El cachorro perfecto. Gwen Bailey
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Los sabuesos se criaron para que su gran olfato les permitiera rastrear presas; además tienen gran resistencia y energía.
¿Por sus habilidades o por su estampa?
Cuando se seleccionaban perros para crear distintas razas, se elegían por su conducta más que por su aspecto. Sin embargo, los tiempos han cambiado y ahora la mayoría de los perros de compañía proceden de tiendas de mascotas en las que lo importante es que los canes conserven la estampa propia de su raza.
Como en las pistas de exposiciones lo que se examina es la estampa, sólo los criadores más comprometidos se preocupan del temperamento de los canes y adoptan las medidas necesarias para garantizar que sólo los perros con rasgos seguros perpetúen la línea familiar. Aún en estos casos la tentación de usar machos de temperamento imperfecto, pero de estampa óptima, para cubrir a hembras de su camada y, por tanto, para criar campeones que compitan en las exposiciones caninas, es demasiado golosa para algunos criadores.
Elegir un cachorro que tenga paciencia y sea afectuoso y tolerante es importante si tienes niños. El labrador retriever es una buena elección para familias.
Los incansables Springer Spaniel son vivarachos y afectuosos, y son grandes mascotas siempre que hagan suficiente ejercicio.
Algunos perros todavía se crían por sus habilidades para ciertas labores. Los perros de pastor son un buen ejemplo. Sólo se conservan los mejores cachorros de la camada para ser entrenados y trabajar. El resto se destina a perros de compañía. Antes de quedarte con un cachorro con este pedigrí, plantéate si quieres un perro capaz de correr 32 a 48 kilómetros diarios y con resistencia para aguantar sin parar todo el día. En un hogar normal, donde los dueños pasan fuera trabajando la mayor parte del día, perros de trabajo como estos pueden volver locos a sus amos a menos que los canes enloquezcan antes. Por tanto, si al concluir una competición para perros pastores, o después de ganar el premio de Mejor Perro Policía del Año, o tras competir en la carrera de trineos Iditarod de Alaska, el criador te muestra orgulloso fotografías de los padres, lo más sabio será plantearte seriamente si quieres una mascota con estas cualidades heredadas. Además, los perros de trabajo a menudo se crían en perreras, por lo que los cachorros no siempre gozan de la temprana socialización necesaria para vivir en un hogar con personas.
Por desgracia, pocas personas crían perros mascota en Inglaterra. Los perros se suelen criar por su belleza, por su capacidad para ciertas labores o porque una hembra se ha quedado preñada por accidente. Sólo conociendo los distintos linajes podrás tomar una decisión informada sobre el pedigrí más adecuado para ti. Si ya tienes un cachorro, obtener esta información te ayudará a entender los rasgos de carácter que pueda desarrollar al madurar, y a estar listo para que alcancen una expresión aceptable.
La procedencia del cachorro
El origen de tu cachorro es muy importante. Como veremos más adelante (véase la página 56), el proceso de socialización debe estar en curso cuando los cachorros estén listos para dejar a su madre, y lo profundo que haya sido este proceso supondrá una gran diferencia en la evolución futura de tu cachorro. Si no ha sido bien socializado por el criador, tendrás que esforzarte mucho mientras el cachorro todavía sea pequeño para asegurarte de que se adapta bien y no alberga miedos.
Todo buen criador mantendrá a los cachorros en buenas condiciones higiénicas y se asegurará de que crecen adecuadamente y están bien socializados antes de ponerlos en venta.
El mejor comienzo posible para un cachorro es nacer en un hogar bullicioso donde esté expuesto a todas las imágenes y sonidos con los que necesita familiarizarse. Si mantiene a diario contacto físico (esmerado) con niños y adultos, si juega con las visitas y mantiene relación con otros perros amistosos, cuando llegue a tus manos ya estará en el buen camino para mostrarse estable y confiado en cualquier situación. Si, por encima de todo, la camada fue buscada y se tuvo cuidado en elegir padres de temperamento sereno y afable, habremos dado con la mejor receta posible para alcanzar el éxito.
Cachorros de otro origen pueden dar buen resultado siempre que tengas cuidado con la elección. No hay muchos criadores que mantengan los canes en perreras y tarden tiempo en trasladarlos al hogar para socializarlos, pero incluso así crían buenos cachorros; al igual que algunos centros de acogida que mantienen a los cachorros con abundante contacto humano y distintas experiencias desde temprana edad. Comprar un cachorro que sepas que ha tenido muchas y agradables experiencias en distintos entornos te permitirá iniciar la senda con buen pie.
Cuidado con comprar un cachorro en un lugar en que se hayan adoptado pocas precauciones; por ejemplo, en una granja donde los cachorros siempre estén a su aire y no hayan estado nunca bajo techo en un hogar humano; una perrera en que no se haya hecho esfuerzo alguno por mantener contacto físico o socializar a los cachorros; una tienda de mascotas donde no haya medio de saber el origen ni la forma de criar a los cachorros; o una granja de cachorros donde se críen perros de distintas razas con el fin de ofrecer más posibilidades a los compradores.
Los perros de estas granjas, criados en masa en condiciones inadecuadas, traídos al mundo específicamente para el mercado de mascotas, son conocidos por sus trastornos físicos y de temperamento. Es poco probable que se haya elegido esmeradamente a los padres; a menudo vale cualquier perro cuya estampa recuerde vagamente a la raza, y las experiencias traumáticas y el estrés que experimentan desde edad muy temprana por haber nacido en tales circunstancias y por haber viajado largas distancias desde muy pequeños deja huellas. Se han detectado algunos problemas peculiares de conducta y trastornos del temperamento en perros criados de este modo.
Para asegurarte de que no compras un perro de este tipo, insiste en ver al cachorro con su madre, y sospecha si el criador pone excusas y dice que no es posible. Repite la visita si fuera necesario. Nunca compres un cachorro que el criador o el vendedor te ofrezcan llevar a casa, o si te ofrecen encontrarte a medio camino «para ahorrarte un largo viaje». Ten cautela con los anuncios en que se ofrezcan cachorros de varias razas.
Elección de un cachorro
Selecciona un cachorro que, con una edad entre seis y ocho semanas, se te acerque con presteza y una actitud de confianza y meneando felizmente la cola. Los cachorros socializados muestran alegría y gustan de saludar con calma y amistosamente, y se manifiestan contentos cuando se les levanta del suelo o se los contiene con suavidad. No elijas cachorros que se aplasten contra el suelo cuando te aproximes o que intenten huir. Si ya has comprado un cachorro con miedo al contacto humano, tendrás que dedicar grandes esfuerzos a superar ese miedo y timidez mientras el cachorro sea todavía pequeño (véase la página 68).
Ver a la madre con los cachorros es un buen indicador del futuro carácter de tu mascota. Los rasgos de nerviosismo suelen ser heredados, y también es probable que los cachorros que experimentan el miedo de la madre y una conducta agresiva ante extraños aprendan ese comportamiento desde bien temprano, comportamiento que se manifestará más adelante cuando maduren. A menudo he visto a personas cuyos cachorros mostraban un problema de nerviosismo y agresividad, y a las que, al preguntarles si habían visto a la madre, decían: «Sí, pero no me dejó acercarme», o peor aun, «Sí, pero me dio una tarascada». Una pareja cuyo perro se mostraba tremendamente agresivo ante extraños y que fue comprado sabiendo que sus padres eran perros guardianes, comentaron