en relación al concepto de vacío fértil, punto “0” o estado indiferenciado. Incluye las herramientas

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