El cachorro perfecto. Gwen Bailey
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Para impedirlo, tienes que sacar tiempo para dedicárselo a ambos cachorros, pero por separado, para jugar, adiestrarlos y que tengan compañía, tanto como darías a uno sólo. Por esta razón, no es aconsejable intentar criar simultáneamente dos cachorros de la misma edad. Es mejor criar un cachorro hasta que alcance la madurez social entre los 18 meses y los dos años, y luego introducir un segundo cachorro.
Los cachorros de la misma camada establecen lazos muy estrechos que dificultan establecer buenas relaciones con ellos.
El nuevo cachorro y el adulto se convertirán en buenos amigos si su relación se establece cuidadosamente.
Otras mascotas
Tener otras mascotas en casa puede ayudar a socializar a tu cachorro con otras especies y brindarte la posibilidad de enseñarle a obedecer y a tener control en situaciones excitantes. Si se inicia el contacto de un cachorro joven con una mascota de otra especie mientras todavía es muy joven, lo normal es que la acepte como un miembro más de la familia. Es probable que tu perro criado con otras mascotas acepte la llegada de mascotas similares cuando sea adulto.
No obstante, el instinto cazador de los perros, el instinto de atrapar y matar animalitos de movimientos rápidos a veces es superior a sus fuerzas, y no debemos fiarnos ni dejarlos solos con especies pequeñas que sean una presa fácil.
Perros solos y juntos
• Es importante que tu cachorro aprenda a quedarse solo sin la compañía del otro perro (véase la página 154). También es buena idea sacar a pasear al cachorro sin el perro mayor. Así podrás dedicarle más atención y ganará confianza sin depender en todo momento del otro perro.
• Una vez se conozcan, no interfieras si el perro más mayor decide castigar al pequeño gruñendo, dando dentelladas al aire o reteniéndolo en la postura de sumisión, a menos, claro, que peligre la seguridad del cachorro. A veces el perro adulto necesitará decirle al cachorro que pare y se tumbe quieto. Si interfieres, estarás alterando el equilibrio natural entre ellos.
CAPÍTULO 4
Fases de desarrollo
Todos los cachorros siguen el mismo patrón de desarrollo y pasan por las mismas fases desde la infancia hasta la madurez. Es importante conocer esas fases de desarrollo y ser consciente de las respuestas de que es capaz tu cachorro en cualquier momento concreto de su vida. Por eso no debes esperar demasiado de ellos ni perder oportunidades en las fases críticas de su desarrollo.
La velocidad a la que progresan los cachorros varía: algunos pasan varias fases con rapidez, mientras que a otros les cuesta más de lo esperado. Por lo general, los cachorros de razas pequeñas se desarrollan con más rapidez, a menudo alcanzado la madurez antes de cumplir el año, mientras que otros tardan 18 meses en madurar totalmente. A continuación, mostramos una escala temporal a la que se suelen adaptar la mayoría de los cachorros.
Recién nacidos, 0 a 2 semanas
Durante esta corta fase el cachorro sobre todo duerme y mama. Sabe arrastrarse y buscará calor si tiene frío. Necesita a la madre para estimular la micción y defecación, lo cual consigue la madre lamiendo el área genital. Abre los ojos hacia los 10-14 días, pero su visión es deficiente las primeras semanas. Contacto físico cariñoso es cuanto necesita en este período.
Período de transición, 2 a 3 semanas
Empiezan a asomar los dientes. El cachorro aprende a caminar y a lamer líquidos. Los oídos se abren hacia el final de la tercera semana y el sentido del olfato comienza a funcionar. El cachorro desarrolla la capacidad de orinar y defecar solo.
Qué hacer: La responsabilidad de lo que les ocurre a los cachorros durante este período atañe al criador. Se sabe que los cachorros sometidos a cierto estrés durante este período son capaces de afrontar mejor otros tipos de estrés en el futuro. Coger a los cachorros en brazos a diario, observarlos y tal vez pesarlos constituye un estrés leve, y los cuidadores concienzudos no dejarán de realizar dicha tarea. Hay que coger en brazos al cachorro una vez al día y mantenerlo cuidadosamente en distintas posiciones.
Período de socialización, 3-12 semanas
Durante este período crítico es esencial una experiencia apropiada con seres humanos, otros perros y con el entorno para que el cachorro se convierta en un perro mascota bien adaptado. Este período se divide en tres fases.
Primera fase: semanas 3 a 5
A las tres o cuatro semanas la vista, el oído y el olfato del cachorro se vuelven más eficaces. Comienza a comer alimentos sólidos, ladra, mueve la cola y juega a mordisquearse con otros cachorros. Cuando esté despierto, tratará de abandonar la zona en la que duerme para orinar.
A las cuatro a cinco semanas toca cosas con las patas, enseña los dientes, gruñe, persigue y juega a matar presas (zarandeando la cabeza). Comienza a llevar cosas en la boca. Los cachorros aprenden a inhibir los mordiscos durante el juego con sus hermanos de camada. Las madres comienzan a impedir que mamen a voluntad.
Segunda fase: semanas 5 a 8
Se aprecia expresividad en el rostro y las orejas, y se inicia el destete. Los cachorros adquieren el uso completo de ojos y oídos, y aumenta su coordinación. Se produce la participación en actividades en grupo con otros benjamines de la camada; los cachorros juegan entre sí. La séptima semana es el momento ideal para que los cachorros se vayan a su nuevo hogar. Al final de esta fase los cachorros comienzan a mostrarse más cautos, pero siguen siendo curiosos e investigarán cuanto se les presente.
Qué hacer: Durante las semanas tres a seis el cachorro permanecerá todavía con el criador. Debe haber una clara distinción entre las áreas de juego y la zona donde dormir para que los cachorros puedan abandonar la cama nido y hacer sus necesidades. Los cachorros criados en espacios muy reducidos, donde no hay distinción entre áreas, o donde no pueden abandonar la cama nido sin ayuda, no tendrán posibilidad de practicar una conducta apropiada para aliviarse. A los cachorros que se crían de este modo es difícil enseñarles a no hacer las necesidades en casa porque pierden la capacidad de diferenciar el área del nido y el área para aliviarse.
El ritmo de desarrollo mental de los cachorros dependerá ahora de la complejidad de su entorno. La presencia de distintos objetos (como cajas de cartón, un trozo grande de cuero, juguetes o un guante viejo) en la jaula de juegos aumentará dicha complejidad. También es útil contar con escalones anchos y bajos para que los cachorros practiquen el ponerse encima. Esto los ayudará más tarde a subir y bajar escaleras.
Durante este período se enfrentarán también a variedad de ruidos, sonidos y distintas superficies por las que andar. Esto es probable que ocurra sin más con cachorros criados en un hogar.
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